Plenaria de profesores de la UAN
Octavio Camelo Romero
09 de septiembre de 2014
Con motivo del retraso del pago de las becas por parte de la administración de la UAN un grueso de becarios se han constituido en asamblea permanente para gestionar ante el Rector se cubra con esa obligación de un dinero que es de los becarios y que inconvenientemente las autoridades universitarias han malversado. Este manifestación de inconformidad con el inadecuado quehacer de algunos funcionarios universitarios según nos enteramos no tiene intenciones de desestabilizar el desorden de la UAN, sino más bien el de encausar legalmente la vida institucional. Ya habíamos dicho en este espacio que no solo no se les estaba dando la beca a los becarios, sino que la Universidad además de no estar operando de conformidad con su normatividad, estaba muy alejada de cumplir el cometido para lo cual fue creada. Desde el último intento por refundarla académicamente cuando el Rector fue Francisco Javier Castellón Fonseca, los siguientes rectores como que están jugando carreras para hundirla en la mediocridad. Y lo peor del asunto es que en esa carrera quien ha salido perjudicada es la sociedad porque, además de estar en el marasmo académico con escasísima producción científica, a quienes pertenecen al Sistema Nacional de Investigadores, al PROMEP y a los becados por CONACYT en el programa de formación de recursos humanos que son quienes producen nuevos conocimientos, no se les incentiva sino todo lo contrario, se les entorpece en su labor creativa al distraerlos con la gestión del pago de sus respectivas becas. Pero además la Universidad ha entrado en una situación de violación a su Ley Orgánica toda vez que no se cumple lo estipulado en la misma en términos de su estructura y de su funcionalidad. Bien valdría la pena el que los diputados de la actual legislatura pusieran orden en ese desorden, bien sea modificando la ley orgánica y adecuando a la UAN a los nuevos lineamientos o bien sea adecuando la normatividad al desorden que se vive.
El otro aspecto del problema universitario es que la institución no está al nivel de las circunstancias. Se tiene previsto que en poco tiempo llegue a la entidad una cantidad de inversión que reclamará una fuerza de trabajo calificada la cual no se está formando en los recintos universitarios. A falta de esta oferta de mano de obra seguramente vendrá personal de otras entidades, en el mejor de los casos para los mexicanos, o técnicos y científicos de otras partes del mundo. Aquí en chiquito tendremos un fenómeno semejante al de Brasil con la llegada del capital de origen chino a ese país, que al no contar el capital con el personal adecuado en calidad y cantidad, hubo una gran inmigración de extranjeros y un éxodo de estudiantes brasileños al extranjero a capacitarse en todos los niveles educativos. La UAN no está previendo el futuro de la sociedad nayarita y por lo tanto, no le está sirviendo adecuadamente a la juventud del país, mucho menos de la entidad.
Este movimiento de los becarios que han dado en autodenominarse “Plenaria de Profesores” de la UAN pudiera ser, si se toma con la debida responsabilidad, un punto de apoyo para poner en discusión una serie de anomalías que se vive en el recinto universitario y hacer un esfuerzo por una refundación académico-administrativa. Ya han pasado varios años del esfuerzo del ex rector Castellón y ya se ha probado la pertinencia o impertinencia de su propuesta. En fin.
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