Aquellos tiempos...

ASPIRANTES "EXTRANJEROS"

Hay certeza manifiesta que cuatro, si no es que más, aspirantes a la gubernatura de Nayarit no son nayaritas por nacimiento: Martha Elena García (PRD), Guadalupe Acosta Naranjo (PRD), Alejandro Galván Araiza (PRI) y Gerardo Montenegro Ibarra (PRI).

Martha Elena nació en el Istmo de Tehuantepec, Oaxaca; Acosta Naranjo en Juan José Ríos, municipio de Ahome, Sinaloa; Alejandro Galván en Colima y Gerardo en Guadalajara, Jalisco.

Claro está que el ser nayarita por adopción no les resta ningún mérito, mucho menos legalmente están impedidos para participar en política. La Constitución del Estado de Nayarit los habilita con el derecho de votar y poder ser votado en las elecciones populares de la entidad, siempre que estén en ejercicio de sus derechos cívicos y políticos en los términos que establezca la ley.

Pero además la propia carta magna local establece que son ciudadanos nayaritas, los varones y mujeres mexicanos por nacimiento o por naturalización que reúnan también los siguientes requisitos: La vecindad en el Estado con seis meses de residencia, por lo menos, dentro de su territorio. Y que tengan un modo honesto de vivir.

Es sabido por todos que los cuatro han manifestado su deseo de gobernar Nayarit, por tanto, se convirtieron en figuras públicas sujetas al examen común de la ciudadanía. El resultado es reprobatorio, luego que, colocados en la cresta de la ola, todo el mundo toma para sí el derecho de hablar de sus virtudes y defectos, pero más bien de estos últimos que hallan en grandes cantidades, sobre todo de parte de enemigos o adversarios políticos.

Guadalupe Acosta Naranjo ha sido vilipendiado hasta el hartazgo. Aparte que se le acusa de hacer fortuna con base a componendas de candidaturas partidistas, se le endosa el calificativo de colaboracionista del gobierno panista de Felipe Calderón. Pues bien apunta Miguel Ángel Granados Chapa: “En la dislocada dinámica política de hoy, los adversarios se hacen favores y los correligionarios riñen entre sí”. En fin, que Acosta Naranjo está obsesionado con la adquisición de poder político y económico.

Alejandro Galván Araiza ha sido severamente cuestionado por su connivencia en negocios poco claros con el gobernador de Nayarit, Ney González. Se ha hecho del conocimiento público que tan sólo la empresa fachada (Radio Capital 980) factura anualmente al gobierno estatal 36 millones de pesos por concepto de publicidad, pero además por medio de otras empresas factura a la misma dependencia cantidades estratosféricas, cuyo monto millonario parece increíble.

Gerardo Montenegro Ibarra poco aporta al rosario de debilidades que la vox populi hace escarnecer. El flamante senador priista, de origen magisterial, hasta hoy dirige su mirada, después de casi siete años ininterrumpidos de legislador federal, a Nayarit y a sus habitantes que a gritos piden justicia social.

El movimiento Tú Sumas que tiene como principal promotor y exponente a Gerardo es un programa electorero que terminará una vez designado el candidato del PRI al gobierno de Nayarit. El antecedente de flor de un día son los famosos COPYS (Clubes de Orientación Política y Social), programa electorero que en el pasado puso en práctica el magisterio por todo Nayarit. Con Tú Sumas el objetivo es catapultar al cachorro del cacique magisterial, Liberato Montenegro Villa, primero a la candidatura del PRI y enseguida a gobernador de la entidad.

Cabe aquí el comentario del gobernador Ney González, quien tampoco es nayarita por nacimiento. En reunión con periodistas él mismo dio a conocer que nació en Guadalajara, Jalisco. Dijo Ney: mi madre, Doña Carmen, tuvo que ser llevaba allá porque su embarazo era de alto riesgo debido a su edad. Explicó que Don Emilio, su padre, quiso que al salir de la clínica fuera registrado al civil en una oficina que para el caso se encontraba en sitio cercano. Acontecimiento parecido ocurrió con la madre de Gerardo, que por requerir atención médica especializada fue transportada de Ixtlán del Río a Guadalajara, sólo que el bebé a los dos días ya estaba de regreso en casa.

Sobre la diputada Martha Elena se puede decir que acusa una incultura política que raya en ignorancia supina. Poco o casi nada ha cumplido de lo que en campaña prometió. Con el “poder de tus sueños” no se ha podido en Nayarit recuperar la seguridad, tampoco gestionar seguro de desempleo, asegurar el futuro de los jóvenes, salvar la economía del campo y la ciudad, garantizar mejores médicos y medicinas, apoyar con dinero a los adultos, acabar con la corrupción y un largo etcétera. Con lo que se comprueba que los sueños, sueños son.

Se ufana de siete veces haber subido a tribuna de la cámara durante un año legislativo. De su productividad como diputada federal nada se sabe en Nayarit. Se rodea de una caterva de palafreneros que la impulsan con el único propósito de formar parte del botín.

Los demás aspirantes no están exentos. Ni a cuál ir. Ni modo, con estos bueyes hay que arar.