Enfermiza ansia de reconocimiento
Francisco Cruz Angulo
25 de Febrero de 2015
La desmesura concluye en la ridiculez o en la tragedia. La terrible megalomanía del alcalde de San Blas, Hilario Ramírez a) “Layín” por un recóndito deseo de ser reconocido o tal vez por una temprana ambición de poderse promueve a lo largo y ancho del Estado como un personaje benefactor de los pobres.
Para lograr su propósito días antes del 28 de febrero, día de su cumpleaños compró grandes espectaculares mismos que fueron colocados a las entradas de las principales vías de acceso en varias cabeceras municipales invitando a celebrar su cumpleaños en Huaristemba, Mpio. de San Blas.
Así mismo por otros medios de comunicación divulga que brindará a cerca de 100,000 asistentes que dice acudirán a su festejo opípara birriada producto del sacrificio de 50 reses; dice tener varios tráileres cargados de cerveza como para embriagar a todos sus invitados y amenizada la comilitona por la Banda el Recodo.
Pan y circo solían decir los gobernantes de la milenaria Roma que la utilizaban para tender una cortina de humo por los gobernantes corruptos e ineptos.
¿Posee Hilario Ramírez “Layín” tanto dinero en su chequera personal como para darse el lujo de pagar costosas comilitonas y entregar constante y sonante en plazas públicas cual si fuera bolo en bautizos domingueros?
“Layín” Ramírez no debe olvidar su responsabilidad como servidor público y por tal motivo está obligado a rendir cuentas aun el de su chequera personal.
Recordemos como en los últimos años hemos conocido la manera de como el crimen organizado ha metido sus tentáculos en los gobiernos municipales, no solo para limpiar el dinero sucio sino para capturar mercados en la venta de la droga. El mejor ejemplo lo tenemos en municipios de Guerrero, Morelos, Michoacán, Tamaulipas y Veracruz.
Esto no quiere decir que en el municipio de San Blas prevalezca esta misma situación. Lo que si es conveniente es que las autoridades correspondientes no soslayen el origen del dinero con que se financia estos costosos bacanales.
Para ello sería loable que “Layín” Ramírez transparentara su patrimonio familiar y el origen de sus recursos económicos. Lo ideal es que lo hiciera público como así lo deben hacer todos los servidores públicos; y si no es por esta vía por lo menos que haga pública su declaración de impuestos.
¿Por qué lo anterior? Porque para nadie de buen juicio pasará inadvertido la conducta atípica de “Layín”.
Nadie se desprende con tanta facilidad de su patrimonio familiar sin sacar raja personal, puesto que el mismo Layín dice que no tiene ambiciones políticas. Eso mismo decían los hampones guerrerenses y michoacanos que hoy están en la cárcel.
Lamento que se continúe trivializándose la conducta populachera que a veces raya en el cinismo.
Nuestra clase política nayarita debe ser prudente si es que acude a este tipo de eventos que despiertan tantas suspicacias. No vaya a ser que en lo futuro les ocurra un sucio balconeo como hoy lo sufren Guadalupe Acosta Naranjo y su esposa la Dip. Sonia Ibarra al ser divulgada una fotografía en donde aparecen junto al ex alcalde de Iguala, Guerrero, José Luis Abarca presunto responsable intelectual de la desaparición y asesinato de 43 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa y jefe de la banda de narcotraficantes “guerreros unidos”. Hay que aprender en cabeza ajena…
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