El PRD acabará igual que el partido de Cruickshank
Miguel González Ibarra
25 de septiembre de 2015
El PRD no descartó ---más bien acordó--- en su Congreso Nacional hacer alianzas con el PAN. Es una decisión que lo lleva, inexorablemente, a la tumba. No hay duda.
El camino de la derecha se agotó en México y el mundo. El PAN es la derecha; lo mismo que el PRI. Éstos dos partidos sostienen al modelo neoliberal que es la barbarie impuesta por los monopolios internacionales aliados a las oligarquías nacionales y regionales. El PRD con el PAN es resolver la ruta de la derecha, negada por la realidad y los pueblos de la tierra, entre ellos, los pueblos mexicano y nayarita. Aliarse con el PAN, es lo mismo que aliarse con el PRI. No hay ninguna diferencia.
En poco tiempo, nadie en este país se acordará del PRD, partido surgido de un gran movimiento de masas, como lo fue el de 1988, encabezado por el Ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas.
Eso mismo le ocurrió al PPS dirigido por Jorge Cruickshank García al abandonar la línea popular y patriótica que le imprimió su fundador, Vicente Lombardo Toledano, aplicada creadoramente, por Alejandro Gascón Mercado y su histórico equipo.
¿Quién se acuerda hoy en día de Cruickshank y su partido, aquél que vendió por un plato de lentejas la heroica lucha del pueblo nayarita? Nadie. Absolutamente nadie. Cruickshank y su partido quedaron sepultados para siempre en la tumba del olvido. Lo mismo ocurrirá con el PRD. En pocos años otros serán los actores y protagonistas de la política mexicana y nayarita.
Ahora, éstos, se comportan igualitito que Cruickshank. Se consuelan con muy poquito. Y andan como loquitos, tal cual, algún tiempo, también lo anduvo el oaxaqueño, aquí mencionado. En Nayarit, andan todavía en la borrachera, no la dejan ni la sueltan, por lo de Tepic. Ya les vendrá la resaca, porque, ganando se perdió. Con el gobierno municipal de la capital, ganaron las pandillas polonaranjistas, pero, definitivamente, el pueblo de Tepic, perdió. Allí están los hechos. Va un año ya del gobierno de Polo Domínguez y, cambios sustanciales, de fondo, de contenido, estratégicos, estructurales, de obra política e histórica, no se ven; es lo mismo que los anteriores; entre Polo, Ney, Sandoval y El Toro, no hay diferencias verdaderas; es el mismo modelo; los pleitos y confrontaciones, son entre pandilleros; nunca entre el pueblo y el Gobernador, como ocurrió en el XXVI Ayuntamiento; en este esquema, se exceptúa, obviamente, por ser “un garbanzo de a libra”, el Poder Popular instaurado en estas tierras, por Alejandro Gascón Mercado y el Doctor Rafael Gómez Aguilar, en el período 1973-1975, cuyo modelo, debe continuar tanto en Tepic como en Nayarit y, aplicarse, en todo México, porque ese es el camino.
La derecha es un fracaso. Esa no es la ruta. Está más que demostrado. Esa, justamente, es la línea del PRD, al decidir aliarse con el PAN. Por eso se salió de sus filas su fundador, el Ingeniero Cárdenas. Por eso López Obrador también lo dejó. Lo mismo hizo el Senador Alejandro Encinas. Al PRD lo secuestraron los nuevos Cruickshanks, conocidos como los chuchos; aquí en Nayarit, personificados en Naranjo y González Barrios, que son los Cruikshanks modernos y de la actualidad.
Sin duda, esa línea será enterrada, otra vez, como lo fue, históricamente derrotada, en 1975.
De los chuchos nadie se acordará. De los naranjos y González Barrios nadie se acordará. Quedarán sepultados. Otros vientos soplarán en la República y en Nayarit.
El futuro pertenece a la izquierda y a las fuerzas progresistas, en México, Nayarit y el mundo.
Los pueblos tienen necesidad de cuidar y proteger sus recursos naturales lo mismo que el trabajo y derechos de sus hombres y mujeres.
El neoliberalismo ha hundido en la dependencia y miseria a los pueblos de la tierra donde nos encontramos los mexicanos y nayaritas.
El PRI y el PAN llevan la batuta de la política nacional y, ahora, con esta decisión de su Congreso, el PRD se suma, apartándose de los principios con los que nació, en 1989.
La historia se repite. Lo mismo ocurrió con Cruickshank y su partidito. Eso pasará con los chuchos y su partidito, el disminuido PRD, que va, ya, en y de caída libre. Su final, es el mismo del traidor y vendepatrias, Cruickshank: el basurero de la historia o la tumba del olvido, la cual, dirá en su epitafio “TODO ESTÁ OLVIDADO”.
Comentarios