La comunicación y el cine
Marco Vinicio Jaime
27 de marzo de 2014
“El cine tiene que producir sosiego.”
-Azorín.
En el marco del Segundo Encuentro de Egresados y Empleadores del Programa Académico de Comunicación y Medios de la Universidad Autónoma de Nayarit (UAN), celebrado recientemente, la Productora y Postproductora de cine mexicano, Alejandra Guevara Castillo, en calidad de invitada especial, puso de manifiesto un aspecto sobresaliente tocante al valor de la comunicación vía el mundo de la ‘pantalla grande’, y su consecuente influencia en el desenvolvimiento popular.
En conferencia de prensa, organizada por el propio Programa de Comunicación y Medios que coordina la Maestra en Ciencias, Mayra Elena Fonseca Ávalos, precisó que los filmes constituyen un reflejo esencial de la dinámica social, más todavía aquellos que intentan reproducir la realidad, ya sea a través de contenidos polémicos –como la puesta en escena de complejas situaciones de ruptura de paradigmas morales- hasta aquellos que abordan directamente circunstancias del tipo político o cultural; todo lo cual entonces, puede redituar en el fortalecimiento intelectual de la ciudadanía, o en su defecto, mal interpretado o tergiversado, en decaimiento del libre pensamiento.
El encuentro con comunicadores, se vio enriquecido además con una amplia exposición por parte de Guevara Castillo sobre el proceso que implica hacer cine en nuestros días, sus retos y perspectivas,al igual que el enfoque que va redireccionando el sentido del mismo: acorde a una vorágine informativa que va dando día con día forma al entramado social contemporáneo. Así, consideró que la evolución comunicacional, en uno de sus aspectos más relevantes que es el Internet, ha permeado notablemente también al desarrollo del cine, toda vez que los medios tradicionales de difusión (salas y butacas), si bien poseen una notable influencia en la población, ahora se han anexado con poderoso efecto, las herramientas globalizantes del ciberespacio, donde cada vez más productores consolidan sus objetivos llegando a los segmentos que desean, a través de la optimización estratégica de tiempo, esfuerzo y recursos.
Con ello, dejó en claro pues, que el poder de la comunicación vía el Internet desde un enfoque que parte de la cinematografía, deberá tender siempre a la apertura, no a la limitación, puesto que el hacerlo implicaría tano como el frenar un torrente caudaloso, cuyo costo tendría, para la libertad de expresión, repercusiones imprevisibles; ya que más allá de su buen o mal uso, está la oportunidad de expresar lo que comúnmente por otras vías es prácticamente imposible. Asimismo, aseveró que independientemente del peso de este, la palabra impresa por su parte, tampoco será reemplazada.
La Productora de cine, hizo hincapié pues en la simbiosis que comporta la comunicación y el desarrollo de los pueblos, en este caso por medio la producción audiovisual, de ahí que se pronunciara a favor de aquellas entregas fílmicas que ponderan la reflexión. Y esto es razonable, en virtud de la necesidad de abonar a la construcción de una mejor sociedad, acorde a la visión del sociólogo norteamericano Daniel Bell: “debidamente formada e informada”, capaz de tomar las mejores decisiones. Y el cine, es y seguirá siendo un poderoso conducto para la retroalimentación comunicacional, que bien empleado, el llamado séptimo arte, podrá cumplir una misión vital de influir positivamente en el insondable constructo de las emociones humanas.
Hoy en día, la problemática vigente se ha agudizado ante un notable decrecimiento de políticas enfocadas al desarrollo artístico y cultural, elementos imprescindibles para facilitar eficazmente el tránsito hacia nuevos estándares de crecimiento racional, y por ende, para una mejor comunicación, entendiéndose esta como la herramienta más poderosa de entendimiento entre los hombres. Por lo tanto, es favorable que la Universidad continúe impulsando tales actividades, en donde se exponen con claridad aspectos que contribuyen no solo al impacto mediato de actores directa o indirectamente relacionados con ella, según lo fue ahora en el área de comunicación y medios, sino en función también de un beneficio coyuntural para la colectividad en general.
Por ello, seguramente la Universidad continuará trabajando en esquemas comunicacionales que incidan en el esfuerzo por mediar entre lo que quiere y realmente necesita la ciudadanía, partiendo de la necesidad de privilegiar más y mejores espacios de expresión, de intercambio de propuestas, de encuentro con comunicadores, con sectores sociales y productivos, artísticos y culturales, tanto del plano local como de fuera, obviamente desde su propia esfera de competencias, haciendo eco al máximo de su lema: “Por lo nuestro; lo universal”. Enhorabuena.
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