Y lo que falta

Claramente se ve que los adversarios del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) van con todo en contra de él y su administración, pues los ataques han arreciado ahora que se aproximan los comicios electorales. Lo raro de todo esto es que AMLO no contenderá por ningún cargo; sin embargo, al parecer los detractores de su administración están pensando que atacando al presidente de alguna forma pueden perjudicar a la candidata presidencial por Morena, el PT y el Partido Verde, Claudia Sheinbaum.

Hasta la otrora considerada como una escritora y analista congruente, Anabel Hernández, se ha vuelto en acérrima enemiga de AMLO y su administración, al hacer eco de una publicación, se dice que concertada por la DEA, el departamento estadounidense dizque contra las drogas, en donde se señala que AMLO recibió dinero del narco para su campaña presidencial en 2006. Obviamente que toda esta información se cayó de inmediato no tanto por no tener ningún sustento verosímil, sino porque este caso ya está cerrado desde el 2013 en los mismos Estados Unidos.

En el caso de la señora Anabel Hernández, qué feo se quemó en una entrevista realizada el pasado viernes 02 de este mes de febrero en el programa “Astillero Informa” que dirige el periodista Julio Hernández López, más conocido en el ámbito periodístico como Julio Astillero, ya que la escritora y analista perdió claramente la cordura por las preguntas que le hacía el periodista; perdió los estribos la señora Hernández a tal grado que hasta le dijo ignorante al periodista Julio Astillero, así como que no sabía de lo que hablaba, y todo porque le preguntó que si tenía pruebas de lo que había escrito sobre aquel posible financiamiento del crimen organizado en la campaña de AMLO del 2006.

Tal vez la molestia de la escritora se debió a que Julio Astillero ya había dado a conocer anteriormente una entrevista con el señor Nicolas Mollinedo, más conocido como “Nico” y que fue chofer de AMLO durante mucho tiempo, quien dijo a Julio Astillero que todo lo señalado por la señora Hernández era mentira y que la señora no tenía ninguna de las pruebas que decía tener en su poder, por lo que cuando Julio Astillero le preguntó que sí tenía las pruebas, Anabel Hernández en forma alterada le respondió al periodista que sí las tenía, pero que las mostraría en el momento oportuno o cuando lo considerara necesario, pero que a él, a Julio Astillero no se las mostraría, pero que sí las tenía; y, mientras se extendía la entrevista, más se iba alterando la escritora.

La señora Anabel Hernández, al menos en mi impresión, trató de dar a entender que ella era la non plus ultra en cuestiones del narcotráfico, que ella sabía más que nadie sobre el tema y más, cuando le cuestionaba al periodista que él no había estado en los juicios sobre supuestos narcotraficantes, resaltando el del tan cuestionado Genaro García Luna; pero referente al tema del supuesto financiamiento a AMLO en su campaña del 2006 daba como hechos contundentes que sí se había dado dicho financiamiento a pesar de que Julio Astillero le afirmaba que el escrito firmado por el periodista estadounidense, Tim Golden, en que había basado su columna, el título lo escribe como interrogación y no como afirmación; sin embargo, la señora Anabel publicaba lo mismo como si fuera un hecho contundente y no como una posibilidad.

Pero la escritora no dio su brazo a torcer, se empecinó en afirmar que lo que había escrito era la verdad y no una suposición y además, cuestionó al periodista que la entrevistaba por no haberle preguntado a Nicolás Mollinedo diversas cuestiones, como su asociación con otro de los supuestamente involucrados y que era el que le había dado el dinero para el financiamiento de la campaña presidencial de AMLO del 2006, el empresario, Mauricio Soto Caballero; y por más que le decía Julio Astillero que ya lo estaba procurando para entrevistarlo, la señora Hernández no parecía oír o entender.

Se dice y se dice muy bien que la gente no cambia, sino que se desenmascara, y la postura con que se ha dado a conocer realmente esta escritora que, precisamente se hizo famosa por sus libros sobre el narcotráfico y las supuestas personas que lo han encabezado, ahora da a entender que si sabe poco, algo o mucho sobre el narcotráfico es debido a que podría existir la posibilidad de que haya estado o está muy involucrada en el mismo y que lo que ha escrito sobre el crimen organizado ha sido para desviar la atención, difamar o culpar.

Sea pues. Vale.