Necesario hacer examen escrito y oral a quienes conducen vehículos
Sergio Mejía Cano
23 de Octubre de 2023
En realidad, ya no sorprende casi a nadie el incremento de accidentes viales provocados, la mayoría ellos por gente conduciendo bajo los efectos del alcohol. Y por más operativos que se hagan para detectar conductores de vehículos automotrices bajo esos efectos, queda claro que al parecer no han dado los resultados esperados, pues cada día aparece en la denominada nota roja en la mayoría de los medios que la manejan, accidentes viales, algunos de ellos fatales.
Recientemente se informó en algunos medios informativos locales que la Secretaría de Vialidad, a cargo de la señora Sistiel Karime Buhaya Lora, que se había puesto en operación un simulador para el manejo de vehículos automotrices y que contiene además varios posibles escenarios que se podrían presentar en determinados momentos al ir conduciendo algún vehículo.
El 21 de julio de 2022, la directora de vialidad del Estado de Nayarit, fue entrevistada por la Unión de Columnistas y Articulistas de Nayarit (UCAN), que en ese entonces estaba bajo la coordinación del licenciado Ezequiel Parra Altamirano, la señora Buhaya Lora, dijo a los integrantes de esta asociación periodística, que se le estaban haciendo exámenes prácticos de conducción a las personas que querían su licencia para conducir motocicletas, que esto se estaba llevando a cabo en las instalaciones de la feria y, lo que le llamaba la atención es que la mayoría de los pretensos salían reprobados, por lo que se les invitaba a practicar más en la maniobra de este vehículo de dos ruedas, para así, obtener su licencia de motociclista.
Sin embargo, no importa tanto la práctica y habilidad para maniobrar un vehículo automotriz, como estudiar y saber el reglamento de tránsito tanto federal como estatal y municipal que, en sí, vendrían a ser prácticamente lo mismo, pues las reglas de vialidad se consideran universales. Hay mucha gente que presume saber manejar; pero al preguntarle si ya leyó el reglamento de tránsito, cualquiera que este sea, la mayoría responde que no, aduciendo que no lo encuentran en las librerías o que si lo encuentran ya no sirve porque ya se renovaron o modificaron varias reglas, ya que esto sucede casi cada cambio de trienio o sexenio, según sea el caso. El problema es que muchas personas ni siquiera han leído al menos lo básico de un reglamento de tránsito y, quienes presumen de saber las reglas para conducir es por dichos o consejos de otras personas; pero de leer alguno de los reglamentos viales, nanay.
Aunque queda claro que también hay gente muy responsable que han leído los reglamentos de tránsito y demás reglas de vialidad; sin embargo, hay personas que, a pesar de haber leído dicho reglamento y reglas, muchas de las veces hacen caso omiso de lo que han leído, esto se puede constatar fácilmente en un crucero público a nivel con las vías férreas, pues prácticamente casi nadie hace alto total al llegar a las vías del ferrocarril; los señalamientos que existen en todos estos cruceros dicen claramente: alto, pare, vea, oiga; pero como si estos señalamientos incitaran a las personas que conducen vehículos a que aceleraran más, igual como en un semáforo se pone la luz amarilla de precaución.
Es obligación de quien conduce un vehículo automotriz al llegar a un cruce con las vías férreas hacer alto total cinco metros antes de llegar al riel más cercano y no cruzar hasta cerciorarse plenamente de que no circula ningún vehículo sobre los rieles. ¡Ojo! Dice ningún vehículo; no dice tren o trenes.
Lo bueno sería que a toda persona que solicite su licencia para conducir cualquier tipo de vehículo se le hiciera un examen escrito y oral sobre las reglas de tránsito y vialidad, con la advertencia de que si choca en el papel, es susceptible de chocar en calles, avenidas y carreteras, por lo que no se le otorgaría la licencia hasta que demuestre tanto conocimiento de las reglas de vialidad, así como la práctica óptima de saber maniobrar cualquier tipo de vehículo. Y no nada más a los neo solicitantes de licencia, sino a quienes la vayan a renovar y hasta a quien haya tenido cualquier tipo de accidente vial; para así, comprobar en dónde estuvo la falla de quien conducía el vehículo involucrado en cualquiera tipo de accidente de vialidad.
Es probable que, si se llevara a cabo esta práctica de hacer un examen por escrito y oral, así como de práctica en maniobrar vehículos, quienes llegaran a practicar estos exámenes se llevarían una gran sorpresa al descubrir un montón de desconocimientos.
Sea pues. Vale.
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