Salarios de hambre en México

Oportuno resulta tocar el tema de los salarios en el día de la instalación de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos la cual definirá los aumentos de las distintas categorías de salario, menos las de los funcionarios del Estado Neoliberal Mexicano. En años pasados los genios panistas que durante 12 años estuvieron medrando a la sombra del Poder Público y que se pusieron sueldos excesivos como ejecutivos de empresa en bonanza por ejercer funciones públicas, implementaron una política deliberada de castigo salarial para los trabajadores, con la justificación de que esto sirve para incentivar inversiones, pero a la postre ni se creció, ni se generaron empleos, ni hubo tales inversiones, eso sí, el mercado interno en lugar de fortalecerse se debilitó. Lo grave es que ahora los funcionarios del PRI insisten en medidas que van en la misma dirección de tener a un país con trabajadores pobres, hambreados y a punto convertirse en delincuentes por robar alimento en las grandes cadenas. El aparato productivo o como dicen las empresas, en lugar de abrir puestos de trabajo los cierran y mandan a la calle a sus trabajadores. Ayer vimos que 31 firmas de las más de 5 millones de unidades económicas mexicanas despidieron a 68 mil 479 trabajadores durante el primer semestre de 2013 pero no porque quebraron, pues obtuvieron ganancias en comparación con el año pasado por 130,051 millones de pesos. Sino porque su sistema productivo se modernizó y seguramente suplieron mano de obra con tecnología. Tampoco tal despido obedeció al alto costo de la mano de obra, ya que el promedio salarial en México es de 2.5 veces el salario mínimo por lo que se ha convertido el país en una de las naciones con “Fuerza de Trabajo más barata” de todo el planeta. Sin embargo esto es natural en el capitalismo en general. Y quizás sea un estímulo para las reproducciones ampliadas del capital que está teniendo problemas en USA, en Japón y en la Zona Euro. Definitivamente el capital invertido en China aprovechará esta ganga de “mano de obra hambreada” para realizar en México su reproducción ampliada del capital.

Este fenómeno de la pauperización de las condiciones de vida de las familias de los trabajadores es una expresión de las contradicciones sociales que genera el capitalismo. Y no se debe a que la economía mexicana esté estancada o en decrecimiento. Pues según el Informe Anual sobre Riqueza en el Mundo 2013 México mantiene un crecimiento sistemático de su Producto Interno Bruto (PIB) y un fuerte desempeño de su mercado de renta variable. Por otra parte, el número de personas que disponen de más de un millón de activos susceptibles de inversión creció en el país en 6.6% en 2012. La riqueza de estos personajes a su vez registro un incremento del 10% para alcanzar los 46.2 billones de dólares. Quedan más que evidente las contradicciones sociales del capitalismo: riqueza por un lado y pobreza por el otro. Y a eso se debe que únicamente 9.5 millones de hogares mexicanos, mismos que representan el 30.7% del total, tengan conexión a Internet, según informe del Instituto Nacional de Estadística y Geografía. Más aún, en México 64.2% de los hogares no tiene computadora, 69.3 no tiene conexión a Internet; y 74.2% no tiene televisión digital. Lo peor del asunto es que en los últimos dos grados de la educación primaria el Estado Neoliberal Mexicano está generando una desigualdad o inequidad educativa entre la población infantil a dotar a ciertas escuelas de computadoras y tabletas y a otras no. El impacto negativo no únicamente se tendrá al generar una necesidad social en los niños, sino al clasificar a niños egresados de escuela de calidad, de excelencia y de escuelas tradicionales. Este problema creado por el propio Estado Neoliberal con sus políticas de control sindical o corporativo y de falta de una adecuada política educativa generará insatisfacción social cuando estos niños crezcan. En fin.