Se alinea la sección 20 de maestros
Francisco Cruz Angulo
30 de octubre de 2013
En hora buena que el líder moral del magisterio federal, Profr. Liberato Montenegro Villa y el Secretario General de la Sección 20 Profr. Roberto Ávila Arciniega hicieron público que acatarán las leyes reglamentarias de la reforma electoral, no sin antes precisar que el Gobierno de Peña Nieto no los consultó.
Esta afirmación contrasta con lo dicho por el presidente nacional del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Profr. Juan Díaz de la Torre en declaraciones durante una entrevista con la periodista Adela Micha en el canal 5 de televisa.
El líder nacional que dirige a más de un millón 200 mil maestros dijo que gracias a su intervención se logró que el sistema de evaluación no tuviera intenciones punitivas, es decir, que la evaluación fuera echa en base al entorno social del maestro y se considerara la diversidad étnica regional, así como adecuar los planes y programas de estudio a la nueva realidad política, social y económica del país.
Dijo el Profr. Díaz de la Torre que en esta nueva realidad el estado estará obligado a capacitar y dotar al maestro de los nuevos conocimientos y tecnologías de la educación para que actuara con responsabilidad en el marco de la reforma educativa.
Otra de las opiniones que vertió el líder nacional del SNTE y que seguramente causará urticaria a los caciques magisteriales que están enquistados en todas las secciones es el nuevo papel que desempeñará ese poderoso sindicato.
Señaló que una de las practicas negativas en que incurrió el SNTE durante las tres décadas pasadas es el haber utilizado al sindicato como un ariete político para ganar puestos de elección popular y altos puestos en la administración educativa y prebendas personales, lo que derivó en ser juez y parte.
Aseveró el entrevistado que esta práctica clientelar aburguesó a los líderes sindicales que en su afán de ganar poder político y económico se desentendieron de la calidad de la educación y la pervirtieron a su conveniencia, claro en complicidad con la clase gobernante.
Advirtió que esta vez los dirigentes sindicales deberán dedicarse a lo suyo, esto es, a defender de tiempo completo los derechos económicos y sociales de sus agremiados. Advirtió que quien no cumpla esta responsabilidad, que renuncie; y si quiere hacer política y aspirar a un cargo público que lo haga con sus recursos, no con los del sindicato.
El Profr. Juan Díaz se mostró convencido que para que la reforma educativa de frutos a mediano plazo debe haber una coordinación entre el sindicato y los gobiernos estatales en donde no se tomen medidas unilaterales o que haya subordinación de uno a otro. Insistió que la reforma educativa sin los maestros y sin el concurso de los padres de familia será un fracaso.
Este “lineazo” del líder nacional del SNTE va dirigido para todos aquellos que persisten en divulgar que la reforma educativa es privatizadora y que despojará de sus plazas a los maestros.
¿Quiénes se oponen a ella? Pues todos aquellos profesores que no asisten a clases y que solo se presentan a cobrar; aquellos que no se capacitan y estudian para enseñar sino para andar haciendo grilla en los partidos políticos buscando un puesto de representación popular, o aquellos dirigentes que trafican plazas, o aquellos que se engolosinan en la acumulación de poder político y económico para imponer directores o supervisores y mandos medios en el aparato administrativo de la educación. Por fortuna a partir del próximo ciclo escolar la chequera la manejará la federación y no los gobernadores.
Por otra parte el INEGI está levantando un censo de escuelas, número de profesores y alumnos que existen en todo el país. De seguro se encontrarán muchas escuelas fantasmas y miles de profesores “aviadores” que en vez de trabajar frente a un grupo andan en las calles haciendo grilla política-electoral.
Así pues, a Liberato y compinches no les quedará de otra más que acomodarse a los tiempos.
Aunque Liberato presume que tiene más de 50 años como priista desde hace tiempo dejó de ser uno de los poderes facticos que determinaban la elección de los candidatos del tricolor.
Comentarios