La relación peso dólar
Octavio Camelo Romero
18 de marzo de 2015
Nos informaron que el Banco de México colocó el martes la totalidad de 52 millones de dólares ofrecidos en una subasta diaria sin precio mínimo, a un tipo de cambio ponderado de 15.4262 por dólar. Esta operación se extenderá hasta el 8 de junio y es adicional a la ofrecida en diciembre de ofrecer 200 millones de dólares diarios con el fin de proveer liquidez al mercado cambiario y de apuntalar el valor del peso mexicano. Esta que aparenta ser una simple medida monetaria trae una profunda discusión teórica tras de sí, tan profunda como la crisis del capitalismo global de la cual es parte. Pero abordar estos asuntos es cuestión de varias historias. Por lo pronto iniciemos con una, con correspondiente a la teoría monetaria.
Allí la pretensión es someter la realidad social a ecuaciones matemáticas. Y esto obedece a la creencia de que la Naturaleza Social se comporta de la misma forma que la Naturaleza Física Inorgánica. Esto motiva la pretensión de expresar las relaciones sociales como relaciones cuantitativas puestas en ecuaciones matemáticas simples y lineales. Estos teóricos sociales no se han dado cuenta que ya ni siquiera el comportamiento físico inorgánico se puede formular con este tipo de ecuaciones simples, ni mucho menos lineales. Con ello demuestran un profundo desconocimiento de la realidad social en la cual están viviendo y que algunos dicen que están gobernando. Pero además su ignorancia es la causante de que al teorizar confundan las variables con las constantes y las variables dependientes con las variables independientes. Al final de estas confusiones sólo puede surgir un mundo irreal que, si no fuera porque son los teóricos del Gran Capital, no llamarían la atención.
Hace muchos años atrás, en el siglo XVI, por primera vez se explicó el fenómeno del alza de los precios. Se culpó a la enorme cantidad de oro robado por los españoles en las Américas y llevado a Europa a través de España, de tal desequilibro. A Juán Bodino se le debe la primera formulación matemática y las primeras confusiones monetaristas. La ecuación puede escribirse así: D=pQ donde D es la masa de dinero circulante, p son los precios y Q son las transacciones o los productos o los servicios, etc. Aquí están presentes varias ideas erróneas que se mantienen hasta el presente. Se piensa en una economía en equilibrio, de pleno empleo, que si sus factores no se mueven la economía se mantiene inalterada. También se piensa que los precios dependen de la masa de dinero circulante. Y para rematar se tiene la idea errónea de que el dinero es neutro y que su fuente es exógena. Por eso Bodino culpó al oro americano llevado a Europa como el causante de la subida de los precios, que además hoy confunden con "inflación".
No se puede pedir a los teóricos del siglo XVI la claridad que tenemos hoy de estos fenómenos. Primero porque el capitalismo estaba en gestación y segundo, porque "estaban haciendo camino al andar". Sin embargo hoy algunos teóricos conservan esas concepciones erróneas. Por eso es pertinente abordar estos asuntos.
Para empezar el "dinero" ni es neutro ni es un factor externo y ni mucho menos su creador único es el Banco Central. Cierto es que los Gobiernos a través del Banco Central emite la moneda nacional de curso forzoso. El peso mexicano por ejemplo. Pero la moneda circulante no puede ser estable ni depender únicamente del Banco Central. La industria o las empresas atesoran moneda durante cierto tiempo. Este atesoramiento está dado por los fondos de amortización, por las ventas, etc. En tanto no se utilice, esta moneda se depositará en los bancos a ciertos plazos. Por su parte el banco pagará al depositante cierta cantidad por concepto de rédito. Pero el banco para poder pagar ese rendimiento tiene que prestarlo a otros empresarios o individuos. Tan sólo con esta descripción se observa que el dinero no es neutro, no es externo y que su fuente en este caso no es el Banco Central, sino la Industria.
Por otra parte, las mercancías llegan al mercado con un cierto precio "a priori" dijera Kant. Pero en el mercado y como resultado de la competencia se establecerá el precio de venta o "a posteriori". Por lo tanto el precio no depende de la masa de moneda circulante la cual es totalmente flexible y fluctúa según las necesidades de la producción y circulación de mercancías dentro del capitalismo. Por todo lo anterior y para usar el lenguaje matemático, los precios y el volumen de producción son las variables independientes y la masa de dinero circulante es la variable dependiente. Con la presencia ya clara del capitalismo, se observa el impacto que tiene la velocidad de la circulación de la moneda la cual impacta de manera inversa a la masa circulante. Y así llegamos a la ecuación DV=pQ, donde V representa cierta velocidad de circulación del dinero.
En realidad quienes circulan son las mercancías. Las monedas nacionales o el peso mexicano solo sirven como medio de circulación. El valor del peso es respaldado por los metales preciosos y en el tiempo presente por el dólar, en su función de patrón como el oro. Si hay una excesiva cantidad de moneda en circulación y no cuenta con su debido respaldo entonces la moneda se devalúa y se pagará más por un dólar. Y el peso mexicano recientemente se devaluó por la caída del precio del petróleo. Pero si el dólar se revalúa entonces se pagará más por un dólar. El problema es que el dólar no está revaluado, más bien está devaluado y ha arrastrado al peso y a otras monedas mundiales a la devaluación.
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