Ante el colonialismo, la unidad nacional más amplia
Miguel González Ibarra
16 de diciembre de 2013
En términos de la Constitución, México es una colonia. Todo está desnacionalizado. Desnacionalizar es colonizar. Nuestro pueblo nunca ha aceptado esa tal categoría, la de ser colonia de una potencia extranjera. Esta vez, no será la excepción. La patria será rescatada y liberada y seremos una nación independiente y soberana, tal y como lo señaló el General Lázaro Cárdenas del Río. Los vendepatrias del PRIAN serán derrotados y expulsados del aparato del Estado. No hay bien que por mal no venga. Entonces, serán los trabajadores mexicanos, los obreros y los campesinos, quienes tomen las riendas y pongan las cosas en su lugar y, en consecuencia, ordenen nuestra casa que lleva por nombre república mexicana.
¿Qué sigue?
Esperemos a que Peña Nieto promulgue la venta de la patria. Parece ser que ya alcanzaron el número de legislaturas estatales que votaron la redacción contraria al interés nacional, en los artículos 27 y 28 de la Carta Magna. Todo parece indicar que no hay reversa. Al pueblo no nos queda más que el camino de la lucha. En el pueblo está todo. El pueblo tiene que decidir. Estamos seguros que el pueblo de México rechaza las contrarreformas acordadas por los dos partidos que sostienen este sistema antidemocrático, antipopular y antinacional, proyanqui, que obedece al pie de la letra todos y cada uno de los dictados del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.
Lo primero que tenemos que hacer, es unirnos todos los patriotas en el gran frente nacional anticolonialista. El nombre sería lo de menos. Lo que importa es la acción de unificar los esfuerzos de todos los mexicanos que queremos una nación libre, soberana e independiente, sin intervencionismos del capital foráneo ni de ninguna potencia extranjera, mucho menos la de Estados Unidos de Norteamérica. Estamos seguros, que en esta ruta, estaremos 117 millones de mexicanos, porque, por nuestras venas, corre la sangre de Hidalgo y Pancho Villa.
Lo segundo, es diversificar todas las formas de la lucha. En esta línea nos enseña mucho la estrategia y táctica aplicada por Nelson Mandela en Sudáfrica. Luchar en todo el país, es decir, la lucha es nacional, pero, ésta, se forja de los movimientos que se promuevan y organicen en cada estado del país, por tanto, municipio por municipio, pueblo por pueblo, ejido por ejido, colonia por colonia y en todos los barrios de nuestra inmensa república.
En el pueblo radica todo. El Constituyente fue sabio. Dijo desde 1857, que la soberanía radica en el pueblo. El principio sigue en el artículo 39 de la Constitución. Estos neoliberales son tan torpes que lo pueden borrar también. Son fascistas. Y los fascistas son ciegos, muy ignorantes, exageradamente ignorantes. Por eso, han sido derrotados en todas partes. No han podido consolidar nada. Esta vez, también, el pueblo de México los va a derrotar. Si borraran el 39, lo que no podrán desaparecer es al pueblo, porque, tal y como ya lo hemos apuntado en otros comentarios, EL PUEBLO ES PERMANENTE Y ETERNO, esto es, el pueblo es inmortal y vivirá por siempre y para siempre.
Blog del autor: http://miguelgonzalezibarra.wordpress.com/
Twitter: MGonzalezIbarra
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