¡Somos muchos, más de cien!
Oscar González Bonilla
07 de Diciembre de 2024
Un buen día de estos, Bernardo Macías Mora comentó con azoro la enorme cantidad de personas que vivimos de ejercer el periodismo en Nayarit.
Venía de hacer guardia al diputado priista Adahán Casas Rivas en su cubículo del tercer piso del edificio sede del Poder Legislativo, desde donde observó cantidad muy grande de reporteros que desfiló por los pasillos, incluso que llegaron en busca del legislador antedicho.
- “Fueron más de cien”, dijo exagerado ese día de sesión pública de la trigésima segunda legislatura.
-Somos más de 500 en toda la entidad, agregué mi cuota de exageración, sobrepasé los límites de lo verdadero.
Pero me salió adelante:
-En los actos por la libertad de prensa o posada que ofrece el gobierno del Estado a los periodistas se reparten hasta mil boletos (para la rifa de regalos).
-Bueno, le dije, es que ese día salen periodistas hasta debajo de las piedras, con el agravante de que muchos llevan a su esposa, esposo, amante, hijos, parientes, amigos y hasta hay quienes se hacen acompañar del mayuyo.
Lo expresado por mi amigo Macías Mora, quien desde hace muchos años goza de mi aprecio, me hizo reflexionar. Muy a pesar que Venedetti, yo así le digo, aunque todo el mundo lo apoda Venado, porque al igual que el poeta uruguayo (Mario Benedetti) Bernardo lo es, pero del movimiento poético conocido como infra realismo, es proclive a engrandecer las cosas, dichas con enorme carga de seriedad.
Luego entonces a vuelapluma recabé en mi libreta de apuntes los nombres de 150 personajes, entre mujeres y hombres, que gravitan sobre el periodismo en Nayarit. Sin embargo, no son la totalidad, faltan aún los nombres de aquellos reporteros de la nueva generación integrados, en su mayoría, a portales informativos en las redes sociales. Los desconozco, pero los oigo mentar.
El propósito fue saber cuáles y cuántos periodistas tienen su trabajo como principal fuente de ingresos. Es decir, los que contratados con alguna empresa reciben salario quincenal. Estos últimos son más del 30 por ciento, mientras que porcentaje más reducido tiene su propia publicación semanal, quincenal o mensual. La mayoría vive de la caridad pública (léase de las dádivas que consiguen de quienes realizan una función pública, política, empresarial o comercial), pero también hay impostores. Se hacen pasar por periodistas sin serlo en la práctica.
Permítaseme abrir un paréntesis y en él hacer un breviario cultural para intentar dar a conocer cómo se originó la palabra “chayote”, muy común en la jerga periodística para denominar la entrega de dinero al reportero a cambio de la publicación de determinada información, o bien para dejar de hacerlo.
En noviembre de 1957, Adolfo López Mateos fue destapado como aspirante de la candidatura del PRI a la presidencia de la república, por tanto, en los primeros meses del siguiente año realizaba intensa campaña de proselitismo, una vez ungido candidato. Por ese motivo llegó a un pueblo de los tantos del Estado de Veracruz. El responsable de Prensa en la campaña cargaba un maletín repleto de billetes para repartir entre los reporteros que cubrían actividades del candidato priista. Como el sol era abrasador durante el mitin, éste se alejó en busca de sombra, misma que encontró bajo una chayotera, cuyas guías y hojas crecían sostenidas por entramado de alambre y madera. Y empezó la repartición de dinero, por tanto, se corrió la voz entre los reporteros al tiempo que indicaban que la entrega era bajo la chayotera. El chayo, le dicen ahora los periodistas chilangos.
Sobre los temas de periodismo y periodistas locales hay muchísimas cosas que decir. No quiero entrar en detalles, tampoco profundizar en los vicios que corrompen la actividad reporteril. No es mi propósito herir susceptibilidades, mucho menos lastimar castos oídos de mis compañeros de oficio. Sólo intento desahogar una inquietud que nació de los decires de mi amigo Bernardo Macías Mora, como cronista también involucrado en el apasionante mundo del periodismo nayarita.
Bueno, se preguntarán ustedes: ¿Y él que esto escribe entre los periodistas en qué grupo se clasifica? Sólo diré que la etapa mayormente productiva de mi vida periodística, la dediqué por fortuna a trabajar en empresas de comunicación bastante acreditadas, sobre todo de la iniciativa privada, y con buena remuneración salarial. Empezando por el periódico Diario del Pacífico, luego Notisistema (radio), XHKG-TV (Director de noticiarios Al Momento) pasando por los diarios Express y Meridiano de Nayarit, finalmente este mismo año estuve en Álica Medios, consorcio integrado por tres radiodifusoras que en sus barras incluye noticiarios, a donde llegué en noviembre de 2014 gracias a la invitación de Arturo Guerrero, en ese entonces director general.
Finalmente caigo en la cuenta que todo el mundo buscamos de una manera u otra ganarse la vida para el sustento de nuestras familias, seamos chayoteros o no. Salud.
(07 de diciembre de 2017)
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