El NO social en Tepic a la montaña rusa en la Loma

El lunes pasado, los nayaritas despertamos con la crónica de una muerte anunciada desde la sociedad civil. El relato manó de la cuenta de facebook del titular del ejecutivo del estado. En un breve mensaje el gobernador Sandoval señala: “Después de la visita de los técnicos expertos en la montaña Rusa, la gran montaña que yo quería para la gente, debido a las dimensiones no es factible”.

Con este efímero texto, se buscó minimizar la oposición y la resistencia de diversos grupos sociales a la materialización de este proyecto en el pulmón de Tepic. El texto revela con nitidez la indiferencia por la planeación en la administración estatal. Apenas seis semanas atrás, el lunes 6 de enero el titular del ejecutivo, “en un acontecimiento sin precedentes”, anunció la edificación de “una de las montañas Rusas más impresionantes” en este emblemático parque de la capital del estado.

Seis semanas después, el gobernador confiesa: mi capricho no tiene cabida en la realidad. No en la terca realidad observada por diversas voces ciudadanas desde el seis de enero, sino en una realidad percibida por expertos. Curiosa paradoja implícita en el mensaje: un gobernante que no escucha a la sociedad que gobierna, pero es sensible a la voz de los técnicos contratados por él. ¿Cuál es la lógica de anunciar un proyecto polémico sin antes tener certeza sobre la viabilidad de su ejecución?

En el mensaje del lunes pasado, sin aceptarlo, el titular del ejecutivo reconoce una capacidad de poder desplegada por la sociedad civil. Los ciudadanos que en las últimas semanas se manifestaron contra la montaña rusa en la Loma, disfrutaron los resultados de su acción. El NO social a la montaña rusa en la Loma es un ejemplo extraordinario del control social que se puede ejercer sobre las autoridades en Nayarit.

Una oportunidad similar se desaprovecho en la construcción del denominado Auditorio de la Gente. Hoy la historia la conocemos todos. El proyecto inicial se presupuesto en 168 millones de pesos. Hasta el momento es imposible conocer su costo total final. La secretaria de obras públicas del estado mantiene reservada la información. En declaraciones recientes a la prensa, el titular del ejecutivo señaló un costo estimado de 210 millones de pesos. Casi 50 millones más de lo proyectado originalmente. ¿Cuál es la relevancia y utilidad de esta obra para detonar el crecimiento económico del estado? ¿Cómo contribuye a contener el crecimiento de la pobreza en la entidad?

Lo que hoy sí sabemos por ejemplo, es que el gobierno mantiene un importante adeudo con la Universidad Autónoma de Nayarit y con los más de 200 mil estudiantes de primaria y secundaria que a la fecha no han recibido su beca tras el inicio del presente ciclo escolar. Solo por mencionar dos temas sensibles del presupuesto para la educación en el estado.

El NO social a la montaña rusa en la Loma no debe quedar ahí. Debería evolucionar a una propuesta. De mantenerse la exigencia al gobierno de transparentar y hacer público el proyecto de remodelación de este parque, grupos ciudadanos interesados en él, podrían aportar ideas para mejorar este espacio respetándolo como lugar de memoria e identidad de los tepicenses. Se podría hacer más con menos y destinar parte de los recursos previstos para la remodelación, a otros rubros apremiantes para los nayaritas.

Esperemos que los ciudadanos y colectivos que participaron activamente en las últimas semanas expresando su rechazo a la montaña rusa en la Loma, mantengan la exigencia de conocer el proyecto de remodelación y desplieguen su capacidad de proponer y enriquecerlo. Esperemos que de realizarse esta legitima demanda, el gobierno escuche y abra los canales institucionales de participación necesarios para fortalecer y legitimar este proyecto. Al hacerlo ganaríamos todos los nayaritas.