Hacinamiento penitenciario, grave riesgo
Oscar González Bonilla
24 de Abril de 2024
Carlos Espinoza Robles desde el interior de las oficinas administrativas del Penal de Tepic “Venustiano Carranza” vivió el amotinamiento de reos ocurrido el 22 de diciembre de 1988, siendo gobernador de Nayarit Celso Humberto Delgado Ramírez.
Según el testimonio de Carlos Espinoza le tocó presenciar como el reo Héctor Apodaca se suicidó pegándose en el paladar un tiro de pistola, cuando se dio cuenta que sería imposible huir del Penal.
Esa amarga experiencia le quedó muy grabada en la mente al licenciado en Derecho Carlos Espinoza Robles, egresado de la Universidad Autónoma de Nayarit, al grado de desear que nunca más haya un muerto en el Penal de Tepic por causa de amotinamiento.
Sin embargo, observa que es latente el riesgo de disturbios de reos por el actual grave problema de hacinamiento. En el Cereso “Venustiano Carranza” conviven procesados, sentenciados del fuero común y federal, homicidas, violadores e indígenas. Todos metidos en una misma olla de presión que en cualquier momento puede estallar.
Carlos Espinosa Robles, además máster en Derecho Fiscal y Perito en Criminalística, sostiene que el Foro de Abogados Nayaritas presentó al entonces gobernador Roberto Sandoval un detallado estudio para restarle presión al reclusorio.
Dijo que la propuesta es que el Gobierno de Nayarit asuma la obligación de pagar multas mínimas de mil pesos, multas administrativas por delitos menores, porque con ello disminuiría de manera gradual el hacinamiento hasta hacerlo desparecer.
Los abogados del Foro se comprometen a realizar los estudios interdisciplinarios correspondientes.
Carlos Espinoza está seguro que se eliminaría un peligro aún latente, pero hasta el momento no han obtenido respuesta gubernamental.
Comentarios