“El pragmatismo de Sandoval”

“Pablo Pimienta y la señora senadora Martha Elena se van a cambiar al PRI el próximo año -me dice un joven funcionario estatal cercano a Roberto Sandoval-, cuando las campañas hayan iniciado formalmente y como estrategia para debilitar a la oposición, el alcalde de Compostela se sumará al PRI tal como lo hizo Rafael Cervantes, la señora Martha podría cambiarse de la bancada del PAN a la del PRI durante la campaña, si es que hay que debilitar a la oposición en Tepic para fortalecer a toñito y si no hubiera necesidad, hasta después de las elecciones cuando su hijo ya fuera presidente municipal de Tepic.” Lo anterior, me fue confiado hace semanas por alguien cercano al círculo del gobernador y aunque en lo personal, no me parece agradable, tampoco me sorprende.

Para llegar hasta donde hoy está, Roberto Sandoval ha contado con dos características que han definido su comportamiento político: la ambición y el pragmatismo. Sandoval no tiene tabús a la hora de conformar alianzas que le permitan alcanzar o mantener el poder, lo hizo en 2005, cuando se sumó a la “ola roja” de Ney González para llegar a ser diputado local –por el tercer distrito- y durante su paso por la XXVIII Legislatura actuó siempre como neycista, secundando las iniciativas del entonces gobernador y hasta aprobando las solicitudes de endeudamiento que éste hacía y de las que ahora tanto se queja el propio Sandoval. Solo cuando advirtió que Ney trataba de frenar su paso a la alcaldía de Tepic en 2008, Roberto decidió irse por la libre y para ello buscó a su tío, Jesús Castañeda Tejeda, ex dirigente estatal del PRD, mismo que le aconsejó disciplinarse y “buscarla” en el PRI. También tuvo contacto con el PAN, por medio de la entonces delegación estatal albiazul, quienes le brindaron todas las posibilidades
de ser el candidato a Tepic en caso de que su partido no lo postulara, al final, el PRI lo hizo candidato a alcalde y el PAN tuvo que postular a don Zeferino Ramos Nuño. Ya como alcalde, Roberto agradecía una y otra vez el apoyo de Ney a su gobierno, jamás le respondió las recriminaciones y humillaciones que el ex –mandatario le propinó -¿Cómo olvidar aquella de “quiero que des la cara, siempre que pasa algo te escondes”?-, aguantó, hasta que tuvo el poder…

Hoy llama “payaso” a su antiguo jefe, en cada oportunidad afirma que los latrocinios de González Sánchez no quedarán impunes y sin embargo, él mismo operó desde palacio de gobierno, para que en el PRI no pasara la solicitud de juicio político en contra de Ney González. No podría ser de otra forma, él fue co- responsable del desastre que hoy es Nayarit. Para alcanzar el poder, Roberto ha tendido puentes y ha extendido complicidades en todos sentidos. En 2008, durante la campaña a la alcaldía capitalina, fue apoyado económicamente por el ex gobernador Antonio Echevarría Domínguez, algo que sabe muy bien gente cercana a él, como Ernesto Navarro. A pesar de que el apoyo formal de Echevarría Domínguez era al PRD en 2008, lo cierto es que fiel a su filosofía de “para mí la política es un negocio”, apostó por Sandoval desde aquel entonces y volvió a hacerlo en el 2011, de eso no me cabe la menor duda. Hoy, esa alianza parece estar a punto de rendirle frutos, toda vez que su hijo está en posibilidades de ocupar la oficina principal de palacio de gobierno en poco menos de 3 años, si es que antes gana la alcaldía de Tepic.

Los coqueteos con Toño Echevarría comenzaron desde la misma toma de protesta de Sandoval Castañeda como gobernador, el 19 de septiembre de 2011, cuando elogió el trabajo de Toño en lugar del de su antecesor –en honor a la verdad, de Ney no hay mucho qué presumir-, después los dos Toño´s, elogiaron a Roberto, en su calidad de empresarios, por “devolver la seguridad a Nayarit”. Ahora Antonio Echevarría García se perfila a la candidatura del PRI a la presidencia municipal del PRI, con todo el apoyo político de Roberto Sandoval, quien incluso ya lo sentó a la mesa con César Camacho Quiroz, -en esa conversación, me dicen, se pudo haber tratado la conversión de la senadora Martha Elena del PAN al PRI, como parte del acuerdo para postular al presidente de Grupo Álica como candidato en 2014-, todo sea por mantener el poder.

Con el poder que le da controlar el presupuesto estatal, Roberto ha tratado de disminuir a la oposición en la entidad. Atrajo al recién electo alcalde de Bahía de Banderas, Rafael Cervantes y en acto vergonzoso, éste se puso la casaca priista durante un evento proselitista de Fausto Vallejo, hoy gobernador con licencia de Michoacán. Con promesas de cobijo gubernamental y futuro apoyo político, logró también desmembrar a la bancada panista en el congreso, renunciando los diputados de acción nacional Antonio Serrano, Carlos Nolasco, Santos Rentería y Carlos Carrillo Santana. Recientemente, la presencia de la diputada perredista Dolores Porras Domínguez –prima del ex gobernador Echevarría y por tanto, tía del pretenso priísta a Tepic- en eventos propios del PRI y sus votaciones a favor de las iniciativas enviadas por el ejecutivo, han levantado suspicacias y la sospecha de que también la santiaguense pudo haber sido cooptada.

Ahí está el caso también del Ing. Amado Rubio Castañeda, hoy titular del Comisión Estatal del Agua, y a quien Roberto Sandoval atrajo desde principios de 2012, haciéndolo renunciar primero, a la candidatura del PAN a la diputación federal. El gobernador prometió devolver al ex candidato del PAN a la presidencia municipal de Tepic, los tres millones de pesos que éste gastó en campaña e integrarlo a su gobierno, lo cual ocurrió finalmente el pasado 11 de junio. Con esos antecedentes, no me extraña en lo absoluto la aseveración que me hace mi amigo sobre lo que se comenta en el círculo cercano al mandatario estatal, sobre el hecho de que el actual alcalde de Compostela, quien ocupa ese lugar gracias a que el PAN lo postuló en 2011, pudiera cambiarse –oficialmente, pues en los hechos ya actúa como tal- al PRI el próximo año. El doctor Pablo Pimienta ha desilusionado a quienes creímos en él alguna vez, pero sobre todo a los compostelenses que depositaron en él sus esperanzas de cambio. Esa es, en fin, la forma de gobernar de Roberto Sandoval Castañeda, quien empieza ya, a pensar en su futuro y en quienes habrán de cubrir sus espaldas –tal como él lo está haciendo con Ney- y cumplir así, con una de las leyes no escritas de la política priísta: “cubrir siempre, la espalda de tu antecesor”.