Aún hay voces que insisten en que se saquen las vías del ferrocarril
Sergio Mejía Cano
14 de Marzo de 2025
En la entrega anterior en que nos referíamos al beneplácito con que la mayoría de los tepiqueños había recibido la noticia de la, ahora sí, construcción de un paso superior sobre la vía del ferrocarril en el boulevard Colosio, La mayoría de los habitantes de la capital nayarita, porque otra parte sigue machacando con que lo mejor sería que sacaran las vías férreas de su actual ubicación.
Esto de sacar las vías del ferrocarril, así como sus instalaciones como patio de maniobras y oficinas del área urbana, en los últimos tiempos fue utilizada más bien como una bandera de campaña política, pues muchos aspirantes a puestos de elección popular en Tepic, señalaban que pugnarían por sacar las vías del ferrocarril de la ciudad; verbi gracia y, un caso muy emblemático, fue la campaña del ahora exgobernador nayarita, Roberto Sandoval Castañeda (2011-2017), cuando decía en su campaña que el penal federal de El Pichón se iría y que sacaría las vías de la ciudad, lo que obviamente no sucedió.
Ya como gobernador, se llegó a decir que a su primer secretario general de Gobierno, José Trinidad Espinoza Vargas lo habían visto salir de las oficinas de Ferromex en la ciudad de Guadalajara, Jalisco, después de una reunión con ejecutivos de esa empresa ferroviaria sobre le reestructuración de las nuevas vías e instalaciones de las vías férreas, algo que nunca se comprobó, sino que nada más se difundió mediáticamente y en las incipientes redes sociales de entonces; pero nada formal que pudiera verificar este hecho.
En esos años de cuando Roberto Sandoval fungió como gobernador de Nayarit, un servidor aún tenía amigos y conocidos que siguieron trabajando en Ferromex en el área administrativa, por lo que les llegué a preguntar al respecto, la mayoría de los que estaban más adentrados en lo administrativo coincidieron en responder a la pregunta aduciendo que Ferromex no quería saber nada de la reubicación de vías e instalaciones, pues significaría un gasto muy oneroso y, que en cierta medida ya se habían hecho estudios sobre esta posibilidad en el entendido de que serían gastos tripartitas tanto de Ferromex como de los gobiernos federal y estatal; pero, que de acuerdo a los estudios hechos y con el pensamiento de que con dinero todo se puede, se llegó a la conclusión de que ya no había por dónde pasar una vía para no llegar ya a la ciudad tal y como está ahora la vía férrea.
Según comentarios de antiguos ferroviarios, decían que siempre se tuvo contemplada la actual estación del ferrocarril, así como su patio de maniobras y demás instalaciones serían o estarían en forma provisional y, que desde hace muchos años siempre se contempló la reubicación entre las poblaciones de San José de Costilla y Pantanal, al sur de la capital nayarita; y que incluso, en los años 60 del siglo pasado se llegaron a hacer trazos para esa reubicación, pues se sacaría la vía principal desprendiéndose de Pantanal para llegar a espaldas de rancho El Quevedeño y así llegar a Mora.
Decían estos antiguos ferroviarios que de pronto se suspendieron todos los trabajos quedando los trazos ya algunos casi concluidos, como parte de la vía que quedó a un costado de las nuevas instalaciones de Pemex con durmientes y rieles ya montados en la entonces naciente Ciudad Industrial; esto en 1968 cuando se pararon los trabajos de esta reubicación. Afirmaban los antiguos ferroviarios que los terrenos en donde se tenía contemplada la reubicación de las instalaciones del ferrocarril no servían como área operativa debido a lo pantanoso del lugar, es decir, terreno poco firme, así como la constante neblina durante la mayor parte de las madrugadas.
Y a propósito de Ciudad Industrial, referían los antiguos ferroviarios que, en el sexenio del gobernador, Roberto Gómez Reyes (1970-1975), se le ofreció al entonces Ferrocarril del Pacífico un nuevo terreno para el cambio de sus instalaciones, precisamente en la naciente Ciudad Industrial; sin embargo a la directiva del FCP algo no les agradó, sobre todo que no sería una zona industrial como la de Guadalajara, Jalisco y otras ciudades del país, con industrias con espuelas para carga y descarga que generaran movimiento constante de producción, por lo que se desechó la idea.
Hoy en día saldría más caro desviar la vía férrea por Pantanal u otro lugar, pues he ahí el aeropuerto, la autopista y, además, Camichín de Jauja ya se ha extendido más, por lo que se tendrían que hacer varios puentes y pasos ya fueran a desnivel como superiores.
Sea pues. Vale.
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