¡Que nunca nos falten asesores en el Congreso del Estado!

Son poco menos de las 4 de la tarde en el congreso del estado de Nayarit, un poder que se supone que es autónomo, aunque todos los nayaritas sabemos bien que no lo es. Se trata también de una institución por la que los últimos meses se ha perdido cualquier vestigio de respeto que pudiera todavía conservar.

La diputada Elsa Díaz propuso un punto de acuerdo de urgente y obvia resolución para que se dé cumplimiento a lo dispuesto por el artículo 9 de la Ley de Educación para el Estado de Nayarit en materia de vivienda para trabajadores al servicio de la educación. 

Una propuesta noble, a decir verdad. No contó, sin embargo, la legisladora ni los maestros que la acompañaron desde la zona de butacas con la rápida operación de los compañeros de secretaría general, que son los verdaderos cerebros de este Poder Legislativo. 
Y es que, como bien se imagina la población, la mayoría de los diputados integrantes de la Fracción parlamentaria mayoritaria reduce su trabajo legislativo apenas a leer lo que los asesores parlamentarios les preparan. 

Un ejemplo de lo anterior fue lo ocurrido el día de hoy: mientras la diputada Elsa exponía sus motivos para solicitar al gobierno estatal su intervención en el tema antes descrito, los compañeros de secretaría -por cuya inteligencia siento profundo respeto- se deshacían para pasar entre las hileras de curules e indicarles a los diputados de la bancada para la que trabajan cómo votar. ¡Todavía más! Les prepararon un par de tarjetas para que les dieran lectura, no contando con que eligieron a los dos legisladores que menor capacidad de comprensión lectora parecen tener, pero que hubieran enorgullecido al gran Cantinflas que, seguramente desde algún lugar del cielo, debe haber sonreído satisfecho de que su legado caló hondo y sigue siendo emulado por muchos mexicanos, principalmente los que se dedican a la función pública. 

Una diputada de nombre Xiomara y un diputado llamado Pedro Reyes hicieron un conmovedor esfuerzo por darle lectura a los documentos que le acercaron para desestimar la noble propuesta. La votación, aunque fue contraria a lo planteado por la Diputada Elsa, reveló algo interesante. Hubo 10 votos que la respaldaron, lo que quiere decir que un grupo de suplentes nos están dando una agradable sorpresa de dignidad y de libertad de criterio. No son expertas, desde luego, pero tienen valor y voluntad, lo que se agradece. Todas, por cierto, son mujeres. 

Alguna vez, durante un homenaje en este recinto legislativo, Alejandro Gascón Mercado dijo, con su habitual ironía, que los nayaritas durante el gobierno de Antonio Echevarría Domínguez habíamos aprendido a vivir sin diputados, sin alcaldes y hasta sin gobernador. Lo recordé hoy cuando vi al nuevo presidente, quien con orgullo se hace llamar “Maseco” y no entiende más sobre su nuevo trabajo sino lo básico: que hay que obedecer indicaciones de palacio de gobierno y de la oficina principal de MORENA en el estado. Eso sí, con todo y su inexperiencia parece ser menos insípido que su antecesor. Bueno, pues podría faltar casi toda la bancada de MORENA, podrían faltar algunos diputados aliados del gobierno actual y nadie los extrañaría… pero que ¡por favor, nunca nos falten los asesores de la secretaría general! Sin ellos de verdad se cae el congreso.