Polo y Alejandro: obra pública contra obra política

1.     Los 585 millones para obra pública en Tepic nos obliga a ir al fondo de la cuestión. Se habla tanto del asunto, con una difusión que costó y cuesta millonadas, tal y como si fuera la gran panacea, o estuviésemos parados ante la obra universal del milenio. Estamos en el sagrado deber, otra vez, a sacar el referente del Ayuntamiento que trabajó del primero de enero de 1973 al último día del año 1975. Lo primero que hay que afirmar categóricamente, sin rodeos y al grano, es que, definitivamente, en rigor, la obra pública no es el camino de los pueblos, en términos estricta y científicamente estratégicos y de desarrollo histórico. El camino de las regiones y países, entre ellas, la de Tepic, es el de la obra política. Por tanto,  la primera conclusión que obtenemos del evento, es que entre el actual alcalde, Polo Domínguez González y Alejandro Gascón Mercado, Presidente Municipal, en el XXVI cabildo de nuestra capital, no hay, absolutamente, ninguna comparación. Polo a Alejandro, como decimos en mí pueblo, no le llega ni a los talones. No hay punto de comparación.

2.     El cabildo de Polo le apuesta a la obra pública. El cabildo de Alejandro le apostó a la obra política. La contradicción, pues, en esta tesis aquí expuesta, se resume entre obra pública contra obra política. El alcalde socialista insistió siempre que a él le preocupaba como gobernante de Tepic, la obra política; pero, aclarando, no es que desdeñara la obra pública; en ésta, Alejandro también es campeón, como lo veremos en otro espacio del presente comentario. Y en efecto, la obra política (que es la obra histórica) es lo que perdura por siempre y para siempre. La obra pública, se desvanece. Ésta, la obra pública, es la estrategia de Polo, de acuerdo a sus propias palabras, expresadas en el Teatro del Pueblo y a las de los principales ideólogos y operadores de este gobierno municipal.

3.     Quinientos 85 millones son nada para Tepic, en comparación a las enormes necesidades y rezagos que padece este municipio. Esta cantidad no resolverá los problemas fundamentales de la ciudad capital y el área rural, ni siquiera en lo que se refiere, mínimamente, a infraestructura urbana y servicios; de las cuestiones centrales, como son empleo, educación, salud y vivienda, ni para qué hablar. Llama la atención y es preocupante el estilo de parafernalia como fue presentado el proyecto en el Teatro del Pueblo. Más que presentación de la obra pública, fue un acto electoral en el marco del cambio de poderes hacia el 2017.

4.     El tema no es simple. Es de fondo. No se trata de millones más, o millones menos. El asunto no es de dinero. El problema no es si Polo invierte más en obra pública que el Toro. Y vaya, que comparando este cabildo con el inmediato anterior, ahí encontraremos parte de la respuesta; aquí, justamente, radica la derrota, por la estrategia errada y equivocada, del gobierno de Polo Domínguez, al guiarse por la filosofía que la obra pública es el camino a seguir, por encima de la obra política. ¡Cómo se compara, Polo Domínguez, con el Toro! Se está comparando Polo con el peor gobierno que hemos padecido los tepicenses. Polo, solo, se echa la soga al cuello. El problema es que la comparación la está haciendo él mismo. Emula con el peor, no con el mejor, tal y como debió haberlo hecho.

5.     Vivimos los tepicenses y nayaritas, una etapa de mentiras y engaños en el ejercicio del poder, la cual, debemos superar, a la brevedad. El escenario se ha complicado con este anuncio de los 585 millones de pesos para obra pública en Tepic. El alcalde, los regidores, la síndico, los funcionarios municipales y quienes consiguieron el recurso allá en México, es decir, los protagonistas del acto, andan verdaderamente locos. Aquí, es oportuno comentar aquel dicho popular de que el que nunca tiene y llega a tener, loco se quiere volver. Es lo que les pasa a no pocos integrantes del actual cabildo tepicense. Se han enquistado aquí teorías que pretenden borrar lo imborrable y que mucho daño le hacen a nuestra comunidad, tanto o más, que los actos antinacionales y antipatrióticos de Peña Nieto, virtud a que están haciendo cultura y penetran en la conciencia y el cerebro de la comunidad tepicense y nayarita. Aquí radica el verdadero daño y la lesión. La fractura más grave es la que se le hace al cerebro. El problema no son los 585 millones, sino la conciencia y cultura que se construye entre las grandes masas de nuestra tierra. La teoría y la práctica, científica, que será eterna e indestructible, heredada por Alejandro Gascón Mercado y Salvador Castañeda Oconnor, en materia de desarrollo municipalista, parte del desarrollo general del país, pretenden borrarla Guadalupe Acosta Naranjo y Rodrigo González Barrios, sumados a ellos, ahora, mostrando un vulgar oportunismo, Javier Castellón, al mostrar la idea que la obra pública es primero, antes, que la obra política; o que la obra pública es lo máximo y es el camino que deben seguir, a ultranza, los poderes municipales de Nayarit y del país. Los tres le alzaron la mano a Polo Domínguez, el domingo 23 de agosto en el Teatro del Pueblo, en señal de triunfo, tal cual, si se tratase de una gran victoria nacional, mostrando, en el fondo, un vulgar triunfalismo, por lo equivocado de la teoría. Las tesis del XXVI Ayuntamiento de Tepic, privilegiando la obra política primero, antes que la obra pública, es la estrategia correcta que deben seguir todos los gobiernos municipales. La obra política, inexorablemente, da y genera, a raudales, obra pública.

6.     Esos 585 millones, fueron gestionados por las bancadas del PRD y PAN en la Cámara Federal de Diputados. Destaca aquí la intervención de Naranjo. El recurso tuvo que negociarse con Peña Nieto y Videgaray. Hubo aquí un toma y daca. Te los doy a cambio de esto, muy a la política a la mexicana, cuyas formas agonizan, y, más temprano que tarde, serán cambiadas por un federalismo fiscal democrático y republicano. Los gobiernos foxcalderonpeñanietistas, está más que demostrado, son un rotundo y reverendo fracaso; por eso, el pueblo mexicano, pronto, muy pronto, los cambiará, para dejar la prehistoria, donde estamos, y entrar a la verdadera historia, donde, con seguridad, estaremos.

7.     Si la obra pública, como estrategia, por encima de la obra política, fuera el camino de los pueblos, entonces, el sistema imperial, el neoliberalismo o capitalismo salvaje, hubiese ya resuelto los problemas del mundo. No ha sido así. Las carencias se agudizan en los puntos geográficos donde prevalece este sistema. Estados Unidos tiene dinero, por tanto, hay que recurrir a ellos. Los gringos, entonces, serían nuestra salvación. Al contrario, la crisis en todos los rincones de la tierra donde se ha impuesto este injusto y antidemocrático modelo, se agudiza y cada día se hace más fuerte e insostenible. La obra pública se hace con presupuesto público. El presupuesto, sea público o privado, es dinero. En este caso, con la obra pública como política preeminente, se le apuesta al dinero y, no, a la organización, movilización y participación popular, cuyo método, lo aplicó al pie de la letra, el Ayuntamiento de Alejandro Gascón Mercado, con increíbles resultados a favor del pueblo de Tepic.

8.     La filosofía polo-naranjista de la obra pública, como estrategia central para el desarrollo, por añadidura, le da la razón a la teoría que el capital ---y no el trabajo---, es el que genera la riqueza; por tanto, debemos en México sentir orgullo al tener a uno de los dos hombres más ricos del mundo y, ese modelo, es el adecuado para nuestro país y todo el globo. Pero, no. Los hechos demuestran lo contrario. Esa estructura, representada por Slim, no le sirve ni a México ni al mundo. Millones aquí, en la tierra de Hidalgo, no comen y no conocen la “O” por lo redondo, son analfabetas. Con esto basta para afirmar y reafirmar que este gobierno no sirve.

9.     La teoría materializada por el ayuntamiento tepicense, respecto a que la obra pública ---y no la obra política---, es la ruta correcta de la vida municipal, resume la idea que el capital es el que manda y, no, la organización popular, cuando, ésta, la movilización y participación de las grandes masas, está demostrando que es la senda justa de los pueblos de la tierra, tal cual, ya acontece en casi toda la América Latina y en diversas regiones del planeta, cuyos espacios, han dejado de ser el patio trasero del sistema imperial son sede en Washington y se está en la ruta que resuelve los problemas, tanto nacionales como sociales, en aquellos países que han optado por la vía progresista.

10.                       Lo verdaderamente preocupante de este tema de los 585 millones para obra pública en Tepic, es la orientación equivocada, por la política equivocada, que, desde un nivel del Estado, el municipio, se le da al pueblo de nuestro municipio, siendo, también, por consecuencia, un mensaje al pueblo de Nayarit. Se distorsiona y pervierte así la conciencia social. Esa es la gravedad de este asunto. Es el desafío que tenemos quienes participamos en la actividad política, abrazándola, como lo que es, una ciencia, y, no, una aventura, tal cual, la conciben y practican, los promotores y ejecutores de la estrategia de la obra pública en el espacio territorial de los poderes estatales nayaritenses.

11.                       Los 585 millones, alientan, eso, si, la corrupción. Se palpa la avaricia al interior de la administración municipal. Andan como víboras, mordiéndose unos a otros. El bizne, es lo que les importa. Para muestras, un botón. El Secretario del Ayuntamiento, Rodrigo González Barrios, hizo a un lado la política, para hundirse en el fango de la avaricia, apartándose, torpemente, de la legalidad, como debió haber sido su obligación y responsabilidad. En el suceso, muy comentado, de la Colonia 15 de Mayo, no se ajustó ni partió de la legalidad, tal cual, era su deber institucional, legal y jurídico. Ahora, busca moros con tranchete. Operó y sigue operando el asunto, desde el pantano de la corrupción, incitando la confrontación y la violencia entre los vecinos, sin importarle los hechos de sangre que puedan darse allí, no obstante que tiene la obligación de contribuir a la unidad del asentamiento, pero, hace lo contrario, por lo que, tal escenario, lo hace acreedor al cese fulminante como alto funcionario municipal y, hasta, sanción penal, es decir, Rodrigo merece ir a la cárcel, por los acontecimientos de la 15 de Mayo; ya no existen distingos ni diferencias entre él y los panistas o priistas. Es igual, o peor, que ellos. Este ejemplo es suficiente y basta, para afirmar que el monto millonario ya acordado y echado a andar, con bombo y platillo en el Teatro del Pueblo el domingo 23 de agosto, incrementará el cáncer de la corrupción en el gobierno municipal de Tepic.

12.                       El alcalde Alejandro Gascón Mercado privilegió siempre la obra política. Nunca tuvo duda de ello. Ésta, la obra política, se sintetiza en los ya muy famosos Comités del Pueblo (que nada tienen que ver con los Comités de Acción Ciudadana de la actualidad), los informes mensuales, los Comandos de Vigilancia, la Economía Social, sin dejar de mencionar, la bandera heribertojariana levantada por este colegiado de gobierno, del concepto estratégico Municipio Libre, que lo convirtieron en figura nacional y le entregaron la medalla que lo acredita como el mejor gobernante, en este nivel, desde que Hernán Cortés instaló la vida municipal mexicana. Tal obra política, revolucionó de forma impresionante la obra pública de Tepic, multiplicándola, cuando menos, en cien veces más, que los cacareados 585 millones del actual cabildo; ello, gracias a la obra política, sustentada en la organización y, en la confianza, de las grandes masas tepicenses en su líder Alejandro Gascón.
 
13.                       La obra pública sin la obra política, se pierde, se desvanece; hoy es y mañana, no. La obra política es la que genera la obra pública de forma permanente y sólida. El actual gobierno municipal, encabezado por Polo Domínguez, podemos afirmar sin temor a equivocarnos a un año de haber iniciado su gestión, no tiene obra política, pues, todo el aparato andan como mayates contra la luz, sin tener claridad en el rumbo histórico que debe seguirse ni a quién van a servir: si a los ricos o a los pobres. Polo tuvo que recurrir con el peor de los presidentes de la república, para negociar los 585 millones y, manejar ese presupuesto, mismo que, no está claro todavía, dónde y cómo se manejará, porque el alcalde no lo informó con el detalle que lo debió hacer, más bien, él se dedicó a promocionar su aspiración de Gobernador, a través de un discurso de proselitismo electoral, igual que la Diputada Ivideliza en sus pretensiones de ser la próxima alcaldesa en nuestra capital.

14.                       En efecto, la Diputada Ivideliza en el evento del Teatro del Pueblo, habló como candidata a Presidenta Municipal de Tepic, lo que debería sancionarse severamente, si viviéramos en un Estado de Derecho. Sin embargo, lo que más llamó nuestra atención, es un incidente verdaderamente torpe, atrabancado e impolítico, protagonizado por el académico Alánez, dirigente del Consejo Consultivo Ciudadano del IMPLAN, a través de un pésimo discurso pronunciado en el mencionado acto, el cual, debería ser causal de preocupación de todos y cada uno de los integrantes del cabildo, por atreverse a colocar al organismo que él preside, muy por encima del órgano colegiado, electo por el voto universal de los tepicenses, cuyo suceso, avalado por el alcalde allí presente, nos expone los yerros en la conducción del gobierno, cometiendo así, burdas pifias que lo entierran en la ilegalidad, pues, con esta lamentable y deplorable participación del representante del Instituto de Planeación, no sólo, suplantan a la entidad constitucional, sino, se hacen aparecer como los representantes de toda la ciudadanía tepicense, cuando, en los hechos y la realidad, fueron cinco, o cuando más siete notables, quienes los eligieron, tal cual, si los tepicenses fuésemos dirigidos por los excelentes designios de una familia real, que puede ser, la personificada en Polo y Naranjo.