Aquellos tiempos…
Oscar González Bonilla
27 de Junio de 2024
INTENTARON EXTORSIONARME
Iba a entrar de lleno a la redacción de entrevista realizada con anterioridad a Maximino Muñoz de la Cruz, presidente de la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos para Nayarit, pero decidí primero leer artículo de Agustín Basave que publica la revista semanal Proceso a manera de inspiración.
En esos menesteres me hallaba, serían como las 14:45 horas, cuando con teléfono de casa en mano se acerca mí esposa para indicarme que me llama una persona que dice ser licenciado, asegura que te dio una tarjeta. Por favor, pregúntale su nombre, le pedí. Se lo dijo y ella me lo repitió, al tiempo que me pregunta: lo conoces. No, contesté, al momento que con ademán le solicité el aparato.
-Dígame.
-Es usted Oscar González Bonilla.
-A sus órdenes.
- ¿Conoce al licenciado José Luis Béjar?
-Sí, como no.
Pensé que me daría alguna información de algún trueque en la profesión que comprometiera al abogado litigante. Que me pretendía utilizar para que fuera el conducto de echarle chingadazos y exhibir supuestas deshonestidades de José Luis Béjar.
En un intento de desafanarme de ese vozarrón imperioso le expresé: Mire, si usted quiere obtener mayor información del licenciado José Luis Béjar le ruego llame al canal local XHKG, donde él tiene un programa muy exitoso que se transmite creo un día por semana.
-No, el asunto es con usted.
Enseguida me suelta a retahíla su versión. Como no hacía pausas en su exposición, mi impresión fue que la tiene bien entrenada.
Empezó por explicarme que soy una persona muy respetable y que mi esposa Sofía es una persona de confiar. Le mandé con Sofía, dijo, una tarjeta y no he obtenido respuesta. Cuando ella respondió le indicó que a mí me había entregado tal tarjeta. Luego con rapidez en el habla dio el nombre de José Luis Béjar y la ubicación domiciliaria de su despacho.
Habló enseguida de la relación de Béjar con el fiscal general del Estado, pero no supo dar el nombre correcto del funcionario, pues dijo Díaz Medrano. Conforme avanzaba en su perorata la voz se tornaba impositiva cada vez más.
Mi esposa se quedó de pie al lado de conmigo, mientras yo sentado frente a la pantalla de la computadora. Abrimos el altavoz del receptor y ella escuchó cuando el tipo me dijo que a Sofía le había entregado una tarjeta. Asombrada ella lo negó con señal del dedo de la mano.
Continuaba la explicación con voz cada instante más autoritario. Lo escuchaba con atención porque tenía la inocente idea que aterrizaría pidiéndome una cita para darme supuesta denuncia de alguna atrocidad legal con el propósito de que la hiciera del conocimiento de la opinión pública. Nos veríamos frente a frente, pensaba.
Sin embargo, en determinado momento mi esposa Sofía me arrebató el teléfono para poner punto final a la conversación. Poquito antes que esto sucediera alcancé a escuchar: “Soy el Primer comandante del Cartel Jalisco Nueva Generación…” Y tan tan. Apenas iba a entrar en materia.
En ocasiones leí recomendación de las autoridades competentes de cortar la llamada cuando se trata de intentos de extorsión. Es lo más pertinente. Al checar el identificador nos enteramos que la llamada procedió del número 332 701 24 65. Uno diez minutos después de nuevo entró al teléfono llamada del mismo número. Obvio, ya no contestamos.
Me puse a pensar en los hechos violentos de los últimos días en México y Estados Unidos. Sobre todo, que en nuestro país han sido asesinados tres periodistas, dos en Guerrero y el más reciente en Veracruz. Oír que te llama comandante de un cartel, verse involucrado en cuestiones de naturaleza mafiosa, pues a fuerza te provoca alteración de los sentidos.
¿Qué procede para defensa de tu integridad y la de los tuyos?
Comentarios