El año 2015 será de penurias

Peor que en 2014, será la situación socio-económica de las familias de los trabajadores para el año 2015. Se visualiza otra crisis económica mundial. Los grandes consumidores del planeta son la Unión Europea, Japón, EEUU y China. Si en estos países se contrae el mercado esto se refleja en una desaceleración de la economía global, dicen los economistas. Y por lo tanto, la tasa de crecimiento económico de las naciones “desarrolladas” tenderá a la disminución. Que fue precisamente lo que aconteció en 2014; la Unión Europea y Japón crecieron a menos del 1%, EEUU lo hizo alrededor del 2%, China cayó del 10 al 7% y el Reino Unido anduvo en alrededor del 3%. Y por si fuera poco, la OCDE no augura buena economía para el 2015 en la Unión Europea y en Japón.

En este espacio hemos repetido hasta el cansancio lo que está aconteciendo con la economía global, el por qué de tal situación y las posibles salidas para evitar un daño mayor a la lánguida economía de las familias de los trabajadores. Pero los políticos globales y los partidos políticos nacionales que les siguen el juego definitivamente no se preocupan por los intereses populares. Las políticas públicas que el capital transnacional dicta y que los gobiernos nacionales administran son totalmente contrarias al bienestar de la Nación.

Ya lo hemos dicho con anterioridad: en la inversión del capital una parte se destina a la compra de los medios de producción y otra, al pago de los trabajadores o al salario. Al término del proceso de producción el producto tiene que ir al mercado y esperar su venta o realización como valor. Tras la venta se renueva el proceso de producción. Empero, ¿quiénes van a comprar en el comercio? Pues lo mismos empresarios y los mismos trabajadores asalariados. Los trabajadores comprarán los medios de vida y los empresarios, los  medios de producción. Si a los asalariados se les rebaja su salario real entonces estos comprarán menos medios de vida porque se les redujo su capacidad de compra. Y al contraerse el mercado de los medios de vida, los empresarios que los producen comprarán menos medios de producción. Y allí se da la contracción del mercado de los medios de producción, la no venta de la maquinaria, equipo, instrumentos y materias primas que se usan en la producción de los medios de vida. Si estas limitaciones persisten, entonces habrá necesariamente una inactividad económica porque los inventarios de mercancías no se mueven. Una alternativa para mover los inventarios es otorgar créditos, o sea, ventas con pagos a futuro. Y entre otras, esta es una de las salidas a la contracción del mercado que se está usando en el mundo, el uso de los plásticos. Otra opción y que es la económicamente acertada dentro del capitalismo global, es aumentar la absorción del mercado o la capacidad adquisitiva de la masa de los trabajadores. Para ello hay dos caminos, uno es abrir más puestos de trabajo para aumentar la cantidad de consumidores deprimidos que es la pretensión del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto. Y el otro camino es subir salarios por encima del índice de inflación, o sea, contrario a como se viene haciendo por el gobierno del país. De no darse ninguna de las opciones mencionadas, es inminente la inactividad económica o crisis capitalista.

El capitalismo global no es igual al capitalismo internacional; en este último cada país era independiente de los demás; cada uno tenía sus propios procesos productivos y económicos, A lo sumo había acuerdos o tratados pero se mantenía la independencia. El capitalismo global por su parte integra a todos los procesos mundiales en un único proceso de producción y a la vez hace que todos los países del planeta se constituyan en sus elementos, esto es, los incorpora como partes orgánicas del modo de producción capitalista global. De allí la interdependencia orgánica  y el por qué la interacción entre ellos sea más sentida. Esto explica el por qué de lo que pase en un país repercuta en toda la economía global. Por ello el 2015 será un año de penurias.