El factor Echevarría

A pesar de que en lo personal, considero que el heredero del emporio de Grupo Álica, Antonio Echevarría García, no será candidato a gobernador en el 2017, sí creo que tanto él como su familia tendrán mucho peso en la sucesión gubernamental que se avecina.

Cuentan que allá por 1975, siendo candidato a la presidencia de México el Lic. José López Portillo, un joven empresario priísta le cayó bien durante una visita del candidato a nuestro estado, se trataba de Antonio Echevarría Domínguez. López Portillo le pidió al coronel Rogelio Flores Curiel, gobernador de Nayarit en ese entonces, que tomara en cuenta al joven empresario para integrar su gabinete, recomendación a la que el militar hizo caso, por lo que designó a Echevarría secretario de finanzas, llegando a ser con el tiempo incluso, compadre de Toño –como ya se le conocía- y de su esposa, la señora Martha Elena. Echevarría fue secretario de finanzas de Flores Curiel y repitió con don Emilio M. González, de quien también fue amigo y padrino (de boda religiosa, cuando casó con Verónica Valdez Sojo, qepd), estuvo fuera del gobierno de Celso Delgado y durante ese tiempo se dedicó a hacer crecer su fortuna personal, pero regresó a la administración pública a finales de octubre de 1993, como secretario general de gobierno en la administración naciente de Rigoberto Ochoa Zaragoza, aparentemente por una orden directa del secretario de gobernación, el chiapaneco Patrocinio González Blanco. Poco duró en el cargo y regresó a la iniciativa privada, solo para retornar a la política 5 años más tarde como “el candidato del cambio” a la gubernatura de Nayarit. Es decir, Toño Echevarría ha tenido un lugar privilegiado dentro de la política nayarita durante al menos los últimos 38 años. A pesar de que durante la pasada campaña intermedia, se refirió a quienes buscan una alcaldía como “muertos de hambre”, olvida Toño que él mismo fue alcalde suplente entre 1976 y 1979, cuando gobernó Tepic el arquitecto José Ramón Navarro y Echevarría, siendo secretario de finanzas, también era suplente del presidente municipal de Tepic. Hizo un intento por ser candidato a la presidencia municipal de Tepic en 1996, -según el mismo Echevarría- pero en aquella ocasión “el dedo divino” favoreció a Félix Torres Haro.

Hoy Toño ha dejado de buscar oportunidades políticas, abiertamente reconoce que para él la política es simple y sencillamente uno más de sus negocios. Sabe que su familia posee un capital político considerable y no pierde oportunidad para ponerle precio. En 2006, cuando decidió apoyar a Andrés Manuel López Obrador en su primer intento por lograr la presidencia de la república, Antonio Echevarría negoció una de las dos senadurías que componían la fórmula de la “coalición por el bien de todos” (PRD, PT y CONVERGENCIA). Su candidato era el hoy alcalde de Tepic, Dr. Leopoldo Domínguez González, pero Guadalupe Acosta Naranjo, a la sazón secretario general del CEN perredista, amenazó con renunciar si no era el ex rector de la UAN, Mtro. Francisco Javier Castellón Fonseca, quien encabezara la fórmula de la coalición al senado de la república. Cuando el CEN respetó la posición que Acosta Naranjo solicitaba, Echevarría perdió interés en la campaña lopezobradorista, tampoco su primo, el Dr. Polo Domínguez aceptó la candidatura que finalmente y de última hora recayó en el Lic. Carlos Hernández Ibarría.

Tres años más tarde, la señora Martha Elena García, esposa del ex gobernador, se convierte en candidata del PRD a diputada federal por Tepic, con el aval político de Guadalupe Acosta Naranjo y el aval económico de Toño Echevarría, quien sabe la importancia de contar con poder político familiar. La señora Martha Elena no ganó la elección por la gubernatura del estado en 2011, dicen muchos ex colaboradores cercanos al grupo echevarrista que gracias a un pacto entre Antonio Echevarría García y el entonces candidato del PRI, Roberto Sandoval Castañeda. Sea como fuere, en cada proceso electoral hay un Echevarría presente.

A 3 años de la próxima elección para elegir gobernador del estado, Antonio Echevarría cuenta con dos alfiles para competir, su primo y actual alcalde capitalino, Polo Domínguez –quien se deshizo en agradecimientos hacia su primo durante su toma de protesta como alcalde- y su hijo, Antonio Echevarría García. Ambos parecen hacer una campaña coordinada, comienzan a recorrer el estado a veces por su cuenta y en otras ocasiones juntos. Los dos son vistos como aspirantes, pero no hay disputa entre ellos, tienen intereses en común, son –parafraseando a Antonio Echevarría Domínguez- “ganado del mismo corral”. El consenso popular y las tablas para competir por la gubernatura las trae el Dr. Polo Domínguez, por ello es que sostengo que los recorridos por el estado, las estructuras de mujeres y de jóvenes que se arman para AEG, son solo un intento de aumentar sus bonos políticos y poder negociar mejor en 2017, como se le ha vuelto costumbre al hombre que gobernó Nayarit bajo la bandera del “Cambio” a partir de 1999.