Desafíos en la elección 2014
Marco Vinicio Jaime
01 de abril de 2014
Nayarit se encuentra ya en su singular proceso electoral rumbo a los comicios de julio próximo. Desde el pasado siete de enero, dio comienzo la operatividad correspondiente con la instalación del Consejo Estatal Electoral, basada asimismo en las nuevas reglas que derivan de la reforma aprobada en octubre del año anterior.
Ahora, las condiciones reglamentarias para la participación político-partidista han cambiado, empezando por la introducción de las candidaturas independientes y regulación estratégica en equidad de género, entre las más importantes, tomando en cuenta que tan solo en el marco de esta última, se estima la actividad proselitista de 1008 mujeres en busca de algunos de los diferentes espacios que estarán en disputa, a saber, 18 diputaciones, 20 alcaldías y 138 regidurías, partiendo a su vez de la urgencia de asegurar el mejor de los desempeños, puesto que del porcentaje de votos que se alcancen, se obtendrá proporcionalmente la cuantía de espacio en medios electrónicos a que tendrán derecho por partido en la siguiente elección. Que por ahora, la pauta la darán los votos de la elección local anterior; es decir, la del 2011.
El Presidente del Instituto Estatal Electoral, Sergio López Zúñiga, en reunión con la Unión de Columnistas y Articulistas de Nayarit (UCAN), manifestó así, la necesidad de lograr mayores parámetros informativos mediante los cuales la ciudadanía esté enterada del desarrollo del propio proceso, en virtud de tratarse de una nueva etapa del devenir eleccionario, y por ende de incidencia en la configuración de un escenario gubernamental diferente.
Del 28 de abril al 17 de mayo, dijo el Presidente del IEE, darán comienzo las precampañas, cuya duración será de 20 días, 10 menos en relación con los 30 de la campaña constitucional, que será del 3 de junio al 2 de julio, desembocando pues, finalmente en la jornada del domingo seis de julio.
De conformidad, se tendrá la concurrencia, entre partidos y coaliciones, de seis competidores: la coalición que integra el PRI, PVEM y Nueva Alianza; el PAN, el PRD, Movimiento Ciudadano, el PT y PRS.
Hasta ahora, indicó López Zúñiga, el PRD es el único instituto que se ha definido con mayor claridad tocante a la elección de sus candidatos.
De cierto, la Entidad vivirá una campaña y posteriormente comicios, caracterizados por diversos elementos novedosos que comporta la reforma antedicha. Será un buen parámetro para medir la eficacia en el intento de garantizar mayor apertura a la decisión popular, como por ejemplo, a través de las candidaturas ciudadanas y la propia equidad de género. La incredulidad colectiva tanto en el proceso como en las bondades propugnadas de las modificaciones a la ley electoral, se disipará o en su efecto, recrudecerá a medida en que la práctica mantenga un congruente desenvolvimiento con la teoría: que las candidaturas ciudadanas lleguen a obtener una fuerza tal, en condiciones de equidad, frente a la de los partidos políticos. Sería interesante observar una contienda pues de veras, en la que estén frente a frente el sentimiento del pueblo vía sus propios candidatos contra el esfuerzo renovado de la apuesta partidista, y por extensión, la propuesta real de mujeres comprometidas con las demandas de la gente, y no con intereses que hayan facilitado su arribo mismo en dichos espacios.
Por lo demás, según lo expuso el titular del IEE también en el Curso-taller de periodismo especializado en materia jurídico-político-electoral, celebrado este fin de semana en un conocido hotel de la Capital, la redistritación, la asignación de representación proporcional, el financiamiento, además de los aspectos ya analizados que se desprenden de la reforma electoral, tendrán en buena medida un impacto favorable en función del interés de aspirantes hoy, precandidatos y candidatos después, en ceñirse estrictamente a los dictados legales, conociendo a cabalidad “las reglas del juego”, y por consiguiente, lo que deben y no deben hacer.
Y tiene razón, porque de lo contrario, de nada servirán esta y muchas otras reformas más, si no llega a existir la más mínima voluntad de servir al pueblo, si únicamente todo se da en razón del objetivo unidireccional de conservar u obtener el poder por el poder mismo, a fin de seguir satisfaciendo particulares afanes crematísticos, en el evidente usufructo patrimonialista de la riqueza del pueblo, y más aún, cuando estén de por medio intereses oficiales, y así solo se busque la estratagema coyuntural que permita burlar los candados, para en cambio aplicarlos exclusivamente a la oposición, dentro y fuera del primer círculo.
Es tiempo pues, tal como lo indicó el Presidente del Poder Judicial de Nayarit, Pedro Antonio Enríquez Soto, al inaugurar el Curso taller de periodismo, de que la “ciudadanía vea al proceso electoral como algo más que una campaña entre contendientes partidistas y un domingo de elecciones”, para informarse más y seguir de cerca cada etapa del mismo, en el marco de una real y efectiva participación popular. Es cierto, y está claro: para efectos de un proceso verdaderamente democrático, es imprescindible que el pueblo se involucre; no obstante, mucho dependerá de la voluntad de partidos, autoridades e instituciones en una meta mancomunada por facilitar dicho estadio, luego de proyectar que en realidad se busca mejorar el desenvolvimiento eleccionario para un correcto desempeño político-gubernamental, empezando por respetar la legalidad. Por lo tanto, la expectativa es clara. ¿Se responderá a tiempo?
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