Seguimos con la dialéctica de Hegel

Después de hablar sobre la DIALÉCTICA, pasemos a tratar de exponer algunos rasgos fundamentales de la Dialéctica de Hegel.

Dialéctica y Filosofía en Hegel son una y la misma cosa. Y, además, él se apropia, la hace suya, a la Filosofía anterior a su Filosofía, esto es, hace suya a la Historia de la Filosofía para construir la suya, más bien, para construir su Dialéctica. Por eso, la Dialéctica Hegeliana no es ajena a todos los filósofos anteriores al Genio de Hegel.

Críticamente se nutre de todos ellos, de la dialéctica objetiva de Heráclito; de la Subjetiva de Zenón y los Sofistas; de la dialéctica como Método para elevarse a la verdad en Platón; de la dialéctica como probabilidad opuesta a la dialéctica analítica como certeza, como ciencia, en Aristóteles; de la dialéctica neoplatónica; de la dialéctica medieval reducida a un componente del “trívium”; de la dialéctica como razonamiento ilusorio en Kant; y, de la dialéctica del idealismo alemán. Por eso, la Dialéctica de Hegel es grandiosa. Y por eso Hegel es un genio.

En Hegel desembocan y se armonizan dos líneas de 6pensamiento, la que viene de Kant y Fichte y, la que viene de Spinoza y Schelling. Y a partir de ellos asume: “la razón es dialéctica, la antinomia no es irracional” Por eso, “hay que decir sin miedo que la razón humana es divina, que la razón divina es discurso contradictorio”

Los mal entendidos de la Filosofía o Dialéctica de Hegel ha llevado al “falso enfrentamiento” entre la Lógica Formal y la Lógica Dialéctica hegeliana. Y es que, hasta la fecha, algunos no se han dado cuenta que la Lógica de Hegel no es una lógica, sino una Ontología y una Epistemología.

Dialéctica no más que una. El constructo o concepto tal y como hoy lo entendemos, es exclusivamente de Hegel. No es que los griegos u otros filósofos hayan hablado del concepto. La grandeza y genialidad hegeliana estriba en que la construcción de la “DIALÉCTICA” es histórica, tanto en su surgimiento y formulación como en la fecha en que se dio a conocer. Es un Constructo históricamente construido o lo que es lo mismo, un Concepto construido con los aportes de los filósofos surgidos desde la antigüedad hasta la fecha en que vivió Hegel.

Con Hegel aparecen nuevas categorías. Antes de él, la Ley de la Realidad y del Pensamiento era la “no contradicción”; con él “la contradicción y la reconciliación es la Ley del Ser y del Pensar”. Él “introduce el No-Ser en el Ser, en el Absoluto”, y además plantea que “El Ser se hace, por lo tanto, el Absoluto tiene historia”.

Y de esa manera la Historia de la Filosofía queda partida en dos: 1) La filosofía del Ser y la Analogía o filosofía pre hegeliana, y, 2) La filosofía del Devenir y de la Dialéctica, o filosofía hegeliana y post hegeliana. 

En ese transcurrir de la crítica a la filosofía pre hegeliana para la formulación del Constructo Dialéctica, surgen unas verdaderas joyas de malentendidos por no decir algo más feo. 

La filosofía pre hegeliana construida a partir de Descartes dice que con Descartes y Kant se descubrió la “Conciencia”. Y la filosofía clásica alemana le atribuye a Hegel el descubrimiento de la “Conciencia Histórica”, esto es, la conciencia que presupone un “Sujeto”.

Pues bien, la categoría de “Conciencia” se debe a Platón. Y la de “Sujeto” se debe al platonismo el cual elabora la extraordinaria formulación: “La Conciencia y el Sujeto es la primera y principal Condición del Conocimiento”, formulación que hoy en día, muchos niegan. No olvidemos la “Anámnesis” de Platón, la “Iluminación” de Plotino y la “Memoria” de San Agustín. Más aún, el “Conocimiento Trascendental” kantiano significa el “Suicidio” del “Pensamiento”, porque “Separa

El Pensamiento del Ser”. Por lo tanto, la “Inteligencia no conoce el Ser” y en consecuencia, “el Ser no es Inteligible”

Otro plagio de la filosofía “moderna” es el de la categoría de “Conciencia Histórica”. Sin embargo, Aristóteles en su Metafísica, obra de la cual seguramente Hegel y Marx abrevaron la Dialéctica, haciendo aplicación de sus categorías de “Acto y Potencia, no solamente formula la “Conciencia Histórica”, sino hace una serie de formulaciones fundamentales para el pensamiento dialectico. Nos dice, en su lenguaje, “El Cambio presupone el No Cambio”, “El Ser Cambiante No Cambia Totalmente”, “Las Cosas contienen el Acto y la Potencia”, por lo tanto, “Las Cosas están compuestas de Ser y No Ser, esto es, Ya Son y todavía No Son”. De esa forma, Aristóteles ha introducido “el No Ser en el Ser”, pero este “No Ser cobra Vida como Ser en un Momento Siguiente” Por eso, “el Ser se Hace, y en consecuencia, “el Ser en Acto tiene Historia”. Sin embargo, hay que señalar que Aristóteles se está refiriendo al Ser Finito. Por lo que es legítimo señalar que la Metafísica de Aristóteles no es mística. En todo caso, podemos llamarla, como Formulaciones Generales o Generalizaciones de Conocimiento de la Naturaleza o de la Realidad. 

Observemos un pasaje aristotélico de la aplicación de sus categorías Acto y Potencia. La substancia material, refiriéndose a un pino de 2 años, es una Forma que ha de Actualizarse, El pino de 2 años ya es pino, pero no es roble, esto es, todavía No Es Pino, es decir no ha llegado a Ser perfectamente lo que es, lo que Puede Ser. El pino pequeño, es un pino inacabado, limitado. 

En este pasaje se aprecian los momentos dialécticos, El No Ser del Pino, o sea el pino de 2 años. El movimiento interno del Pino, o sea, su proceso de desarrollo, esto es, su grado de actualización. Y el pino plenamente desarrollado, o sea la Potencia devenida en Acto, el Ser Pino en Acto. 

De acuerdo con el pasaje, Aristóteles parte del No Ser que Es la Potencia, entendida como “Lo que puede Ser, pero que todavía No Es”, luego viene el Auto Movimiento o Desarrollo Intrínseco del No Ser o sea de la Potencia, y culmina con el Ser en Acto, o sea la Potencia Actualizada. He aquí, la Dialéctica aristotélica.

Erróneamente se ha dicho que la Dialéctica hegeliana se circunscribe a la Tesis, Antítesis y Síntesis. 

La dialéctica hegeliana comienza por negar la cotidianidad para alcanzar involutivamente una totalidad aquende, esto es, una totalidad más atrás de lo cotidiano. Y, ¿qué puede estar más atrás de lo cotidiano? El Ser Absoluto, lo indeterminado. Para Hegel, toda determinación es negación, y, en consecuencia, la negación de la negación es indeterminación. Y lo indeterminado es lo infinito, lo absoluto, Dios. Pero entonces, lo indeterminado tiene historia. 

En esencia, podemos decir que la Dialéctica de Hegel es el movimiento de la conciencia en su determinación inmediata con la realidad, en su saber finito, en la certeza sensible. Para él, “toda determinación es negación”, por eso “la negación de la negación es la negación de una cierta determinación y el arribo a una nueva determinación que presupone a la anterior como su punto de partida. Sin embargo, el movimiento dialectico hegeliano es involutivo, en el sentido que va de lo determinado hacia lo indeterminado, de lo sensible a lo abstracto, del individuo a la especie, de la especie al género, de lo particular a lo general. Esencialmente ese es el sentido del movimiento dialéctico de la filosofía hegeliana. Por eso el primer movimiento de la conciencia va, involutivamente de la conciencia inmediata, de la certeza sensible como dice en su Fenomenología del Espíritu, al saber verdadero, a la conciencia mediata, al saber absoluto, al primer Absoluto, a lo indeterminado. 

Pero esa conciencia mediata es una determinación, es por lo tanto una negación, por lo cual, en otro movimiento involutivo se arriba a un mayor grado de generalización o de indeterminación, al reino de los espíritus, al Absoluto del primer Absoluto. Y así sucesivamente. Sin embargo, el movimiento dialéctico hegeliano hacia la generalización o hacia la indeterminación, no es un movimiento circular, antes bien, es un movimiento en espiral