Defensa y lucha por el petróleo

Misión cumplida: se abren las “compuertas de par en par” para permitir el acceso del capital mundial a las industrias petrolera y eléctrica. Se legitiman los contubernios del pasado y los acuerdos en lo oscurito para que las empresas trasnacionales dejen de corromper a los funcionarios públicos. Sin embargo, quedan pendientes dos cuestiones: la afrenta al Pueblo de México y el agravio al Ejercito Mexicano.

A los jóvenes que no la oportunidad de participar en la jornada nacional para el pago de la indemnización a las empresas extranjeras norteamericanas, inglesas y europeas que se habían adueñado de varios de los objetos naturales del subsuelo de México, se les informa que sus padres y/o abuelos donaron parte de sus pertenencias a la Presidencia de la República cuyo titular era el General Lázaro Cárdenas del Rio a fin de completar el monto de dinero exigido indebidamente por las compañías trasnacionales. No importaba la naturaleza ni cuantía de los donativos, si estos eran gallinas, cerdos, anillos sin alto valor monetario, etc. Lo que importó fue el surgimiento del espíritu patriótico y el arropamiento al “Tata Lázaro” para en caso de necesitarse, defender al país. Hoy con la culminación del desmantelamiento del Estado de la Revolución Mexicana y de la Economía Mixta a través de la reforma energética, los legisladores del Congreso de la Unión que le van a decir al Pueblo del México de mi General Lázaro Cárdenas del Rio. Por lo pronto algunos adultos mayores al ver a algunos legisladores, a la pasada con “voz en cuello” les “mentaron la madre” y les gritaron “traidores a la Patria”. A lo mejor estos mexicanos no tienen internet en su casa, no participan en las redes sociales ni tienen teléfono fijo. Pero gozan de la autoridad moral de los años de vida. Lo curioso es que para ellos no se salvan ni los del PRD porque dicen que sirvieron y sirven al gobierno en lugar de a los mexicanos. Ya habíamos advertido que “el horno no estaba para bollos”, pero la clase política gobernante está ciega o en definitiva desea que arda Troya para que sus patrones del vecino país del norte “ocupen militarmente el Territorio Nacional”.

Al Ejército Mexicano que se le dirá porque “la expropiación petrolera” la realizó no únicamente mi General Lázaro Cárdenas del Rio, sino un equipo dentro del cual participaban un destacado contingente militar del entonces “Glorioso Ejército Mexicano”, como se le conocían en la población. Pero además el “Tata Lázaro” no es cualquier militar ni cualquier general. Fue y es una figura moral internacionalmente conocida, fue y es un emblema de los movimientos de Liberación Nacional en Latinoamérica, fue y es un militar respetado por hombres de la talla de Fidel Castro Rus, del Che Guevara, de Salvador Allende, etc.

La defensa de PEMEX y de CFE como empresas de Estado no tiene ninguna significación socialista ni mucho menos comunista. Tras la estatificación de la industria petrolera vienen los gobiernos sucesores de mi General Cárdenas con la misión de reorientar al Estado Mexicano y sus acciones hacia el desarrollo del capitalismo mexicano. Y PEMEX y CFE sirvieron a tal propósito. Sin estas dos empresas los capitalistas mexicanos incluyendo al hombre más rico del mundo, no hubieran existido como tales. Por eso es una mentira presentar a la “extinta empresa petrolera estatal” como una institución insolvente, no-competitiva y de altos costos.

Los que saben de estas cosas dicen que la clasificación mundial de las empresas productoras de petróleo, PEMEX se mantiene en el quinto lugar. Que es el quinto exportador petrolero y sus reservas se ubican en el decimotercer lugar mundial. En cuanto a los costos de extracción, los de “la extinta petrolera estatal” son los más bajos: 6.84 dólares por barril frente a 7.55 de Statoil, 9.55 de Exxon o 13.62 de Petrobras. Además durante los últimos tres años ha mantenido un promedio de inversión de 22 mil millones de dólares, frente a empresas como Exxon o British Petroleum que realizan inversiones mundiales por 36 mil millones de dólares. En relación al pago de su deuda, el monto representa el 6.4 por ciento en proporción de su capital de operación. En fin.