Cambio de USA a China
Octavio Camelo Romero
06 de septiembre de 2013
Cuando en el país los políticos y los partidos del Pacto por México están “a punto” de desmantelar totalmente al Estado de la Revolución Mexicana con la privatización de PEMEX de pronto se aparecen en las fotos del G 20 el primer ministro chino Xi Jinping y el presidente Enrique Peña Nieto como testigos de honor de la firma del memorando de entendimiento entre la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma de China y la Secretaría de Hacienda, sobre la promoción de la inversión, por la cual se creará un grupo de alto nivel encabezado por los titulares de ambas dependencias. Ambos mandatarios estuvieron atentos a la conformación de un fondo de inversión entre México y China y a la aprobación preliminar de una línea de crédito del Export-Import Bank de China por 500 millones de dólares al Banco Nacional de Comercio Exterior de México, Bancomext.
Es de suponer que los vecinos del norte no están muy tranquilos con la presencia del Dragón Rojo en su traspatio, pero con ese pragmatismo que les caracteriza, seguramente están pensando en usar a nuestro país como trampolín para reactivar su economía. Más no obstante esa traslúcida intención, promueven la invasión a Siria para encarecer la “venta de su amor”.
Es difícil entender la amalgama del pragmatismo mexicano y del pragmatismo chino. Las políticas públicas de ambos gobiernos no son convergentes. Mientras los asiáticos pretenden elevar la capacidad adquisitiva de la población y llevarla a hasta el estatus de una “Sociedad Modestamente Acomodada”, los neoliberales mexicanos sumen en la pobreza a más de la mitad de los habitantes para llevar a una casta de capitalistas a destacar internacionalmente por su riqueza.
En la década de los años 70 del siglo pasado, a dos años tras la muerte de Mao Tse Tung, el partido comunista chino toma la decisión de virar en 180º el timón del barco. Allí inicia la "Política de Reforma y Apertura". Sin embargo fue hasta el año de 1982, en el XII congreso del partido cuando Deng Xiaoping plantea su estrategia para desarrollar a China. En ese entonces expresó: “La modernización de nuestro país debe realizarse a partir de nuestra propia realidad…..es necesario conceder importancia al aprendizaje de las experiencias extranjeras y al uso de las mismas como punto de referencia. Pero el copiar las experiencias y trasplantar los moldes de otros países, en forma mecánica, nunca nos conducirá al éxito.” Y desde el momento de ese planteamiento hasta la actualidad, el Comité Central del Partido Comunista Chino y su Buró Político han sido leales a esa estrategia. Los resultados están a la vista.
La experiencia de la “Economía Mixta” mexicana y del “Partido Revolucionario Institucional” y sus “Sectores” incuestionablemente sirvieron en alguna forma para la reestructuración del partido comunista chino y su apertura para a los empresarios y ejecutivos empresariales con el propósito de su integración en la militancia partidista al lado de los burócratas, militares, empleados y obreros. Por otra parte el modelo de economía mixta también se ve reflejado en la función del Estado Chino y en su participación en la economía nacional. Las políticas públicas chinas tienen un fuerte símil con las políticas del viejo Estado Mexicano. Sin embargo el capitalismo mundial ha incorporado nuevas características que el Estado Chino toma en cuenta para su relación con los países capitalistas del mundo. De esta manera surge en China un capitalismo de Estado asociado al capital internacional que da origen a empresas de capital mundializado y de capital mixto. El territorio y las áreas de inversión se dividen en regiones reservadas para el Estado y otras otorgadas para explotación del capital mundializado. De la misma manera se dividen las funciones productivas y de comercialización, unas las toma el Estado y otras las asume el capital. Sobre esta base en la primer década del presente siglo China creció al ritmo de 10%, un 6.8% arriba del promedio mundial en el mismo periodo. Y en el año de la crisis mundial creció al 7.6% mientras USA y demás países desarrollados lo hacían a menos del 3%.en promedio. Los ingresos fiscales chinos aumentaron 4.5 veces y la economía se colocó en el 2do lugar mundial. Muera el Rey viva el Rey.
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