¿Es acaso un ángel?

Sé tan poco sobre ella y al mismo tiempo siento que la conozco de mucho tiempo atrás. Ignoro su apellido, pero su nombre lo escuché por primera vez hace poco más de un año, cuando ingresó a universidad donde yo estudiaba y pude conocerla, su nombre es Katy.

Por alguna razón que hasta el momento me resulta inexplicable, aquella chica nueva, tímida y estudiosa a más no poder, era capaz de transmitirme cierta paz cuando cruzaba palabra con ella por algunos minutos. Es de esas palabras en cuya vida se nota la presencia de Dios y la ausencia de cualquier vestigio de maldad. En un mundo donde muchas cosas suelen ser podredumbre y simulación, cualquier rastro de pureza nos recuerda que aún hay esperanza, que no todo está perdido… eso, justamente eso es lo que transmiten las personas como ella. La recuerdo por primera vez sentada en clase, con su largo cabello negro cayendo sobre su espalda cual si fuera una cascada, atenta a la cátedra que impartía alguno de los maestros que, en honor a la verdad, no recuerdo. Al finalizar, uno de nuestros compañeros tuvo la amabilidad de presentarme a la nueva compañera –pues para variar, había llegado tarde aquel día y no la pude saludar antes de clase-.

-Hola, soy Katy- me dijo al tiempo que sonreía. Su sonrisa y su mirada eran transparentes, no escondía tras sus ojos cafés ninguna malicia y por el contrario, a simple vista se le percibía la nobleza que después, no solo yo, sino todos mis compañeros apreciamos. Ella es de esas personas que nos hacen pensar que en verdad es posible que los ángeles transiten sobre la tierra.

¿Por qué escribir esto? Porque vale la pena. Durante los últimos años, la inmensa mayoría de los artículos que he publicado son de contenido político y, citando al periodista y escritor Francisco Cruz Jiménez, “cada que termino de escribir y leo mi propia obra, termino destrozado al recordar lo que el sistema político le ha hecho a México”. Hoy quise redactar sobre una persona a la que admiro, respeto y aprecio mucho, una joven mujer que sin mayores alardes fue capaz de hacer entender al terco que escribe las presentes líneas que mientras existan personas como ella, bien vale la pena seguir luchando.

Además, para ser honestos, existe otra razón. Hoy 28 de febrero, cuando una gran cantidad de nayaritas se encuentran a la expectativa del festejo del cumpleaños de Hilario Ramírez Villanueva, el alcalde de San Blas mejor conocido como “El amigo Layín”, quienes conocemos a Katy, le damos gracias a Dios de que en una fecha como esta, a las tres de la tarde de hace poco más de 20 años, nos haya enviado a ese ángel maravilloso al que tengo la bendición de conocer. ¡Felicidades Katy!