El candidato que va AganaR
Terapeuta Eduwiges Lamoglia
03 de mayo de 2014
Doctora: me dirijo a usted, porque sé que es la única capaz de entender el por qué de mis cambios de opinión y de partido, pues durante los 14 años que llevo en la polaca todavía no sé cómo masca la iguana.
Lo que sí estoy entendiendo, es que siendo político te van a llover los madarriazos de adentro y de afuera; así me pasó en el Perderé durante el 2002, cuando quise ser el alcalde de los tepixcles, y me enfrenté a los intereses de los cabecillas del partido amarillo, que fue donde me pusieron mi primera bailada, y quedé muy decepcionado.
De todos modos seguí coqueteando con la política, y finalmente casi diez años después (en el 2011), me llamaron los de perderé para hacerme su candidato a la alcaldía, garantizándome que ora sí llegaría, pero apenas me habían encilindrado, se les ocurrió quietarme a mí de la candidatura y meter en mi lugar al priyista palo de rosa, que hasta anunció con bombo y platillo su autoexpulsión del tricolor.
Ya encarrerarro, y también enchilado, por lo que consideré alta traición me aventé al mismo cargo por el Partido de la Empanada, y me enfrenté al toro quedando nariz con nariz, pero finalmente él se impuso, y yo me regresé a mi taller a rumiar mi coraje.
En esa elección les metí cerca de 70 mil votos en los tepixcles, logrando que la mitad del ayuntamiento quedara empanizado, pero a mí no me dieron ni agua. Luego, en la contienda federal me dijeron que iba yo contra Goy, el príncipe encantador, por el distrito dos, pero cuando les dije que me aseguraran una pluri, salieron con que no y que no; así es que yo también les avente el arpa y me refugie de nuevo en mi chamba y desde ahí les tiré unas cuantas pedradas a los de la empanada y al toro.
Los del gobierno se fijaron en mí, me ofrecieron chamba, pero yo me desnegué como la chimoltrufia y les dije que no le entraba, pero siguiendo la filosofía de este personaje, que así como dice una cosa dice la otra, finalmente acepté ser el chido de la comisión del agua.
Ya en el cargo, seguí pensando en la política y estuve un tiempo diciendo: ya me ví, ya me vi, como alcalde de Tepi; así es que, para calmar mis ímpetus, me dijeron que si me iban a aventar con un hueso, pero que me querían en la recamara de disputados.
He de reconocer que muchos de mis seguidores se resintieron harto y muncho cuando brinqué al partido de los priyistas, pero otros más me dieron todo su apoyo, y ya andan organizando mi campaña.
Haciendo cálculos, creo que ya me toca, pues la primera vez que contendí me ganó el hijo de dormilio, y quedó el médico propóleos en segundo lugar y yo en tercero; la segunda vez quedé en segundo lugar, y el toro en primero, así es que creo que ahora como candidato a dsiputado en el cuarto distrito voy de sincho al congrueso.
Cuento para triunfar con todo el apoyo de mi primo “Seguro que sí”, pues ya sabe usted que la sangre llama, y aunque yo no lo quería reconocer, ni mucho menos entrar a su partido, ora creo que es lo mejor que me pudo pasar.
Luego, con el caudal de derrotas, digo, de experiencias, acumuladas durante estos 12 años, considero que de aquí pal real todo será de color de rosa. Eso, sin contar con que he sido funcionario en el gobierno municipal de Tino, luego en el FIBBA, con Toño, y finalmente con mi primo el gober, en la Comisión del Agua.
Lo único que siento que me falta, es su atinado consejo, pues ya ve que la Gisela Rubach no es como usted, que nos orienta de manera gratuita, por el puro placer de ayudar a los políticos, y ella cobra por una plática, asesoría o conferencia.
Claro que con Seguro que sí, ya me dieron mis clases de marketing político, y estoy listo pa tomarme la foto bien maquillado, a pulirme la sonrisa y a vestirme de colores que favorezcan a mi físico.
Por lo demás puedo decirle desde ahorita que soy el candidato que va AganaR.
Querido candidato que va AganaR, no sabemos pa donde, porque puede ser que ganes carrera pa tu casa, pues en lo más seguro hay riesgo, y para muestra ya tuviste dos experiencias electorales.
Yo esperé que acudieras a mí antes de darle pal rumbo que ya le diste; pues bien pudieron hacerte candidato “independiente”, soltarte el costal de centavos pa que te las dieras de salvador del municipio de los tepixcles, o en su defecto del cuarto distrito.
Porque al parecer no tomaste en cuenta que el partido de la empanada ya aventó por ese rumbo a la potrilla azul, quien puede ser una contrincante algo pesadita para ti, pues ella ya fue alcaldesa y diputada federal, mientras que tú te quedaste en el intento.
Por ahí me platicaron que en tus años mozos le tirabas a los priyistas, que fuiste comunista, y que echabas consignas contra el gobierno, pero que ahora ya diste tu brazo a torcer y te importa poco haber decepcionado a los pocos que creían en ti.
Si acaso sientes algún remordimiento, quiero ponerte de ejemplo al ex presidente de las botas, que abiertamente hizo campaña a favor del priyista, y en contra de su compañera de la empanada, la nunca bien ponderada chepina.
O sea, que las reglas no escritas de la polaca son las que rifan, y a mí sólo me queda desearte que tu slogan de campaña pueda cristalizarse y le ganes el tirón a la potrilla, porque ya sería mucho que contando con el voto de tu primo tronaras como huevo güero.
De todos modos ganes o pierdas, yo te invito AganaR pa mi diván, donde siempre tendrás una profesionista que sabrá escuchar tus confesiones y asesorarte de manera desinteresada como lo he hecho durante esta larga y fructífera trayectoria.
Con cariño Viki Lamoglia
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