Orgullo muy pendejo

La presentación del libro titulado Júbilo Tras El Telón, del periodista (y ahora escritor) Óscar González Bonilla, hizo concebir en él la ilusión de darle un  llegue a Gabriel García Márquez, y lanzarse pronto al ruedo con otra obra, que a decir del autor de La Güipa, hará posible aunque tenga que recurrir a la caridad.

Refirió que para que este primer libro se hiciera realidad, pasaron más de dos años, pues el presunto editor abandonó la encomienda, dejando a Óscar colgado de la brocha; apareciendo luego Jorge Enrique González Castillo, quien lo ayudó a cumplir su sueño de verlo impreso.

Su amigo Octavio Campa, le dijo: “sufriste porque quisiste”, ya que él fue quien le insistió para que las entrevistas que realizó a un grupo de actores de la Universidad Autónoma de Nayarit se vieran plasmadas en un libro.

El patio central del Congreso Local, fue el escenario para la presentación del libro, donde se reunieron familiares y amigos, aunque se vio desairado por el diputado presidente Armando García, quien mandó en su representación a Alejandro Galván, pero ambos (escritor y legislador) justificaron su ausencia.

El director de Teatro Luis Alberto Bravo y el poeta, escritor y dirigente de la (APENAC) Asociación de periodistas y escritores de Nayarit, Octavio Campa Bonilla, fueron los encargados de comentar el libro.

Hubo dos intervalos musicales, a cargo de Marco Vinicio Jaime, dirigente de la Unión de Columnistas y Articulistas de Nayarit, también conocido compositor e intérprete, quien hizo las delicias del público presente con su bien timbrada voz y acompañamiento de guitarra.

Entre los presentes, la reconocida maestra Rosalina Martínez de la Paz, Benjamín Sandoval Cedano y Salvador Castañeda O’Connor, integrantes de la dirección colectiva del Partido de los Comunistas, y desde luego la artillería pesada del periodismo, representada por Francisco Cruz Ángulo, Armando Fránquez y Fernando Gutiérrez, entre otros.

Sofía,  la  esposa de Óscar, tres de sus cuatro hijos, su hermano, no cabían en sí de la emoción; atrás quedaron los sinsabores, los desvelos, y hasta las desilusiones en las que acompañaron durante este trayecto al autor de la obra literaria.

Me sorprendió no ver en la  presentación de Júbilo Tras el Telón a Luis Manuel Hernández Escobedo, dirigente del Sindicato de Trabajadores de la UAN, sobre quien finalmente recayó el patrocinio del libro,  pero supuse que no alcanzó a llegar, ya que en otro espacio se llevó a cabo el informe de cierto delegado, que también eligió la mañana de este miércoles para dar a conocer el trabajo realizado durante el último año.

Me llamó la atención el comentario ácido de Óscar, pues aseguró que a veces las cosas se hacen más difíciles debido a su forma de ser, y que su esposa le ha dicho: “Lo que pasa es que tienes un orgullo muy pendejo”; y reconoció que efectivamente, ni así se le quita ni el orgullo, ni lo pendejo…

Pero lo que no dijo, es que es un hombre con muchos talentos; reconocido entre los periodistas por ser un buen cantante, un excelente periodista, entrevistador, actor, y ahora escritor.

Tampoco mencionó que está por salir de gira a los Estados Unidos, donde se presentará como parte del grupo de teatro Júbilo Colectivo Escénico, de la UAN, donde participa bajo la dirección de Octavio Campa Hernández, en la obra Farsa y Justicia del Señor Gobernador.

El afecto del público se hizo patente; las felicitaciones, saludos, abrazos, la toma de fotos del recuerdo, y la sensación de nosotros, sus amigos, de quienes hemos presenciado su lucha diaria, de que este triunfo es también nuestro.