Chisgarabís
Oscar González Bonilla
26 de Enero de 2024
En la ciudad de Tepic, capital del Estado de Nayarit, se ha comprobado que cualquier ciudadano puede ocupar un espacio público para instalar puesto de vendimia ante la complacencia de la autoridad municipal.
Banquetas o calles, en ocasiones ambas, son invadidas por el comercio informal y dificultan el paso de los transeúntes y del tránsito vehicular, incluso acaparan lugares que bien pudieran servir para estacionamiento de automóviles.
Y esto ocurre tanto en el centro histórico de Tepic, como en las colonias de la periferia sin recato de las personas que por medio del comercio informal buscan ganar el sustento diario para sus familias.
A lo anterior se añade el hecho de que el comercio establecido, fuera del local saca mercancía de todo tipo para ser exhibida en la banqueta, lo cual reduce el espacio para desplazamiento del caminante. Igual sucede con anuncios de comercio de diverso giro que obstruyen el paso peatonal.
En ese sentido Tepic es un caos. La autoridad municipal encabezada por la Morenista Geraldine Ponce no ha hecho tan siquiera el intento de meter orden, pues bien sabe que se encontrará fuerte resistencia, incluso podría enfrentar movimientos de protesta de quienes se dedican al comercio informal.
Esta es herencia de gobiernos municipales priistas que prohijaron el comercio informal, más que por el cobro de plaza, por razón de clientelismo electoral. Las consecuencias son palpables.
Por otra parte, quienes por años habitamos Tepic, o bien, nacimos en esta ciudad capital, nos damos cuenta que en los últimos días aumenta en las calles la presencia de enfermos mentales.
Personas de diferentes edades, algunos en condiciones físicas deplorables, desnudos se observan en la vía pública. Y cada día nos topamos con nuevos personajes perturbados de sus facultades mentales, ninguno, que se sepa, violento, esquizofrénico. El gobierno de ningún nivel ataca este asunto pues los loquitos no representan problema.
Si deben desplegar vigilancia policíaca, ya que es casi seguro que los dementes sean transportados de otras entidades hacia nuestra ciudad. En el pasado una patrulla de seguridad pública localizó un vehículo que en el libramiento carretero de Tepic descargaba personas afectadas de sus sentidos. Llegó durante la noche procedente de Guadalajara, Jalisco, y obligaron al regreso con todo y carga.
Los loquitos nuestros los conocemos, y son muy contados, por eso sorprende ver a diario nuevos orates recorrer las calles de la ciudad.
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