Cota no es Roy Gómez
Ulises Rodríguez
22 de septiembre de 2014
Este fin de semana tuve una interesante plática con mi joven amigo Luis Eduardo –quien apenas sobrepasa los 15 años y sin embargo, es de las personas más inteligentes y sabias que conozco-. Hablamos sobre la importancia del periodismo y lo útil que podía resultar a la hora de llevar a cabo la actividad política, practicadas ambas, con honestidad y convicción, a sabiendas, de que no es quien esto escribe, ni periodista ni político, sino más bien, un ciudadano interesado en el engrandecimiento de su estado y de su patria. Atendiendo al consejo de mi joven amigo y de la petición que me hiciera el maestro Oscar González Bonilla en días pasados sobre escribir constantemente, me dispongo hacerlo de manera periódica a partir de hoy.
Cuando publiqué mi nota “Bosquejo del 2017” hace algunos días, fue el pretexto ideal para intercambiar puntos de vista con varias personas que desde ya, están encargadas en las tareas de crear la estructura electoral para las campañas por la gubernatura dentro de 3 años. Una situación que me llamó la atención, es el hecho de que por parte de algunos amigos de la oposición –tanto del PRD como del PAN-, se está subestimando mucho al senador Manuel Cota Jiménez, lo cual me parece un serio error. Para quienes piensen que el haber ganado la alcaldía de Tepic, es garantía de tener en la bolsa la gubernatura del estado, conviene aclararles que no es así y que del plato a la boca, se puede caer la sopa.
El triunfo electoral del pasado 6 de julio fue más complejo de lo que se cree. Está muy lejos de tratarse de un asunto unipersonal, es decir, no se ganó gracias a tener a un candidato que arrastrara masas –como en 1972, cuando ganó la alcaldía capitalina Alejandro Gascón Mercado-, ni tampoco a la conjunción de los dos principales partidos de oposición al PRI, el PAN y el PRD –igual que en 1999, con don Justino Ávila Arce-, esto fue más allá… En el triunfo del Dr. Polo Domínguez nos involucramos todos, los que militamos en algún partido, los que no, la ciudadanía que estaba harta de la corrupción y los vicios que representa el PRI y que no quería añadir otro trienio a los 4 que ya se tuvieron y que son como una pesadilla en la memoria colectiva. Si bien es cierto que Polo Domínguez es un hombre bueno y un funcionario capaz, es justo reconocer que el triunfo no fue sólo suyo o de quienes militamos en el PAN o el PRD. También mucho influyó el gobernador Roberto Sandoval, que se apoderó del PRI y con sus acciones llenas de torpeza y ambición, en su afán por concentrar el poder en el reparto de candidaturas para él y su equipo, se convirtió de facto, en un operador número uno del cambio al crear división interna en el PRI y motivar a las corrientes desplazadas a votar por la alianza de hecho entre el PAN y el PRD. Particularmente es posible identificar a 3 grupos de priístas, que ésta vez abandonaron a su suerte al candidato de su partido a la presidencia de Tepic, Roy Gómez Olguín, para cobrarse de esa manera la imposición que llevó a cabo Sandoval: El SUTSEM, comandado por Águeda Galicia Jiménez, el Magisterio, de Liberato Montenegro Villa y la “Ola roja” que comanda desde la colonia Mololoa el ex gobernador Ney González Sánchez. Todo lo anterior, conjugado, fue lo que permitió el triunfo del Dr. Polo en Tepic.
Sin embargo ese escenario no será el mismo dentro de tres años, Manuel Cota Jiménez no es Roy Gómez. El primero es un político de carrera y que ha crecido políticamente a lo largo de 20 años, desde ser el mandadero y chofer del Dr. Lucas Vallarta hasta ser hoy en día el dirigente nacional de la CNC y de tener una relación directa y “de tú a tú” con secretarios de estado y con el presidente Peña Nieto, un privilegio del que el gobernador Sandoval presume, pero del que en realidad carece.
El estilo de Manuel Cota ha sido el de crear consensos y formar alianzas. Ese estilo le ha permitido ocupar los cargos que ha desempeñado, a pesar de los muchos señalamientos en su contra –desde la corrupción cuando fue presidente de la XXVII Legislatura local y cuando presidió el XXXVII Ayuntamiento, hasta los recientes señalamientos que indican que pudo haber influido para que su hijo, Manuel Cota Vélez, fuera designado subdelegado de SAGARPA en la entidad- y no truncar su carrera política, sino al contrario, ir subiendo, hasta colocarse hoy, como el candidato natural del PRI de cara a la sucesión gubernamental de Nayarit en 2017.
No es extraño ver al senador, caminar a solas acompañado del Dr. Lucas Vallarta por la calzada del Ejército y detenerse buen rato a platicar con él a las afueras de la casa del segundo, para mandar la señal a quien quiera verlo, de que la vieja guardia priísta, estará con él cuando se lleguen los tiempos de la sucesión. Tampoco cayó de sorpresa el hecho de que trascendiera que Cota Jiménez, tuvo la atención de invitar a Ney González a su toma de protesta como líder nacional cenecista, el pasado 28 de agosto. “La forma es fondo”, solía decir don Jesús Reyes Heroles y Manuel Cota parece enviar con ello una solicitud de apoyo al ex gobernador, a cambio, por supuesto de posiciones políticas para su grupo y de seguir gozando de impunidad. Tampoco es descabellado pensar que el dirigente cenecista, se siente con la familia Montenegro y logre un acuerdo con ellos –hay quien se atreve a sugerir que podría, incluso, ofrecerle la candidatura a la alcaldía de Tepic a Gerardo Montenegro, un cargo para el que se le ha mencionado insistentemente al ex senador desde las últimas dos elecciones municipales- y lograr con ello, la reconciliación de los priístas de la entidad, faltando solamente, claro, invitar a la lideresa del SUTSEM, la señora Águeda Galicia a reintegrarse a los trabajos del PRI y devolverle el lugar que tuvo en épocas de antaño. Manuel Cota es un adversario de cuidado.
A Roy Gómez fue relativamente fácil derrotarlo, con un PRI fracturado, con el “Sandovalismo” devaluado frente a la ciudadanía y por ser Roy, un hombre sin mayores atributos que los que la mercadotecnia le quiso imponer. No tiene ideas propias, no posee la cultura para debatir ni el carisma para seducir masas, tampoco es un orador elocuente, en fin, Roy Gómez es, como dice el analista Enrique Hernández Quintero “un político de microondas”.
Nada es definitivo, los resultados del trabajo del Dr. Polo Domínguez al frente del XL Ayuntamiento podremos observarlos dentro de algunos meses y veremos si eso le atrae simpatías rumbo al 2017 o por el contrario, lo aleja de esa posibilidad. También es necesario esperar el próximo año, cuando se elijan los diputados federales y quizá entre los 3 que habrán de representar a Nayarit en la cámara de diputados, esté otro aspirante a la gubernatura – ¿Heriberto Castañeda o Antonio Echevarría García?-, no lo sabemos… en política, he aprendido, todo puede cambiar de un día para otro.
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