Mujer
Rocío Alegría Treviño
09 de marzo de 2015
Hablar de la mujer, es hablar de Dios mismo,
pues en ella puso especial atención,
la hizo hermosa, delicada y suave como un cisne;
pero fuerte, luchadora, toda una guerrera,
es dulce, generosa, afable y emotiva:
pero se yergue altiva cuando es ofendida,
se muestra toda en su grandeza, como lo que es. . . Mujer
Una mujer que sabe ser madre y padre;
abogada, doctora, psicóloga, terapeuta;
diseñadora y cocinera,
lo que sus hijos requieran ella, lo es.
Es sinónimo de sensibilidad, de sutileza, de armonía,
sensualidad y entereza.
En ella se conjuga un ser delicado y a la vez sólido como la roca.
Según como sea tratada, ella sabe defenderse;
es digna, respetuosa, llena de grandeza y sabiduría.
Sabe que con amor y con miel se atraen las cosas,
que se debe luchar por la armonía,
la paz y el amor.
Ama a sus hijos por sobre todas las cosas,
en ellos pone su empeño y devoción,
es ella forjadora de seres que el día de mañana
representarán con sus obras los anhelos de su madre,
de ser profesionistas, artistas, compositores,
artesanos, bomberos, policías, toda ocupación es noble;
y ella lucha porque sus hijos tengan un mañana distinto,
un mañana lleno de ilusiones, de luces de colores;
pero sobre todo de esperanzas, de fe y fortaleza,
los enseña a bogar por el mundo, a saberse defender,
a respetar y darse a respetar,
a ser dignos, a engrandecerse siendo humildes,
leales, afanosos y sobre todo amorosos.
Mujer, cúmulo de contradicciones,
ora belleza, ora trabajo y desazón,
pero jamás desmayas, porque no te lo permites,
no te das tiempo para ello, tienes un motor que te motiva,
que te mueve, son tus hijos, tu más grande ilusión.
Mujer, tejedora de sueños, tejedora de Amor,
Bendita seas. . . Mujer!!
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