Suspensión de clases en zonas aledañas y más allá
Sergio Mejía Cano
23 de Abril de 2024
Debido al incendio en el relleno sanitario denominado como “El iztete”, se determinó suspender las clases en la educación básica durante los días 22 y 23 de este mes de abril; sin embargo, el comunicado oficial fechado el 21 del mismo mes por parte de la Secretaría de Educación Pública del Estado de Nayarit (SEPEN), se prestó a cierto tipo de confusión, lo que generó algo de polémica, al menos en algunos círculos de amistad, de conocidos y hasta familiares.
Grosso modo el comunicado de la SEPEN señala que “se recomienda la suspensión de actividades escolares durante un periodo de dos días en las zonas aledañas; en ese sentido se informa la suspensión de clases en los municipios de Tepic y Xalisco (…)”. Obviamente que lo que generó la polémica es lo primero que señala este comunicado al decir que se suspenden las actividades escolares en las zonas aledañas, es decir, a priori se puede entender que nada más en los planteles cercanos al incendio y no en toda la ciudad capital nayarita ni en su cercano municipio de Xalisco. Pero como enseguida dice que se informa la suspensión de clases en dichos municipios, es por lo que mucha gente se preguntó que ¿entonces qué? ¿Nada más en las zonas aledañas o hasta más allá?
Se entiende que la protección de la infancia es esencial, así como de toda la población, pues el humo que produce el incendio de este basurero se ha extendido casi hasta cubrir por completo ambos municipios y más, en determinadas zonas como precisamente las aledañas o a los asentamientos humanos más cercanos al Iztete.
Desde luego que las recomendaciones por parte del Sector Salud no se han hecho esperar recomendado evitar en lo posible ejercitarse al aire libre, procurar salir a la calle lo menos posible y, de ser necesario, permanecer con puertas y ventanas cerradas; el problema es que, tal y como está el clima de caluroso, pues vaya que sí a una gran mayoría de la población le cuesta un poco más de trabajo permanecer encerrados en sus domicilios durante todo el día.
Pero esto de permanecer es aplicable nada más para muchas amas de casa, adultos de la tercera edad que ya no tengan actividades productivas y que estén jubilados o pensionados, personas enfermas, los escolares que no asistieron a clases, etcétera; sin embargo, hay gente que tienen que ir a trabajar ya sea que vivan cerca del relleno sanitario incendiado o que trabajen en sus cercanías, así que por fuerza tienen que estar respirando el aire contaminado con el humo que genera dicho incendio del Iztete, así que ¿qué hacer? Pues aguantarse y ni modo, la vida tiene que continuar.
Algo que también llama la atención, es que las clases se suspenden nada más dos días: lunes y martes; el problema es que se ha informado y también es un rumor que corre tanto en las redes sociales, portales de internet de medios informativos, así como en pláticas banqueteras y de café, de que el incendio del relleno sanitario tardará por lo menos unos diez días en ser controlado y tal vez apagado o un poco más hasta que se haya extinguido del todo. Así que la pregunta de mucha gente es de que, si nada más se protege a los infantes escolares durante dos días, pero ¿los demás días que probablemente dure el incendio, qué? ¿Se espera que en los dos días de suspensión de clases al menos aminore la cantidad de humo que se desprende el Iztete? Porque es bueno recordar que cuando se comienza a apagar un incendio, del tipo que sea, por lo regular es cuando más humo produce. Así que habrá que esperar cómo sigue la contingencia ambiental.
Y a propósito de protección de las vías respiratorias por causa del humo del incendio en cuestión. Me comenta una amiga que tiene una hija que es profesora de una escuela primaria, pero que al equipo docente de su escuela se les dijo que tenían que presentarse en el horario acostumbrado, aunque no hubiera clases, por lo que mi amiga se pregunta que si no van a acudir los alumnos, entonces para qué quieren los directivos de esa escuela y quizás de otras más, que los maestros tengan que presentarse como habitualmente lo hacen en temporadas de clases. ¿Acaso querrán que profesoras y profesores realicen actividades al aire libre para desentumirse de lo sedentario que es estar impartiendo clases? Ironizó mi amiga, mamá de una maestra de primaria.
Claro que posiblemente para realizar planes de estudio, hacer propuestas de actividades, etcétera; pero si no van a ir los alumnos, existen otros tiempos para hacer los acomodos de materias y cursos.
Sea pues. Vale.
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