Excelente festival cultural
Octavio Camelo Romero
19 de mayo de 2014
Suele llamarse cultura al conjunto de formas de expresión de un pueblo o de la sociedad. Por eso se habla de la Experiencia Histórico-Cultural para denotar todas esas manifestaciones de la vida social en una cierta época o fase de desarrollo de la sociedad. Incuestionablemente estamos hablando del contenido del fenómeno educativo, pues se trata en primer lugar de la transmisión de las Experiencias Histórico-Culturales de las anteriores generaciones de conformidad con la etapa de desarrollo bio-psico-social de las nuevas generaciones así como de la formación para resolver los problemas heredados de los antiguos. De allí la necesidad de mantener una actitud crítica hacia el contenido de la educación porque resulta que en la actualidad las escuelas de la enseñanza básica únicamente están transmitiendo, y mal por cierto, la experiencia histórico cultural del siglo XIII, en el mejor de los casos.
El sábado 17 tuve la oportunidad de ver, aunque sea de pasadita, una exposición de libros para niños y jóvenes. Allí estaban las obras de los clásicos de la literatura universal y latinoamericana. También se localizaron los clásicos cuentos infantiles. Sin embargo, para mi gusto faltaron las obras, buenas o malas de los escritores locales y los órganos de publicación periódica de la entidad. Es incuestionable el beneficio de la memoria. Y no porque no podamos evaluarlo o valorarlo. Sino porque conforme pasa el tiempo y se acumula la Experiencia Histórico-Cultural, la memoria adquiere extraordinaria relevancia y una gran trascendencia. Por eso la producción local debiera de estar presente en esa feria organizada por el gobierno de la gente. Y sobre todo, los órganos de publicación periódica que expresan de alguna manera el acontecer diario o la opinión de quienes habitamos el hermoso estado de Nayarit. No importa que coincidamos o no, en la manera de ver las cosas o en la interpretación de los sucesos. Lo importante es comunicar el suceso o la opinión sobre el mismo porque así estamos rescatando de la historia las enseñanzas que sirvan no solo para comprender el pasado sino sobre todo para orientarnos en el presente y en el futuro.
El humano es un ser social por necesidad. Por eso debemos concebir al Humano contemporáneo como un producto histórico-cultural, como un resultado de las condiciones socioculturales de las generaciones que le antecedieron y de los problemas de la época que hereda. El Humano es un Ser bio-psico-social con necesidades que requiere satisfacer para preservar su existencia individual, su existencia como especie y como sociedad. Se diferencia de los animales en que el mismo produce sus satisfactores. Y en la producción de sus objetos de consumo se está produciendo el mismo y la sociedad.
La contradicción existencial entre las necesidades humanas y su satisfacción le imprime al Ser su carácter activo frente al entorno material y humano. Empero este Ser-Activo es un Ser que en esa relación con su entorno mantiene una relación dialéctica, una relación de interdependencia y de desarrollo; en la relación entorno-Ser son cada uno condición existencial para el otro pero a la vez son consecuencia el uno del otro. De allí que las manifestaciones artísticas colaterales en este tipo de exposiciones tienen absoluta vigencia. El mismo sábado nos toco presenciar las actividades artísticas que el gobierno de la gente realiza en distintos espacios físicos. En especial apreciamos al “ballet Nayar” de la colonia 2 de Agosto y que practica en el “parque metropolitano”. Por cierto que hubo quejas del poco apoyo recibido para este tipo de eventos. También nos toco escuchar al mariachi tradicional y ver a su ballet integrado. Eventos singulares por el entusiasmo y profesionalismo de los niños y niñas que participaron en ellos. Sin embargo dio la impresión de que no cuentan con el apoyo oficial que se requieren. Quizás porque los escasos recursos financieros existentes se están dedicando a las campañas electorales. En fin
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