Inicia decadencia del gobierno sandovalista

El anterior 19 de septiembre del presente año, Roberto Sandoval cumplió tres años de haber asumido el cargo de gobernador de Nayarit. A la mitad llega a la cúspide de su mandato, y empieza entonces el declive.

El poder desgasta, pero además el mandatario ha sido encajonado por cuando menos cuatro corrientes políticas de funcionarios estatales que se desviven por lograr superioridad en la administración estatal e incidir a la hora de la toma de decisiones, pero además donde predominan el egoísmo, el agandalle y la corrupción.

Roberto Sandoval en su corta carrera política jamás fue cabeza de un grupo, sino más bien él integró el equipo político que a su alrededor formó el malogrado senador y además dirigente de la CTM de Nayarit, Marco Antonio Fernández. Al morir éste (2003) en un accidente carretero, Roberto se convirtió en huérfano político.

Por consecuencia, Roberto Sandoval en este trayecto de tres años ha gobernado al lado de los que supuestamente son sus amigos leales, incrustados en los cargos públicos sin importar no tengan el perfil adecuado para ello, improvisación ha sido la constante. También ha dado oportunidad a incondicionales que ha recogido en el camino.

Ignorantes en la materia no tenemos explicación sobre el por qué el gobernador ha cedido posiciones relevantes en la administración estatal a personajes identificados plenamente con Ney González, de quien se supone el actual gobernador es adversario político. Con base en los planes y proyectos que presume ¿logrará así el gobierno de Nayarit un crecimiento sostenido?

El principal problema a resolver, aunque se vea que es muy tarde, por parte del gobernador Roberto Sandoval es la capacidad de generar bienestar económico a sus gobernados, es decir, cubrir sus necesidades más apremiantes. Pero como en los últimos tiempos Nayarit no tiene crecimiento económico a los niveles necesarios pero tampoco en forma sostenida, ha provocado lamentable desempleo que hoy urge a la gran mayoría de nayaritas.

Otros de los graves problemas del gobierno de Roberto Sandoval ha sido la corrupción, impunidad y violación a los derechos humanos fundamentales, aunque en los medios de comunicación estos sean temas prohibidos, han pasado inadvertidos pero son gérmenes que atacan la estructura de la administración estatal y que al paso del tiempo se sabrá el daño causado. Asimismo la falta de transparencia y rendición de cuentas lesionan la buena voluntad del gobierno de la gente.

Sin duda, Roberto Sandoval hace su mayor esfuerzo por lograr metas. Se ha convertido en gobernador constructor, mientras que en el imaginario colectivo predomina la idea que entre más obra pública, mucho más dinero queda al funcionario. En el informe del Órgano de Fiscalización Superior sobre la auditoría a parte de la cuenta pública del 2012, que corresponde al análisis del primer año de gobierno de Roberto Sandoval, se dieron a conocer múltiples corruptelas en obras públicas, incluso trabajos pagados pero no realizados. A pesar del arrojo de Roberto Sandoval al frente del Poder Ejecutivo no ha logrado que ello se refleje en el bolsillo de los nayaritas, quienes más que nada requieren dinero contante y sonante para cubrir necesidades más elementales de subsistencia.