Las altas capacidades intelectuales en niños de preescolar

Este artículo se debe a la incomprensión de algunas educadoras sobre el significado del “Neurodesarrollo Atípico”. Y desde luego, que esto tiene que ver con las “Neurociencias”. 

Lo “Atípico” está entendido como lo no típico. Y lo “Típico” está entendido como lo normal, lo que ocurre siempre que se da una cierta circunstancia.

Sin embargo, lo atípico puede estar por debajo o por encima de lo típico, o de lo normal.

Y en este sentido, si hablamos Neurodesarrollo, el Neurodesarrollo Atípico puede estar por debajo o por encima del Neurodesarrollo Típico.

A los casos del Neurodesarrollo Atípico que se encuentran por debajo del Neurodesarrollo Típico, se les llama “Trastornos”, o sea, son deficiencias que los humanos tienen en algo. 

Y a los casos del Neurodesarrollo Atípico que se encuentran por encima del Neurodesarrollo Típico, se les llama Superdotados, Genios, y últimamente ha aparecido el mote de “Altas Capacidades Intelectuales”.

Y en este sentido surge la incomprensión.

¿Cómo y Por Qué la “lectura”, la “aritmética”, la “geometría”, etc., han surgido en algunos niños en la Infancia Temprana menor a los 6 años de edad?

De hecho, no es una situación hipotética. En los CENDI`s Paulo Freire de Nayarit, se han tenido varios casos.

Y, ¿Por qué llama poderosamente la atención esta situación?

Porque a los 6 años de edad se alcanza la madurez cognitiva y la psicomotricidad necesaria para el aprendizaje complejo.

A los 6 años, la maduración cognitiva se ve impulsada por el desarrollo de las funciones ejecutivas en el lóbulo frontal, y por la mejora en la atención y la memoria de trabajo. También hay un aumento de la autonomía del niño y un incremento en las demandas sociales y académicas. 

Pero, ¿Qué pasa con el Desarrollo Neurofisiológico a los 6 años de edad?

Surge la Mielinización del lóbulo frontal.

La mielinización es el proceso que cubre los axones de las neuronas del lóbulo frontal con una capa aislante llamada mielina. Esta mielinización incluye la Corteza Prefrontal donde se asientan las Funciones Ejecutivas, la cual permite una comunicación eficiente entre sus neuronas. 

Y entonces surge la intrigante interrogante: ¿Por qué algunos niños de los CENDI*s Paulo Freire menores a los 6 años, aprenden a leer, nociones de aritmética y de geometría? 

Las funciones cognitivas superiores son habilidades mentales complejas que nos permiten pensar, aprender, resolver problemas y adaptarnos al entorno. Estas funciones incluyen el lenguaje, la memoria, el razonamiento, la toma de decisiones, la planificación, la atención, la flexibilidad cognitiva y la creatividad. Son procesos que requieren la integración de información de diversas áreas del cerebro y se consideran de orden superior porque se construyen sobre las funciones cognitivas básicas. 

Pero, ¿Qué pasa si mejor atendemos a la organización vertical del cerebro?

La organización vertical del cerebro humano se puede describir como una estructura jerárquica que va desde la médula espinal hasta la corteza cerebral, pasando por diferentes niveles con funciones específicas. 

A continuación, se detalla la organización vertical del cerebro:

1. Médula Espinal:

La médula espinal, parte del sistema nervioso central, conecta el cerebro con el resto del cuerpo a través de nervios espinales. Esta estructura es la base del sistema nervioso y permite la comunicación entre el cerebro y las diferentes partes del cuerpo y con el entorno. 

2. Tronco Encefálico:

Situado sobre la médula espinal, el tronco encefálico es una estructura vital que conecta la médula espinal con el resto del cerebro. Está compuesto por el mesencéfalo, la protuberancia y el bulbo raquídeo, y controla funciones básicas como la respiración, la frecuencia cardíaca y la presión arterial. 

3. Cerebelo:

Localizado debajo y detrás del cerebro, el cerebelo se encarga principalmente de la coordinación motora y el equilibrio. 

4. Cerebro (hemisferios Cerebrales):

Los hemisferios cerebrales son la estructura más grande y compleja del cerebro y están divididos en dos mitades, el hemisferio derecho y el izquierdo, conectados por el cuerpo calloso. Cada hemisferio se divide en cuatro lóbulos: frontal, parietal, temporal y occipital, que controlan diferentes funciones cognitivas y sensoriales. 

Corteza Cerebral:

La capa más externa del cerebro, la corteza cerebral, es donde ocurren los procesos cognitivos más complejos, como el lenguaje, la memoria y el pensamiento. 

En resumen, la organización vertical del cerebro permite no solo una integración jerárquica de funciones, desde las básicas hasta las funciones cognitivas complejas en los hemisferios cerebrales, sino también, la interacción con el entorno.

Pero entonces surge un cuestionamiento. ¿Cómo al margen de la maduración del prefrontal, asiento de las funciones ejecutivas superiores, se da el aprendizaje de la lectura, de la aritmética y de la geometría?

El Alto Rendimiento, o las Altas Capacidades Intelectuales son el resultado de una combinación de factores, entre los cuales se encuentran la Motivación, la Práctica Deliberada y la Automatización de Tareas. Estos factores juegan roles cruciales. La Motivación en su expresión intrínseca del deseo de mejorar y alcanzar metas, proporciona la energía necesaria para superar desafíos y mantener el esfuerzo a largo plazo, impulsando la acción y el esfuerzo sostenido. La Práctica Deliberada permite el desarrollo de habilidades específicas, y la Automatización libera recursos cognitivos para enfocarse en la toma de decisiones y la adaptación a situaciones complejas. 

Y esto se da, a pesar de la no maduración del Prefrontal. Pero, ¿Cuáles estructuras participan? Los Ganglios Basales y el Cerebelo.

Los ganglios basales son un conjunto de estructuras cerebrales profundas que desempeñan un papel crucial en el control motor, la función cognitiva y la emoción. En resumen, ayudan a iniciar y suavizar los movimientos musculares, suprimen los movimientos involuntarios, coordinan los cambios de postura, y están involucrados en procesos de aprendizaje motor, toma de decisiones, y regulación emocional. 

El cerebelo, aunque tradicionalmente asociado al control motor, desempeña funciones cruciales en la coordinación, equilibrio, aprendizaje motor, y también en aspectos cognitivos como la atención y la memoria. Además, se ha visto que participa en funciones emocionales y afectivas.