El periodismo con sentido

"El periodismo es el mejor oficio del mundo."
-Gabriel García Márquez.


La irrupción en el statu quo de la cotidianidad como resultado de la correlación de fenómenos singulares dignos de ser plasmados con creatividad y sentido, conlleva la oportunidad de una narrativa que justifique sin lugar a dudas su debido lugar en la historia, por su impacto y contenido descriptivo, por su legado novedoso y formativo al pueblo.

Así, la difusión del acontecer noticioso adquiere valor en función de los elementos empleados para la apropiación cognitiva; por ello la narrativa en el ejercicio periodístico transmite la voz y el sentimiento requeridos para conocer, entender y saber vivir en el espacio.

En este marco, la propuesta del experimentado periodista Jesús Lemus Barajas, quien impartió el pasado fin de semana el taller: "Narrativa periodística", a invitación de la Asociación de Mujeres Periodistas y Comunicadoras de Nayarit (AMPCN) que dirige la dinámica reportera Yndra Natalia López Hernández, y de la representación de la 'Casa del Periodista' en la Entidad, a cargo de las también comunicadoras Lorena Meza y Norma Cardoso, encuentra eco sobresaliente en una sociedad necesitada de recobrar su capacidad de asombro: del sentimiento subyacente en la esencia de la verdad impresa o publicada, y del fortalecimiento argumentativo para la toma racional de decisiones.

El evento, que tuvo verificativo en un céntrico hotel de la Capital, logró su objetivo:  congregar a los convocados, entre integrantes de la organización anfitriona e invitados especiales, en un tema toral por la coyuntura presente: hacer del registro noticioso uno que retome la identificación con sus receptores por la veracidad, la correspondiente estructuración lógica y persuasiva de los sucesos, al igual que  la retroalimentación de una profesión noble por sus fines: una sociedad debidamente formada e informada.

En las circunstancias ideales para la puesta en práctica de los planteamientos registrales de Lemus, que fueron desde una desbordante estridencia de festejantes "vecinos", en un salón casi adyacente al lugar del taller, lo mismo que la seductora mezcla aromática de platillos y viandas, especialidad de la casa, con el de la inconfundible hegemonía cafetil, se esparcía la inspiración de lo que hoy resulta con sentido en la construcción de textos vivos sobre la consabida realidad circundante.

El sabor hilarante de lo ameno en esa interacción vespertina, durante su tránsito al ocaso del día, trajo consigo la resolución colectiva de pergeñar una historia día con día que haga fluir la fuerza incitante de un claro objetivo de acción en la sociedad. "Tres elementos fundamentales -dijo el tallerista comunicador- se requieren para 'afilar el lápiz y emprender la lucha' en la tarea de conjuntar y dar vida al cuerpo narrativo de una noticia: autor (compromiso), actores (protagonistas y su papel) y marco (dónde, cuándo y cómo), a fin de poner en claro el por qué de la importancia de tal suceso y su consecuente efecto en la colectividad en general."

Qué bueno entonces que la comunicación a través de la narrativa periodística sea un conducto eficaz para la proyección estratégica "del diario acontecer de nuestra trama" con una perspectiva coincidente con la verdad y las propias necesidades imperantes.

El autor del polémico libro "Los malditos", tiene razón y apela pues a la efectividad de una nueva etapa en el periodismo que redunde en sendos cambios en la concepción social y de nuevas vías para comunicarse con racionalidad y responsabilidad. ¿Será meta hacia el corto plazo? Sólo el pueblo y sus periodistas lo dirán.

Las campañas hacia la recta final

Las campañas proselitistas prácticamente están llegando a su fin, y en ese marco se aprecia a los abanderados de las distintas fuerzas políticas haciendo lo propio para asegurarse el mejor lugar dentro del nuevo escenario tras el reacomodo respectivo después de la contienda del siete de junio.

En esta inédita coyuntura donde al parecer las expectativas ciudadanas sobrepasan con mucho la oferta de una reedición cíclica sui géneris de inminente choque entre dos mundos: "cuando lo viejo no acaba de morir y lo nuevo de nacer", se impone la obligada interactividad que comprenda modelos distintos de trato y comunicación con la gente, ante su creciente indiferencia, y con razón, de un sistema unilateral y vertical cuya esencia desde ha mucho no es el bien común, y en consecuencia el lógico agotamiento de toda una era.

Por ello, el resultado del siete de junio será significativo en la decodificación de la transformación que viene: "¿renovarse o morir?". Será elemental mantenerse alerta.