La lucha por el SPAUAN

El asunto universitario todavía no está resuelto. El cochinero sigue y tal parece que como los gatos, se trata de tapar la suciedad con tierra. La legislación universitaria está violada pero como dijera Layín, “no más poquito”.  Si atendiéramos a su normativa la Universidad debiera estar organizada por Áreas del Conocimiento y las autoridades debieran ser Consejos. Si vemos la realidad existen en el mejor de los casos remedos de Áreas al lado de “Facultades y escuelas” en lugar de “programas educativos”. Los directores académicos en el mejor de los casos son figuras decorativas y el poder supra-universitario se ha centrado en los cuatro fantásticos: el rector, el dirigente del SETUAN, el dirigente del SPAUAN y el dirigente de la FEUAN. Sin embargo en la distribución del poder dentro del Consejo General Universitario el sector con mayor poder es FEUAN porque controla a todos los estudiantes que representan poco menos de la mitad de integrantes del CGU y a no pocos directores de escuelas y preparatorias. Sigue en poderío el SETUAN con algunos directores y funcionarios, el Rector con algunos funcionarios y al último el SPAUAN. Fuera del Consejo, quienes detentan el poder son el Rector y el dirigente del SETUAN. Allí el SPAUAN no pinta y la FEUAN pinta más que el sindicato de maestros. Bajo estas condiciones se destapa la “porquería universitaria”.  Nóminas inequitativas donde gana más un tiempo completo administrativo que un tiempo completo académico, donde se cobra en nómina administrativa y en nómina académica, donde algunos administrativos tienen los ingresos más altos que cualquiera del resto de académicos, donde las pandillas se reflejan en las nóminas. Y como si eso no fuera suficiente, se confabulan para dejar al fondo de pensiones y jubilaciones sin fondo y según dicen con un adeudo de más de 30 millones de pesos, para otorgar servicios médicos a trabajadores y estudiantes que cuentan con IMSS, para desaparecer el 12% del sobre impuesto para la UAN y para pagar a las más de 1500 plazas que la SEP no reconoce a la universidad, de las cuales más de 1000 corresponden a plazas del SETUAN y el resto seguramente son de los estudiantes que la FEUAN cuela como docentes. Lo grave del asunto es que no se está haciendo nada por remediar la situación y se está echando tierrita para sepultar la corrupción, las trapacerías, los fraudes, etc. Seguramente la impunidad saldrá vencedora.

Por si esto no bastara, se percibe una lucha sorda por controlar al SPAUAN. Y es que las condiciones están dadas para ello. En el sindicato académico existen infiltraciones tanto del SETUAN como de la FEUAN. Ambas organizaciones tienen sus representaciones. Y esto es explicable porque de no ser de esa manera Carlos no hubiera llegado a la secretaría general. Sin embargo parece que algo no les ha gustado de él porque se escuchan voces para impedir, en el mejor de los casos, la reelección del dirigente del SPAUAN, cuando no, para bajarlo antes. Parece que con toda y la mesura de Carlos, éste no ha hecho lo que esperaban los otros que hiciera o ha hecho de más. Se sabe que las aguas se están moviendo y no precisamente en el sentido de apoyar el saneamiento del cochinero de la universidad, sino más bien en el sentido de tener controlado a todos los sectores para hacer triunfar a la impunidad. En ese sentido el SPAUAN es codiciado y por eso, dentro de ese movimiento por demás tempranero, ya se están visitando a distinguidos académicos con el propósito de concientizarlos o corromperlos según sea la óptica desde la cual se mire, e involucrarlos en esa aventura. Sin embargo, existimos académicos que queremos un saneamiento universitario y un sindicato identificado con los intereses de los docentes. En fin.