El nuevo director del IPN
Octavio Camelo Romero
21 de noviembre de 2014
El Instituto Politécnico Nacional, IPN por sus siglas, ya cuenta con nuevo director general; se trata de Enrique Fernández Fassnacht, quien se venía desempeñando como secretario general de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior, ANUIES por sus siglas. El nuevo director general del IPN cursó la licenciatura en la Escuela Superior de Ingeniería Química e Industrias Extractivas mejor conocida por ESIQUIE del IPN, la maestría en la División de Ciencias Básicas e Ingeniería de la Universidad Autónoma Metropolitana, UAM, unidad Iztapalapa y, es doctor en química con especialidad en físico-química por la División de Estudios de Posgrado de la Facultad de Química de la Universidad Nacional Autónoma de México, UNAM. En el Instituto Mexicano del Petróleo se desempeñó en la investigación básica de procesos durante el período1973-1974; fue investigador nacional en el área de ciencias físico-matemáticas durante los periodos 1984-1987 y 1987-1990; fue uno de los cinco finalistas en el concurso para seleccionar al primer mexicano que viajaría al espacio con el fin de poner en órbita el satélite Morelos I y de realizar diversos experimentos; en1985 obtuvo la medalla Gabino Barreda por haber logrado el más alto promedio de calificaciones en los estudios de doctorado en la UNAM. Y también ha participado en varios comités en la Secretaría de Educación Pública, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología y en el Centro Nacional de Evaluación. Como quien dice es un director de lujo. Pero la SEP lo ha desgastado enfrentándolo a los estudiantes del IPN al fungir como integrante de la representación gubernamental en las mesas de diálogo, lo cual les pareció muy mala señal a los estudiantes. El nombramiento lo hizo público el subsecretario de Educación Superior, Fernando Serrano Migallón, luego de una larga jornada de diálogo en el auditorio Alejo Peralta de Zacatenco; el funcionario informó al inicio de la sexta reunión plenaria que la designación fue realizada ese mismo día, pero que su nombre se daría a conocer hasta que los acuerdos entre alumnos y funcionarios fueran formalizados. Ya había cinco preacuerdos prácticamente listos y tres más fueron trabajados; el primer punto de los tres referente a los grupos porriles fue mero trámite, pues los funcionarios aceptaron las modificaciones pedidas por los politécnicos. Por otro lado hubo una infructuosa discusión en torno a la participación del nuevo director en la planeación del Congreso Nacional Politécnico, CNP por sus siglas. Los estudiantes pedían que no tomara parte en ello y que la constitución de la comisión que lo organizará estuviera a cargo de un grupo estudiantil, situación contrario opinaron los funcionarios argumentando que todos los sectores del Politécnico deben estar presentes, motivo por el cual el representante legal del IPN deberá participar. Los avances en los acuerdos son prácticamente excelentes aunque se presenta un preocupante problema: la presencia de grupos violentos que desfiguran las marchas y los movimientos legítimos y que se antoja pensar que son enviados por el propio Estado para justificar una represión. En fin.
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