El poder económico chino

La industria del acero en América Latina y Europa atraviesa por una crisis, la cual pone en riesgo la existencia de miles de empleos, con lo que se incrementaría el desempleo y la pobreza alimentaria de la población. Los que saben de estas cosas señalan varios  factores determinantes de la situación crítica de la industria. Entre ellos mencionan a 1) La desaceleración económica mundial, 2) La caída de los precios del petróleo que ocasionó el cierre de proyectos de amplio consumo de acero, 3) La devaluación del rublo en Rusia que provocó que las exportaciones de su acero se abarataran y 4) La sobreacumulación del acero chino.

Los ineficaces capitalistas mexicanos se están quejando que los chinos están vendiendo su acero por debajo de los costos mexicanos. El vocero de Altos Hornos de México asegura que tienen costos arriba de los 450, de los 400 dólares el planchón de acero mientras que los asiáticos lo están vendiendo a 300 y 290 dólares. Y que por eso están demandando ante el gobierno, como lo está haciendo la industria siderúrgica del mundo occidental ante sus respectivos gobiernos, a que se tomen medidas “proteccionistas”, “antiliberales” aumentando aranceles o encareciendo el planchón de acero chino para que los nacionales ya no lo sigan comprando. Ni más ni menos que quieren que el pueblo pague su ineficacia.

Dicen los incapaces capitalistas mexicanos que la sobreacumulación del acero chino se inició en el segundo semestre del 2014 cuando la economía de ese país estaba creciendo a un menor ritmo que el periodo anterior, esto es, su crecimiento bajo de un 10 por ciento a un 7 por  ciento y por eso ya no pudo consumir toda su producción de acero. Se sabe que China produce más de 800 millones de toneladas de acero al año y que sólo ocupa la mitad de su producción; las restantes 400 toneladas las colocan en el mercado internacional. Y para cerrar con broche de oro dicen nuestros empresarios nacionales que las empresas siderúrgicas en China son en gran parte del Estado por lo que se compite en clara desventaja. A estos señores del capital se les olvidó su cantaleta que las empresas estatales son improductivas.

Ya lo hemos dicho innumerables veces en este espacio. El fenómeno de la sobreacumulación viene dado por un lado por la contracción del mercado o como muchos dicen, por la baja de la demanda efectiva del producto en cuestión, y por otro, por alto desarrollo científico-tecnológico al servicio de la industria. El mercado se contrae porque las familias trabajadoras que constituyen la gran masa de consumidores, ven contraer sus ingresos reales o sus capacidades de compra. Esto se da como consecuencia de las políticas públicas de los gobiernos que creen que con bajos salarios reales bajos en su país atraerán a los inversionistas del capital. Y esa fue y ha sido una constante en el gobierno mexicano de los últimos 35 años, para ser más exactos, desde Miguel de la Madrid hasta la fecha. A estas políticas las llaman instrumentos para  elevar la productividad del capital. Y hasta cierto punto tienen razón, con estos salarios de hambre fácilmente surgen los milmillonarios como Slim, Salinas Pliego, Azcárraga, etc. Pero existe otro procedimiento para abatir los precios, y este es la aplicación del desarrollo científico-tecnológico. Este último camino es el que ha seguido China con su tradicional “mano de obra barata”. De allí que la sobreacumulación de capital chino se fundamente en el desarrollo tecnológico el cual de manera más estable abate los precios al grado de hacerse invencible en el mercado mundial. Más vale que aprendamos mandarín. En fin