Asfixiante incapacidad
Oscar González Bonilla
12 de noviembre de 2014
Quien sea el responsable, abominable es la matanza de los estudiantes normalistas de Ayotzinapa en Guerrero, barbarie que no solo conmocionó a los mexicanos, sino a gran parte de habitantes del planeta, entre ellos celebridades como el Papa Francisco. Ha puesto a nuestro país al bordo de un estallido social, porque son muchos los ingredientes de inconformidad que han fastidiado a las clases desposeídas que la alteración del orden público a la vuelta de la esquina puede ser realidad.
Si en Nayarit se presentara situación de esta naturaleza, bueno, de menor dimensión, ni imaginar cómo el gobierno de Roberto Sandoval pudiera dar solución si prolifera la mediocridad en el cuerpo de funcionarios de su gabinete. Una salida política a un conflicto social de mediana trascendencia nacional, no se encontraría porque el conjunto de servidores públicos del gobierno de la gente carece de experiencia en la materia. La materia gris en razón de la actividad política está ausente. En apoyo tendrían que venir de fuera de nuestra entidad las personas con habilidad y prudencia en el manejo de este tipo de asuntos.
Pero si se tratara de problema de seguridad pública, tampoco habría solución al canto. El titular de la Fiscalía General del Estado, Edgar Veytia, es abogado egresado de la desacreditada Universidad del Álica y más que inteligente es un tipo voluntarioso, que a fuerza de la intuición ha sorteado medianamente serios apuros de delincuencia organizada que no ha terminado de erradicar en nuestra entidad. Veytia, por tanto, carece de preparación académica y policial, ni tan siquiera es poseedor de experiencia práctica en ningún cuerpo de seguridad del país. Su quehacer como Fiscal ha sido a troche y moche, con la salvedad de que los conocimientos alcanzados son con base en la práctica. Y le ha ido bien, tiene suerte el bato.
Pero los nayaritas podemos dormir tranquilos, no pasa nada. Hechos de cualesquier naturaleza que pudieran colocar los ojos de la nación mexicana en nuestra entidad, calculo que no ocurrirán en los tres años que restan al sexenio de Roberto Sandoval. No pasa de una que otra ejecución por sicarios, homicidios dolosos, delincuencia común y robos patrimoniales, estos elevados a la enésima potencia por la inexistencia de trabajo. Lo que si alarma es la suma de suicidios ocurridos durante este año en Nayarit, cuya cifra es, según cálculos periodísticos, de entre 68 a 69. Aunque poca importancia a este suceso, único en el país, dan las autoridades estatales, deberían investigar si la mayoría de suicidios son producto de la falta de empleo o de comida en la mesa familiar.
Al igual que el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, el gobernador Roberto Sandoval posee propiedades aunque no en magnitud ni valor de las de aquel. Es dueño del rancho nombrado “El Sueño”, cuya ubicación es en el ejido de Aután, municipio de San Blas. Según lugareños tiene extensión mínima de quince hectáreas (hay quienes aseguran que son 27). Las parcelas que hoy constituyen la granja ganadera fueron adquiridas por Elías Salas, propietario de una carnicería en Villa Hidalgo, municipio de Santiago Ixcuintla, donde retozan cantidad de yeguas, garañones y crías de alto registro. Cuenta con estancia y los menesteres adyacentes de una casa de campo, no con riqueza ostentosa, pero sí sobresaliente.Bueno, el mandatario estatal se ha dado el lujo allí en su rancho de tomar protesta y dar posesión a sus nuevos colaboradores, como fue el caso de Fidel Cristobal Serratos para que asumiera la Secretaría de Desarrollo Rural y demás yerbas. A propósito, en la entrada al rancho tiene la figura al tamaño natural de El Dandy, caballo de estima del gobernador Sandoval, que de repente murió el año anterior. Pero para perpetuar la figura del caballo El Dandy, aparece también en la estatua que en fecha reciente fue colocada en La Loma, montado por el mismo Pancho Villa. Se desconoce si fue idea del propio Roberto o de alguien que quiso quedar bien con él.
Al hablar de supuestos prestanombres, es necesario traer aquí el comentario por escrito que hizo en septiembre anterior el periodista santiaguense José Torres Zamora para señalar que en el poblado Botadero, municipio de Santiago Ixcuintla, los habitantes están en verdad admirados de cómo Raymundo García Aguilar, mejor conocido como “Mundito”, ha hecho la compra de más de cien hectáreas.
Según Torres Zamora la información le fue proporcionada por lugareños a cambio del anonimato. Explican que Raymundo García Aguilar, en ese tiempo secretario particular del gobernador Roberto Sandoval (desconozco si aún lo es), adquirió la hectárea a 200 mil pesos, lo que representó un desembolso de 20 millones de pesos.
Construyó además un edificio de tres pisos donde ubica casa-habitación y oficinas. Estas y otras propiedades son delimitadas con palmeras lloronas, muy al estilo del rancho “El Sueño” de Aután. “Mundito” es un joven muy cercano a Roberto Sandoval, desde que éste fue presidente municipal de Tepic, aquel ha desempeñado el cargo de secretario particular. Sorprende a los vecinos de Botadero que en seis años de servidor público haya amasado cuantiosa fortuna.
Por ello en amplios sectores sociales de Nayarit existe inconformidad con la manera de gobernar de Roberto Sandoval (el apapacho en México y Estados Unidos del mandatario estatal al boxeador jalisciense “El Canelo” Álvarez repatea a mayoría de nayaritas. Este es un ejemplo poco importante, pero en las profundidades hay molestias de mucho peso), desavenencias que permanecen soterradas, pero que bien tendrían explosiva manifestación en las urnas con voto de castigo a candidatos del PRI y por extensión a Roberto Sandoval.
Pareciera que el pueblo de Nayarit va camino al hartazgo por la presencia en la esfera oficial de corrupción, indolencia, mercenarismo político, ignorancia manifiesta de gobernantes, mentiras, opacidad, falta de rendición de cuentas y violación a los derechos humanos. Asimismo entre la ciudadanía se registran detenciones arbitrarias, torturas, hambre, injusticias, educación desastrosa, salud insuficiente, robos y desempleo. No hay mal que dure cien años, ni pueblo que los aguante.
Comentarios