Sergio Ramírez Barba
Oscar González Bonilla
30 de Octubre de 2024
En memoria de Sergio Ramírez Barba, el grupo de teatro denominado Júbilo, Colectivo Escénico ofreció una representación más de la Farsa y Justicia por la tarde de este viernes 27 de octubre de 2023 en el panteón Hidalgo de la capital nayarita.
Sergio, durante años fue parte de este equipo, donde, pese a su avanzada edad, actuaba al mismo ritmo de sus compañeros.
La determinación del director de escena, Octavio Campa Hernández, por ofrecer homenaje a Pica Lica, provocó por invitación la asistencia de familiares y amigos del homenajeado, quienes además recibieron reconocimiento por escrito al que falleciera el lunes 16 de octubre del presente año´.
Por decisión unánime de integrantes del grupo de teatro, correspondió a un servidor realizar pequeña semblanza de nuestro querido amigo.
Este escrito es al que le di lectura al término de la representación teatral:
Sergio Ramírez Barba para familiares, parientes de sangre; Pirukis para amigos de antaño, relación afectiva sobre la base de sinceridad y solidaridad; Pica Lica y Califica para sus compañeros, adictos a acumular cultura; y Pica Lica para centenares de contemporáneos que en él vislumbraron al ser con capacidades creadoras, agradable por su gracia y espontáneo en el decir y hacer.
Sergio Ramírez Barba nació en Amapa, municipio de Santiago Ixcuintla, pero a corta edad sus padres lo trajeron a radicar en la capital nayarita, razón por la cual Sergio se sentía tepiqueño como el que más.
Logró la licenciatura en Derecho por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), pero además radicó como 25 años en la colonia Morelos, misma que alrededor tiene a La Merced, Tepito y La Lagunilla, entre otras, con sus respectivos barrios bravos.
Decía que era la zona más peligrosa del antes Distrito Federal, pero que te da formación para sortear los avatares de la vida. Allí aprendió el caliche, la tatacha, el doble sentido, el albur y a no dejarse. “En la ciudad de México si te duermes no cenas”, manifestaba.
Fue un hombre de mundo. Amante de la música, el canto, la actuación, la literatura, el baile y la escritura, entre otras yerbas, artes que además ejercía, y bien.
Cuando joven, Sergio fue campeón de clavados en competencias de interprepas e inter facultades de la UNAM, por antonomasia buen nadador, vencedor en concursos de baile, y además destacó en la práctica de deportes varios, entre ellos el basquetbol.
Desarrolló un estilo muy propio, bastante alejado de la convencional manera de escribir, plasmado en ocho de sus obras que hasta nuestro tiempo logró editar y que le han valido reconocimientos local, nacional e internacional.
Los títulos de algunos de sus libros son: Pica Lica y Califica, Más metidas que sacadas, Lo liso y parte de lo arrugado, Hasta el tronco da limones, Gárgaras boca abajo y Lleva la pieza entera, o le saco la pedacera.
Pica Lica obtuvo lauros en concursos de albures, coplas, versos y chascarrillos. Triunfó en San Luis Potosí y Veracruz. Como conferencista nayarita expuso conocimientos en Perú, Ecuador y Chile, pero también estuvo en Estados Unidos de Norteamérica.
Durante años mantuvo presencia periodística en los diarios Buendía y Realidades. Dejó constancia en columnas firmadas con los seudónimos de R. Papalino y Pica Lica y Califica.
Su transporte citadino fue una motocicleta, cuya figura con un sombrerillo a la cabeza veloz recorría las calles de Tepic.
Su poesía una excelsitud, caracterizada por la expresión de sentimientos, historias, emociones y reflexiones. Fue acendrado el humanismo de Sergio Ramírez Barba. En el actual grupo de teatro denominado Júbilo Colectivo Escénico, fue condescendiente con sus compañeros. Es por ello que cada uno lo lleva en el cerebro de su corazón.
Relataré chascarrillos de Pica Lica, aunque de ellos hay centenares, éstos se quedaron grabados en mi memoria:
Comentaba Sergio que hubo quienes le preguntaban: ¿manejas moto? Sí, es cuando mejor manejo, respondía.
En el amor, cuando joven, Pica Lica asegura que antes le decían el semental, y hoy me dicen el semestral.
Luego este: no es lo mismo las ruinas del Machu Picchu, a que venga un macho te meta el picchu y te deje en ruinas.
MUCHAS GRACIAS
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