Familia tóxica
Lorena Orozco
02 de Septiembre de 2024
Un escrito que recomendaba alejarse de familia tóxica, fue motivo de discusión con mi amigo Sergio, quien argumentó que era un tanto paranoico decir que no tengas que ver con gente que es de tu sangre, porque para él la mayoría de las familias en México son disfuncionales, pero se pueden sobrellevar.
Y hablamos largo y tendido sobre el tema; que si esto, que si aquello, que cómo le ibas a negar la palabra a tus padres, hermanos, tíos, hijos, sobrinos, etc, etc... O alejarte (o mandarlos a ellos) al país de nunca jamás.
En el debate salió el tema de una de mis vecinas, cuya vida fue de constantes problemas con su gente; su papá con el vicio del alcoholismo, su madre aguantando, mientras se llenaba de hijos, viviendo una mala vida y estrechez económica.
Luego, se va a formar su propia familia, tiene cuatro hijos, dos hombres y dos mujeres; el marido en los vicios y el destrampe, hasta le robaba "para seguirla".
Ella luchando siempre para sacar a sus retoños adelante; trabajando en casas, vendiendo cosas, impulsada por el amor, a sus criaturas.
Al paso de los años, de los cuatro hijos, tres agarraron las drogas, y ahí su calvario se aumentó, pues los pedazos de su corazón se convirtieron en unos seres abusivos y delincuentes, y ella fue blanco de innumerables maltratos de palabra y de obra.
El marido malandrín, cuando no conseguía las cosas con ruegos o amenazas, eran golpizas... Para colmo, ella fue odiada, rechazada y criticada por su suegra y cuñadas; para esas mujeres ella era la mala.
En algún momento decidió dejar al hombre, pero de todos modos iba a un negocito que ella puso, a quitarle el dinero y golpearla.
De repente, su vida dio un cambio, pues encontró el amor en otro hombre, y la motivó a dejar ese entorno, y tener una vida diferente con él, pero para ese momento ya tenía varios nietos, y muchos más problemas derivados de toda esa situación que hasta entonces había aguantado.
Con todo, se hizo el ánimo de luchar por su felicidad, pero siguió enredada en problemas de los hijos y los nietos, y últimamente se había llevado a dos nietecitos a vivir con ella, porque el DIF se los había quitado a la hija que anda en vicios. Luego, un día empezó a estar enferma, y duró cinco meses en el hospital, y dos fuera de él, porque falleció de cáncer, que se había regado por todo su cuerpo, hasta los huesos. Unos días antes de darla de alta, uno de sus hijos murió, y le dieron la noticia en el nosocomio.
Su tristeza fue grande, hubo quienes dijeron que el dolor de su hijo la mató, pero fueron los muchos maltratos, las desilusiones, y el estar siempre viendo por los demás sin fijarse en ella.
Y por eso pensé, si se hubiera alejado de esa familia tóxica, seguramente su historia sería otra, y no la que finalmente vivió, pues partió de este mundo a los 53 años.
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