Justicia a los pepenadores
Francisco Cruz Angulo
19 de noviembre de 2014
En un acto de justicia social el Gobernador Roberto Sandoval entregó en días pasados 150 viviendas con un valor aproximado de 280 mil pesos cada una a igual número de familias que desde hace décadas sobreviven en condiciones inhumanas en las inmediaciones de los tiraderos de basura en las afueras de Tepic. El sostén diario de esas familias es por lo que recolectan y luego venden materiales que son reciclados por el sector industrial.
A esta generosa acción de gobierno añadamos otra a favor de las familias de los agentes de la policía Nayarit.
Como lo señaló con acierto el mandatario nayarita cuando la gente le da las gracias: “no me den las gracias; es nuestra responsabilidad como servidores públicos”.
Por supuesto la gente debe tomar conciencia que toda obra pública se financia con los impuestos de todos y no de los bolsillos de los gobernantes.
La obligación de todo servidor público es administrar bien, con honradez y transparencia los recursos públicos provenientes de las haciendas municipales, estatales y federal.
Los demás integrantes del gabinete de Roberto Sandoval deben seguir su ejemplo pues no falta que funcionario sea proclive a que le rindan culto a su personalidad.
El hecho de otorgar una vivienda digna a las familias más pobres merece nuestro reconocimiento público…
EL PRD EN SU PEOR MOMENTO
La crisis política y de seguridad pública en el Estado de Guerrero gobernado por un ex priista y luego adoptado por el Partido de la Revolución Democrática (PRD), no solo exhibe la debilidad institucional sino que puso al descubierto la manera como las bandas del crimen organizado -sea por presión o complicidad- se encumbraron a las presidencias municipales de aquella entidad al igual como ocurrió en el Estado de Michoacán gobernado por el PRI.
Lo más grave de esta crisis es que puso en la picota pública al Gobierno Federal encabezado por Enrique Peña Nieto y a los tres partidos más importantes en el país como lo son el PAN, PRI y PRD, más a este último partido político que hoy enfrenta uno de sus peores momentos.
El lunes pasado la corriente encabezada por su líder histórico Ing. Cuauhtémoc Cárdenas en un desplegado público demandó la renuncia de todo el comité ejecutivo nacional presidido por Carlos Navarrete recién electo líder nacional, quien por cierto respondió el día de ayer que no renunciaría porque fue electo democráticamente por el consejo nacional que, según él, representan a cerca de 2 millones de militantes.
La actual dirección nacional del PRD tiene varios frentes que encarar:
1.-La pérdida de credibilidad como una opción de gobierno. Hasta el día de hoy están bajo investigación de la PGR más de una veintena de ayuntamientos en esa entidad, gobernados por perredistas. Se presume que sus alcaldes tienen vínculos con el crimen organizado, sea directa o indirectamente.
Estos hechos evidencian que los órganos electorales de ese partido toleraron la designación de candidatos a los puestos de elección popular, no por su buena trayectoria política sino a quienes supuestamente eran más populares y con suficiente dinero para financiar sus campañas. Los llamados candidatos externos fueron los caballos de Troya que hoy tienen al PRD en su crisis interna.
2.-Con la deserción de López Obrador perdió el PRD a su maquinita de generar millones de votos. Está claro que sin el carismático líder tabasqueño que llenaba de gente las plazas públicas en el país debido a sus belicosas arengas, ese partido de izquierda junto con sus coaligados PT y Movimiento Ciudadano jamás hubieran sacado los más de 13 millones de votos en la elección presidencial del 2012 y no tuvieran la gran cantidad de diputados y senadores en el Congreso de la Unión.
Con el surgimiento del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) liderado por López Obrador ahora el voto de izquierda tendrán que disputárselo al Peje en las próximas elecciones federales y estatales en el 2015.
López Obrador es un ave de tempestades y está en su mejor momento para ganar posiciones de poder el próximo año, mientras que el partido del Sol Azteca dispone de muy pocos dirigentes de prestigio nacional.
Aunque la corriente hegemónica “nueva izquierda” dirigida por los “chuchos” se obstina en negar esta realidad, con la probable renuncia del Ing. Cuauhtémoc Cárdenas a las filas de ese partido, el PRD corre el grave riesgo de irse hasta el cuarto lugar como fuerza política-electoral.
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