Próximos baños de pueblo de los políticos

Se informa que el próximo 18 de enero terminan las precampañas electorales, para después de un lapso el 1 de marzo den inicio las campañas que culminarán el 29 de mayo del presente año de 2024. Así que los ciudadanos debemos estar preparados para volver a ver los baños de pueblo tan característicos de los candidatos y candidatas ocupando su tiempo, aparte de las tradicionales promesas, a mirar a candidatos y candidatas abrazando personas de la tercera edad y, desde luego, abrazando niños.

Pero también existe la posibilidad de que veamos a quienes aspiran a ser electos mediante el voto popular, haciendo labores que ni en sus sueños más locos los han hecho tales como batir mezcla, pegar ladrillos, andar en bicicleta, subirse a unidades del transporte urbano y, obviamente, con una falsa sonrisa, para posterior a los comicios electorales jamás volverlos a mirar sonriendo en ninguna forma; ah, y desde luego, oír a la mayoría de estos candidatos decir que su cercanía con la gente ha sido desde siempre, aunque jamás los hayan volteado a ver o si lo han hecho en alguna ocasión, tal vez mirar a gran parte de la población por encima del hombro y muchas de las veces hasta con desprecio, asco e indiferencia.

Claro que habrá candidatos que no se ensuciarán los zapatos ni sudarán la gota gorda haciendo campaña, y estos serán los que ya les aseguraron puestos plurinominales, quienes cómodamente esperarán sentados los resultados de las elecciones, muchos de ellos tal vez hasta cruzando los dedos esperando que el número de votos para sus partidos no les sean adversos para sus aspiraciones de ocupar una curul gracias al dedo mayor, amiguismo, compadrazgo, para que acate y haga seguir la línea dictada por las cúpulas partidistas para que la cumplan quienes fueron electos por el voto popular o por el pago de algún favor o hasta con la posibilidad de tener que compartir su dieta económica con quien los designó para el cargo plurinominal.

Esto de que quienes llegan a ocupar cargos en el Poder Legislativo por medio de la vía plurinominal son los que llevan la voz cantante en ambas Cámaras a nivel federal y a nivel local se ha visto desde que se crearon dichos cargos, son los que por lo regular quedan al frente de sus bancadas. Se entiende porque los plurinominales reciben la línea y estos a su vez la hacen llegar a senadores y diputados de su partido político, y cuidado y alguien se salga de la línea dictada. Un claro ejemplo se dio ahora en la Cámara Legislativa de la Ciudad de México con la ratificación no otorgada de la fiscal Ernestina Godoy, en donde, se dice, que por lo menos dos diputadas del PRI habrían votado por la ratificación de la entonces fiscal de la Ciudad de México, por lo que el presidente nacional del otrora partido aplanadora, el tricolor, Alejandro Moreno Cárdenas, más conocido en el bajo mundo de la política como “Alito”, promovió la expulsión del partido de esas diputadas que se atrevieron a no acatar la línea.

Desde luego que es algo muy raro el que se hayan salido del huacal estas dos diputadas tal vez ahora expriistas, porque si algo caracterizó al PRI desde siempre fue la disciplina de sus militantes que, muchas de las veces se tragaban lo que sea y sin hacer gestos teniendo que aguantar hasta humillaciones a sabiendas de que después vendrían tiempos mejores;, por lo que hacían lo que se les ordenara, así fuera en su detrimento, porque estaban en el entendido que posteriormente ya cuando les tocara a ellos la buena, le harían lo mismo o cosas peores a otros y otras.

Pero ¿cuándo se ha visto que un político, del partido que sea, se salte las trancas desobedeciendo la línea a seguir? Si acaso se pudo dar alguna vez, como un diputado federal del PRI por Durango, en la LVIII legislatura de 2000 a 2003, José Manuel Díaz Medina, que alguna vez criticó abiertamente que las medidas adoptadas por su partido no favorecían para nada al pueblo, ¿y qué pasó con este diputado? Pasó al ostracismo político tal vez para siempre, pues ya no se supo jamás de él.

Otro lío que más bien será a nivel familiar y de amistad, es el que se dé por los favoritismos hacia un político u otro, pues posiblemente surgirán los pleitos por la alegata de que uno es mejor que el otro, que yo le voy a fulana o fulano, que así y asá, etcétera; ¿y? Pues, con la novedad de que políticas y políticos ni en cuenta toman a quienes se pelean por ellos tanto a nivel familiar como de amistas o de conocidos, pues ni los conocen ni qué son siquiera.

Sea pues. Vale.