El encasillamiento de Peña Nieto en San Petersburgo
Miguel González Ibarra
06 de septiembre de 2013
El Presidente mexicano Enrique Peña Nieto, definitivamente, no sabe lo que está pasando en el mundo ni en su propio país. Sí no se ha dado cuenta lo que ocurre en el entorno planetario y en nuestra patria, le puede acontecer lo que a Porfirio Díaz. Es oportuno recordar en estos momentos, que este personaje de nuestra historia, a escasas horas de abordar el Ipiranga que lo exilió en Europa, siendo un sanguinario dictador, seguía repitiendo que México no estaba apto para la democracia, mostrando un desconocimiento absoluto de la realidad, tal cual les sucede a todos aquellos que gobiernan a espaldas del pueblo.
En su discurso central, pronunciado este jueves 5 de Septiembre en San Petersburgo, en el marco de la realización de la Cumbre del G-20, integrado por dos mayúsculos bloques, uno, el de los países que son grandes productores de maquinaria y artículos industriales y, el otro, por naciones que son vastas suministradoras de materias primas que abastecen productos agrícolas, minerales y recursos energéticos, el mandatario se refirió enfáticamente a las medidas que su gobierno está aplicando en México.
Del contenido y forma de su arenga dicha en esta ciudad, una de las más atractivas del mundo, se desprende que el mandatario mexicano ignora la tensión prevaleciente en la cumbre por causa de la amenaza de Estados Unidos de invadir militarmente a Siria y, que, tal cosa, pone al planeta en serios riesgos de generar una conflagración de corte global.
PEÑA PROPONE LAS FÓRMULAS QUE GENERAN LA GUERRA Y LA VIOLENCIA
Las fórmulas de Peña Nieto, son, justamente, las que generan la guerra y la violencia tanto en las regiones continentales cómo particularmente en los países; las mismas, pueden ser la causa del estallamiento de una guerra planetaria; los jefes de Estado, están en el deber de colocarse en la primera línea, para abolir las guerras y, todavía más, con mayor razón, ante la amenaza de una conflagración mundial, que sería de dimensiones nucleares.
En palabras llanas, el Titular del Ejecutivo Federal insistió en San Petersburgo, en privatizar petróleo y electricidad; igual que la educación; acabar con las conquistas laborales de los trabajadores; hacer una sociedad cien por ciento tributaria como en los tiempos de Santa Anna, ahora, cargando el IVA en alimentos y medicinas; así como abrir de par en par, las puertas a los capitales imperiales de Estados Unidos y sus satélites.
Estas políticas, son las que han tensado las relaciones internacionales y nos han llevado a la crisis actual con motivo de la situación en Siria. Los gringos quieren ocupar este país del Medio Oriente, exactamente para aplicar allá las líneas de Peña Nieto, esbozadas por él en la cumbre mencionada.
EL PAPA PIDE A PUTIN QUE SE EVITE LA INTERVENCIÓN YANQUI EN SIRIA
Nunca se enteró el mandatario mexicano de la carta redactada en El Vaticano. En ella, el Papa Francisco pide al Presidente de la Federación Rusa Vladimir Putin, que se hagan esfuerzos para evitar la intervención militar de Estados Unidos en Siria. Tal documento, enviado por Su Santidad, nos muestra que la cuestión siria, es el centro del G-20 llevada a cabo en San Petersburgo. Nuestro Presidente nunca se dio por sabido de tal circunstancia.
Cómo tampoco, parece ser, no tiene conocimiento que está ya enfrentado a las grandes masas mexicanas.
“Son la minoría de la minoría”, repite y repite el mandatario, igual que el dictador Díaz señalaba del pueblo antes de 1910.
“La mayoría somos nosotros”, enfatiza Peña Nieto, ignorando la esencia del fenómeno.
Al tiempo que él pronunciaba su florido discurso en el G-20, en San Petersburgo, una multitud, integrada mayoritariamente por maestros de la CNTE, se manifestaban en las cercanías del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México demandando un encuentro personal con él, a fin de solicitarle el veto a las legislaciones que integran el paquete de la llamada reforma educativa.
No reconoce que éste contingente, representa a las grandes masas mexicanas, movilizadas y en combate permanente.
Es claro: la contradicción histórica del presente mexicano, es entre la minoría oligárquica (nacional y extranjera) y las grandes masas mexicanas, levantadas y en lucha.
Este desconocimiento de la realidad mundial y nacional, es EL ENCASILLAMIENTO DE PEÑA NIETO EN SAN PETERSURGO, en la octava cumbre de jefes de Estado y de Gobierno del Grupo de los 20, el G-20, celebrada ayer y hoy 6 de Septiembre en aquella hermosa ciudad europea.
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