Una brasa ardiendo
Octavio Camelo Romero
18 de agosto de 2014
Apenas el viernes le había solicitado a mi director Elías Maldonado Oronia me enviara a cubrir la toma de protesta de la XXXI legislatura local y el sábado por la noche me estaba enviando como su representante personal al acto que se celebraría el domingo 17 de agosto en el recinto del congreso del estado. Junto con la entrega de la invitación vino la indicación de estar presente a más tardar a las 9 hs del siguiente día frente al edificio de la cámara de diputados. Llegué puntual al lugar indicado pero ya se habían adelantado en llegar los sindicalizados del SUTSEM. Quise entrar al edificio pero me topé con cadenas humanas de probada resistencia física que me impidieron el paso. Allí vi a Manuelito y le pregunté: Manuel, ¿tú qué haces aquí? La respuesta era obvia, “apoyando a los compañeros”. Desde luego que él presumiblemente no tiene cuentas pendientes con su pago porque es funcionario del gobierno del estado y hasta donde me informe, los reclamos iban dirigidos hacia la hacienda municipal. No creo que el gobernador haya enviado a Manuelito de agitador en contra del presidente municipal de Tepic. Lo que sí creo es en su solidaridad para con los trabajadores del ayuntamiento que no se les ha cubierto la totalidad de sus adeudos. Tampoco creo que esta toma del congreso sea el preludio para la sustitución de la lideresa del SUTSEM. Yo consideré que se trataba de un auténtico movimiento de los trabajadores reclamando lo que les corresponde.
Como no pude entrar me fui a la única puerta de acceso al edificio sin obstrucción aparente. Quise entrar pero unos cancerberos me lo impidieron. Les expliqué que iba en representación de mi director Elías Maldonado y ni así me dieron acceso. Me dijeron que me fuera a la puerta de acceso bloqueada y allí esperara a que abrieran. Para esos momentos ya estaba molesto por la intolerancia de unos y otros. Sin embargo de pronto me topo con el secretario general de gobierno y le hecho el grito: “maestro no puedo entrar y traigo la representación de mi director”. En eso estábamos cuando llega al recinto un funcionario de la secretaria general y escucho la voz de Pepe decir: “llévate contigo al maestro Camelo hasta el salón de sesiones”. Solo de esa forma pude adentrarme en el edificio.
En la sala de sesiones “licenciado Benito Juárez García” me encontré otra plaga de cancerberos. Desde luego que yo aparecía como fisgón al ir representando a mi director Elías Maldonado. Y se me ocurre preguntarle a uno de los “acomoda-invitados” donde podía sentarme. Le digo a quien represento y con una cara de perdonavidas me dice: “su lugar está en el patio central”. Desde luego que hice caso omiso a tan grande majadería de quererme sacar del salón de sesiones. Localicé a los chicos de la prensa y me fui a refugiar con ellos. Desde allí estuve viendo todo el espectáculo. Para eso ya pasaba de las 9 horas y todavía no empezaba la función. Con asombro vi que estaban presentes los viejos cuadros del PRI, esos que lucharon por el pleno empleo, por la regulación de los precios, por la economía mixta, por la preservación de las empresas del estado, por la preservación de PEMEX y CFE, etc. Me sentí confortado por ver de lejos a tales personajes. Sin embargo me asaltó la pregunta: ¿Por qué los invitaron? ¿Su presencia será un mensaje para alguien?
Por fin dan la tercera llamada. Llegan los diputados electos y se acomodan, yo creo donde pueden porque vi a Pavel Jarero retirado de la bancada perredista y muy próximo al veracruzano diputado del movimiento ciudadano. Desde luego que la distribución de fuerzas en la XXXI legislatura va a permitir la negociación como práctica legislativa pues si los informantes no mienten el PRI tiene 14 diputados, el Verde 1, el MC 2, el PT 2, el PRD 5 y el PAN 6. Cualquiera de las organizaciones Movimiento Ciudadano o Partido del Trabajo jugarán el papel de “partido bisagra”.
Una vez iniciada la función como que urgía aventar una braza ardiendo. No hubo honores a la bandera ni canto del himno nacional. Está bien que el presidente Enrique Peña Nieto ande haciendo todo lo posible porque el capital transnacional ya se venga en masa a explotar a los mexicanos pero eso no implica que reneguemos de nuestro Lábaro Patrio ni de nuestro Himno Nacional. Todo se hizo muy rapidito y como en lo oscurito. En fin.
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