El día que a María José le cambiaron de nombre
Lorena Orozco
27 de febrero de 2014
El tianguis ya estaba como hormiguero, gente iba y venía, cuando de pronto se escuchó la voz de la jefa de fiscales de Tepic, María José Valdez Ochoa, quien empezó a decir a los comerciantes que tenían que ordenar sus mercancías, que no se ubicaran encima del pasto, ni tampoco obstruyeran el paso a los automóviles.
Las reacciones de los comerciantes fueron diferentes: algunos la saludaban de mano y le daban las gracias por estar ahí (en el tianguis de La Taberna), mientras que otros le rayaban el disco, le hicieron rechifla y le cambiaron el nombre por el de “vieja babosa”, y otros de más altos decibeles.
La mujer no se arredró, además iba acompañada de varias patrullas, y los agentes (unos de tránsito y otros de la policía vial) les ayudaron a los tianguistas a acomodarse, pues había unos que prácticamente estaban a media calle, y otros más aventados, al ras de la banqueta de la avenida México, donde camiones y autos pasaban rozándoles los callos.
La funcionaria del Ayuntamiento de Tepic, les advirtió que estaban poniendo en riesgo su vida, y que a la hora de que algo les ocurriera iban a rematar contra la autoridad, y que por eso se tomaron estas medidas de prevención.
Aquello fue la noticia del día entre los comerciantes, pues el tianguis se extiende desde las faldas del cerro de la cruz, sobre la avenida México, ahí donde está el kínder Aristóteles, hasta el panteón jardín.
El operativo encabezado por María José también fue notorio entre quienes estaban en el lugar para desayunar o hacer las compras de la semana en los diferentes puestos.
Más tarde, uno de mis amigos se mostró gratamente sorprendido, pues pudo entrar y salir de la colonia en su auto sin problema, y dijo que recordaba que en otras ocasiones el lugar estaba intransitable.
Lo puse al tanto de los pormenores, y también de que no a todos les había caído muy bien que llegara la jefa de fiscales temprano (cerca de las ocho de la mañana), pero que la mujer iba decidida, y muy bien acompañada por las patrullas para reacomodar a los tianguistas.
Valdez Ochoa dejó la encomienda a algunos de los comerciantes para que le reportaran cualquier anomalía, pero aparte, una patrulla se quedó a cargo los domingos, para evitar que el tianguis se vuelva a convertir en un caos.
Al parecer a la jefa de fiscales no le inquieta mucho que le hagan rechiflas o le cambien de nombre, pues en el tiempo que lleva a cargo de esa dependencia municipal ha agarrado fama de ser intransigente, y en la prensa y redes sociales siempre da de qué hablar.
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