El fracaso de las políticas educativas

La educación de una sociedad tiene que ver con la asimilación por un lado, y con la transmisión por el otro, de toda la experiencia histórico-social que las nuevas generaciones de humanos deben apropiarse y que las generaciones pasadas y salientes deben heredar. Además tiene la tarea de formar e instrumentar a las nuevas generaciones en la solución de aquellos problemas que quedaron pendientes en su resolución y de los que se visualicen en el futuro.

En cuanto se requirió que la educación llegara a las masas, y ante la premura de tener una mano de obra con cierto grado de cultura y de habilidades desarrolladas, el Estado asume estas  funciones mediante la llamada "Educación Pública".  De acuerdo a la demanda de la mano de obra con cierta cualificación, se diseñaron las Políticas Públicas tanto para capacitar a los docentes como para adiestrar a la mano de obra requerida. Sin embargo estos requerimientos de calificación de la fuerza de trabajo no son constantes en el tiempo y van cambiando de época en época; van evolucionando conforme se van desarrollando “las fuerzas productivas materiales”; van progresando conforme se van desplegando las nuevas formas de organización de la producción en la sociedad. Por eso tanto el contenido como los métodos de la enseñanza o del adiestramiento tienen necesariamente que ser dinámicos, no estáticos. Pero el cambio en si no es precisamente el que se requiere; vale decir que en ocasiones se habla de modificaciones ascendentes y resultan prácticas opuestas a las anunciadas. Eso acontece porque se mal-copian modelos educativos de otros países y se descontextualizan en su implementación. Por eso se habla de una Reforma Educativa en el país que más bien parece una Reforma Laboral; y por eso la implementación de la mentada reforma se sustenta en el texto gratuito que de por sí trae una única mal-visión del mundo y de la sociedad, además de los errores y las erratas.

En México han fracasado la Reforma Educativa y las Políticas Públicas en Educación. Han fracasado las Normales, en cuanto Instituciones del Estado Mexicano para formar al magisterio nacional y estatal. Han fracasado los Planes y Programas de estudio en todos los niveles educativos. Ha fracasado el SNTE como organismo aglutinador de los maestros y responsable de la implementación del Proyecto Educativo del Estado Mexicano. Ha fracasado el Presidente de la República en cuanto titular del Poder Ejecutivo de la Nación y responsable directo de la Educación Pública mexicana, y han fracasado los gobernadores de las entidades federativas por cuanto ellos son los responsables políticos de lo que acontece en su entidad. Ante estos fracasos y ante los pigmeos intelectuales responsables de las Instituciones Públicas lo más inmediato es  ahogar cualquier intento educativo que los ponga en evidencia.

La Educación en cuanto fenómeno social es el engarce de todas las generaciones. Y es de una de las más grandes irresponsabilidades no concebirla de esta manera. Concebida así, surgen necesidades y requerimientos de diseños curriculares adecuados a las exigencias de las épocas presente y futura. De acuerdo al planteamiento anterior debieran revisarse los contenidos programáticos y los aspectos pedagógicos y didácticos en todos los niveles desde la educación inicial hasta el bachillerato. Debiera aprovecharse la coyuntura de los nuevos nombramientos de las autoridades educativas en Nayarit para hacer una revisión a fondo del estado en que se encuentran las normales, tanto básica como superior, y modernizarla en sus planes y programas de estudio así como actualizar y capacitar al personal docente que lo requiera. Debiera revisarse la calidad educativa de toda la planta de profesores del sistema federal para actualizar y capacitar a quienes lo requieran. Debiera de tomarse la normatividad y los planes y programas nacionales como piso de desplante no como techo o límite infranqueable. En SEPEN si bien es cierto que va alguien que al parecer no ha trabajado en la educación básica como es Héctor López Santiago, se sabe que es un universitario que vivió de cerca la reforma universitaria cuando era dirigente de la FEUAN; con esa experiencia pudiera generar una transformación educativa de lo que se encuentre. Peor no puede ser. En fin.