La autoridad rectoral y la Federación de Estudiantes de la Universidad Autónoma de Nayarit, representadas respectivamente por Juan López Salazar y Ángel Aldrete Lamas, aprobaron la puesta en práctica del programa Yo soy libre propuesto por el Fiscal General del Estado, Edgar Veytia, que conlleva la meta de prevenir la adicción entre universitarios.
Al seno de la institución de educación superior se presentó el Fiscal Veytia para presidir el acto correspondiente, y ante un auditorio atiborrado de estudiantes dijo que el programa se lleva a cabo en estricto respeto a los derechos humanos.
Ante la concurrencia el funcionario del gobierno de la gente hizo alarde de estar libre de drogadicción al resultar negativa la prueba antidoping que allí mismo se le realizó.
La Fiscalía proporcionará unidad móvil para la aplicación de exámenes toxicológicos a estudiantes que por propia voluntad deseen someterse a la prueba, al salir negativa se les entregará credencial que concederá beneficios varios.
El interés del Fiscal Veytia es evitar el consumo de drogas prohibidas, caso común mariguana y cocaína, entre los estudiantes de la Universidad Autónoma de Nayarit que luego peligrosamente puedan ser el estímulo adecuado para la consumación de actos delictivos.
Sobre el tema la opinión de Luis Manuel Hernández Escobedo, secretario general del Sindicato de Empleados y Trabajadores de la Universidad Autónoma de Nayarit (SETUAN), es que “a mí me parece una intención muy buena para la prevención, no tanto el método que bien pudiera establecer condicionantes”.
Dio cuenta de la existencia desde hace tiempo de bufetes psicopedagógicos y orientación vocacional, impulsados por la universidad sobre todo en escuelas preparatorias con el propósito de detectar jóvenes genios o jóvenes problema (adicciones) y proporcionarles la debida orientación encaminada a la rehabilitación.
“Yo siento que antes que antidoping lo que se debe hacer es invitar a los jóvenes en condición de esa naturaleza para someterse a un programa de rehabilitación, incluso de alcoholismo, que bien establecido lo tiene la UAN.
“Quiero ser muy claro, no descalifico, pero no estoy de acuerdo con la obligación de hacer el antidoping. Si el joven por voluntad propio quiere realizarse la prueba ahí está el laboratorio, allá lo tienen ellos (Fiscalía), pero convertirse en norma entraría en duda porque podría llevar a violentar derechos humanos.
Sin duda entre más de 20 mil alumnos de la Universidad Autónoma de Nayarit habrá cierto porcentaje de consumidores de droga (afirma el rector López Salazar no contar con estadísticas), mismos que al menos en el campus universitario no han cometido actos delictivos, tampoco los ha vuelto malos estudiantes, estimula la creatividad.
Hernández Escobedo tiene en mente que el consumo de mariguana, por ejemplo, es tan viejo como el tiempo. Rememora el movimiento hippie paz y amor de los años sesentas, donde fumar la yerba o quemarle las barbas a Satanás se convirtió en un símbolo práctico, a la vista de todo el mundo.
-A través de sus compañeros trabajadores usted sabe de todos los movimientos en el campus universitario, con base en ello ¿puede negar la venta al menudeo de droga en instalaciones de la UAN?
-“No podría negarlo.
“La proporción sería el problema. ¿Por qué?
“Bueno, si tú ves uno de los propósitos de la construcción de la barda periférica es precisamente el control sobre ingreso de gentes que nada tienen que hacer acá.
“Ingresaban automóviles con personas a bordo que a nosotros nos generaban fundadas sospechas de dedicarse al narcomenudeo, incluso de la Ciudad de la Cultura sustraer jóvenes mujeres que devolvían drogadas.
“También detectamos en zona del canal un grupo hasta de diez estudiantes que continuamente se drogaban. Además se descubrió una casa de la calle Iturbide, en la zona de El Chorizo, aledaña a terrenos de la Ciudad de la Cultura, adonde acudían jóvenes universitarias para consumir droga que alguien les vendía, no sé si hasta se prostituían.
“Hoy este tipo de situaciones ya no se ven. Nuestros reportes de los últimos años nos indican que el consumo de drogas entre universitarios ha disminuido de manera considerable. El vicio persiste entre algunos, imposible acabarlo en un universo de 18 mil estudiantes.
Al igual que el Fiscal Veytia, Luis Manuel Hernández Escobedo manifiesta su disposición a realizarse estudios de laboratorio de antidoping, “a la hora que sea y dónde sea”.
“Hay muchas especulaciones: hay quien se atreve a decir que consumo cocaína, hay quien se atreve a decir que yo controlo el tráfico de drogas al interior de la UAN. Ni una cosa ni la otra.
“El tabaquismo ya lo dejé, no tengo otro tipo de adicciones que no sea el alcohol, ahora con limitante porque estoy en el tránsito de la adultez a la vejez, en el sesentón.
“Estoy listo, a la hora que quieran me someto a la prueba del antidoping.
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