La vinculación con la gente

“No pretendamos sustituir las responsabilidades del gobierno, pero tampoco pretendamos que el gobierno desempeñe las funciones que sólo a nosotros, como partido, nos corresponde desempeñar.”
-Luis DonaldoColosio Murrieta.


El Partido Revolucionario Institucional (PRI) se echó a cuestas una gran responsabilidad: romper la inercia nociva que ha caracterizado los ultimos años al desenvolvimiento de los partidos políticos, fundamentalmente en tiempos de elecciones, luego de pretenderse "comprar" hasta por tradición la simpatía de la gente con prebendas y demás dádivas que no solucionan en absoluto sus verdaderas necesidades, pero sí reflejan un marcado interés en detentar el poder como modus vivendus “de los que se amoldan a todo con tal que no les falte de nada”.

En voz de la Secretaria de Vinculación con la Gente del Comité Ejecutivo Nacional del tricolor, Laura Herrejón (de reciente visita a la Entidad), han tomado la estratégica decisión de ya "no hacer más de lo mismo", en la clara intención de "atender las necesidades poblacionales" al margen de cualquiera de las inoportunas solicitudes de voto con fines patrimonialistas; siendo pues la meta ahora, demostrar que el ciudadano es más que números y adeptos para el beneficio egoísta de unos cuantos, como siempre ha sucedido, vale decirlo; para quienes obviamente siempre, todo está muy bien, en los primeros lugares de todo, pues el hambre, la miseria y el abandono de las mayorías, son factores totalmente ajenos, allá muy lejos con los "indeseables menesterosos" cuando no es tiempo de elección, y cuando lo es, hasta el más poderoso al que no le falta nada y vive en la opulencia con cargo al erario, resulta que también es como los pobres, y de pronto ya entiende a los necesitados.

Lo bueno, de acuerdo a la vision propugnada por la Secretaria de Vinculación con la Gente, que el PRI está firmemente decidido a combater este flagelo, y en lo subsecuente, ampliará su campo de acción más allá de un proceso electoral para estar permanentemente enterado de la problemática popular, y por consecuencia ejercer una función eminentemente responsable de lado de la ciudadanía, más que de apéndice del poder en turno, para aconsejar objetivamente a sus propios representantes populares y gobernantes correligionarios en aras de la mejora de su deber constitucional: hacerles ver con valentía sus yerros, desaciertos y oportunidades de mejora, sobre todo cuando exista de por medio un evidente descontento social que haya que atenderse, por las necedades de segundos y terceros, expertos en obstaculizar el respaldo preconizado por el gobernante a los gobernados mismos. En tanto que sus candidatos de ahora y en delante tambien tendrán por su parte, entre sus principales características, oficio, preparación y talante para entender a la gente, empezando por una Buena comunicación, fuera de toda ambición.

El Revolucionario Institucional ha prometido pues, una transformación cabal en el desempeño como partido de cara a su razón de ser: las causas justas del pueblo. Así, tomará la singular oportunidad de romper paradigmas dando fin a una etapa sui generis en el devenir proselitista y gobernanza basada en la coacción, el lucro sectario con el hambre y la miseria, de la división con marrullería, mentiras e incongruencias; del acarreo y las promesas incumplibles, de la ocurrencia, y "de sacar [apolíticamente] tajada de desastres consentidos y catastrophes provocadas", pero sobre todo, poner fin al daño de los perniciosos cortesanos.

Bien entonces por el PRI en su Nuevo capítulo histórico, por cada uno de sus integrantes, de sus gobernantes y representantes populares, que indiscutiblemente ahora se han puesto de acuerdo, a 85 años de su fundación, en ganarle la delantera a los demás institutos políticos y recuperar la esencia de la política, la elegancia, el trato con la gente, la suma, la inclusión deveras, teniendo en mente que“el major regalo, la gratificación más importante, es el bienestar de la gente”.

Hoy ya no se entiende un ejercicio contrario de la política y el poder. Las circunstancias críticas por las que se atraviesa en todos los ámbitos, dictan la imperiosa necesidad de hacer a un lado intereses egotistas por los de cada ciudadano afectado por las privaciones que de ello derivan. Y qué bueno que el PRI ha jurado comprenderlo: comprender que los ciudadanos son más que votos para el sostenimiento de una estructura viciada de regents que ven en el poder su oportunidad de vida para obtener lo que quizá jamás en otras condiciones lograrían. El PRI pues, ha decidido asumir uno de los retos más trascendentes de su historia como partido, reformarse y enriquecerse a intramuros a fin de trabajar con y para la gente. Ahora bien, ¿qué tanto le costará alcanzar esta meta en su totalidad? ¿Llevará mucho tiempo? Se espera pues, que no sea mucho. Enhorabuena.